La Gendarmería Nacional no ha contribuido a la disminución de delitos en los lugares donde ha realizado operativos, concluyó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
La revisión de la Cuenta Pública 2015 detectó deficiencias en el diseño y desarrollo de los operativos de la Gendarmería a dos años de su creación, lo que impide “determinar su contribución en la reducción de los delitos de alto impacto”.
Para 2015, la Gendarmería recibió 2,842 millones 413.7 pesos para su operación, aunque si informó sobre el manejo del presupuesto, “los aspectos reportados fueron imprecisos e insuficientes para determinar el cumplimiento de los objetivos y metas del programa presupuestario”.
La ASF también señala la carencia de mecanismos de seguimiento y evaluación de los operativos para saber si han dado resultados.
Aunque entre 2014 y 2015 los delitos de alto impacto registraron una disminución del 9.3% al pasar de 225,831 a 206,644 respectivamente; esto no es atribuible al trabajo de la Gendarmería, pues los delitos aumentaron o disminuyeron con o sin la participación de los gendarmes.
La Gendarmería inició operaciones en agosto de 2014; su objetivo era ser un nuevo modelo de seguridad ciudadana para asegurar el control del Estado mexicano en las zonas de mayor debilidad institucional y con los mayores índices delictivos.
La Gendarmería tampoco cumplió con su meta de realizar 10 mil operativos contra el crimen en el país, pues los 75 realizados apenas representa un avance del 0.8% del objetivo.
Durante 2015 se realizaron evaluaciones de confianza al 79% de los gendarmes (3,590) de las 4,546 previstas. De los elementos examinados, el 16.2% (583) aprobó, el 81.8% (2,936) reprobó, y el 2.0% (71) no concluyó el proceso.
De acuerdo con la Auditoría, entre 2012 y 2015 la Policía Federal realizó una menor cantidad de productos de inteligencia para combatir y prevenir el delito.
“La PF no dispuso de información para determinar la utilidad de los productos de inteligencia para la ejecución de operativos ni sus resultados, por lo que la PF careció de elementos para determinar su efectividad, y medir su contribución en la prevención de los delitos”, señala la ASF.
La Policía Federal tampoco presentó a la Auditoría información sobre los resultados obtenidos de los operativos.
En 2015, bajó significativamente el número de operativos realizados por la Policía Federal. En el caso de las tareas para la persecución de delitos registraron una baja de 71.2%, para pasar de 404 en 2012 a solo 116 en 2015.
También los operativos para prevenir el delito disminuyeron 74.3%, para pasar de 608 en 2012 a 156 en 2015.
Esto pese a que la incidencia delictiva se ha incrementado 1%, al pasar de 35,139 delitos por cada 100 mil habitantes en 2012 a 35,497 en 2015, “por lo que no se avanzó en el mejoramiento de las condiciones de seguridad pública”, señala la Auditoría.