En los primeros cuatro años del sexenio de Enrique Peña Nieto, Petróleos Mexicanos perdió 97 mil millones de pesos por fugas y robo de combustible en sus ductos, una cifra 55% superior a las pérdidas registradas los últimos cuatro años del sexenio anterior.
Combinados ambos periodos (2009-2016), el Estado mexicano ha acumulado un daño en sus finanzas públicas de 159 mil 957 millones de pesos por el combustible perdido. La cifra es equivalente a lo que la Secretaría de Educación Pública federal ha destinado a investigación científica y desarrollo tecnológico en ese mismo lapso.
En volumen, lo perdido asciende a 14 mil 652 millones de litros, que implica hasta 250 pipas de combustible cada día.
Estas pérdidas son una constante: en ningún año Pemex ha podido frenar el robo de combustible y las fugas en sus ductos. Incluso, 2016 fue un año récord en el que se perdió 24% más combustible que en 2015.
Pemex ha perdido de sus ductos al menos 14 mil 652 millones de litros de combustible, según datos de Pemex Logística que obtuvo Animal Político tras diversas solicitudes de información pública.
Esa cantidad equivale a llenar 5 mil 800 veces una piscina olímpica con combustible o a perder cada día 250 pipas, cada una de 20 mil litros.
En dinero, asciende a 159 mil 957 millones de pesos: 97 mil 196 millones en el gobierno de Enrique Peña Nieto y 62 mil 761 millones en el de Felipe Calderón.
El peor en los últimos ocho años fue 2016: los registros hasta el 27 de diciembre pasado muestran que en los ductos de Pemex se perdieron 2 mil 282 millones de litros.
Esa cantidad es 24% mayor a la pérdida de 2015 y 29% a la de 2012, el último de gobierno de Calderón.
El año pasado es el único de los últimos ocho en que los litros perdidos superan los 2 mil millones de litros anuales, pues la pérdida promedio anual solía ser de mil 800 millones de litros.
La pérdida millonaria de Pemex en los últimos ocho años es, en realidad, un cálculo conservador hecho por Animal Político tomando el valor mínimo de los combustibles que se trasladan por los ductos. Si Pemex detallara qué tipo de petrolífero envía por cada uno de sus ductos sería posible hacer una operación exacta que probablemente resultaría en un monto mayor.
A continuación explicamos cómo con el apoyo de Dwight Dyer, consultor independiente en temas de energía, se realizó el cálculo:
Se utilizaron los datos del volumen de combustible que cada uno de los 56 ductos de Pemex envía y recibe a diario, y que están registrados en Pemex. Es decir, la cantidad de combustible que entra al ducto y la que llega a su destino.
En los documentos las pérdidas de Pemex se registran en barriles. Para hacerlo más accesible al lector, se transformó ese volumen a litros: un barril es igual a 159 litros.
Los ductos se dividen en aquellos que transportan turbosina (turbosinductos), diesel (dieselductos), gasolina Premium (premiumductos), gasolina magna (magnaductos) y poliductos, que trasladan de éstos tres últimos combustibles.
Para el cálculo se tomó el valor de los combustibles que se trasladan en esos ductos, el cual está registrado en el Sistema de Información Energética (SIE).
Se obtuvo el precio promedio anual de cada tipo combustible y se multiplicó por el volumen de pérdidas de los ductos que le corresponden.
Para el caso de los poliductos se utilizó el precio de la gasolina Magna, que es la del precio más bajo del mercado, pues Pemex no entregó información sobre qué tipo de combustible se transportó en esos ductos durante cada día.
El sistema de 56 ductos cuenta con 43 poliductos y en todos se utilizó como referencia la gasolina Magna, el combustible con el precio más bajo.
Así, la pérdida que se calculó es el valor mínimo, pues es improbable que todo el combustible que se traslada en los poliductos sea gasolina Magna. Si las pérdidas de combustible en este tipo de ductos fueran de gasolina Premium o de diesel, el valor aumentaría.