La orden ejecutiva que firmó Donald Trump para construir de inmediato en muro también incluye que los gobiernos de cada estado y las dependencias federales informen qué tipo de apoyos han dado a México.
Las dependencias estadounidenses tienen 30 días a partir de este miércoles para cuantificar los recursos que le han otorgado a México en los últimos cinco años como parte de tratados bilaterales y multilaterales; ayuda económica; humanitaria y militar.
La orden firmada por Trump ordena el inicio inmediato de la planeación, diseño y construcción del muro fronterizo usando los materiales apropiados y la tecnología más afectiva para tener el control de la frontera.
El documento señala que se asignen recursos de todas las fuentes de presupuesto federal autorizadas por la ley para la construcción del muro, además se preparará la petición de recursos al Congreso para los requerimientos de presupuesto para los siguientes años.
El vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo previamente que México pagaría la construcción del muro de una manera u otra, algo que el gobierno de Peña Nieto ha negado reiteradamente.
Días atrás, Trump mencionó que en un principio el proyecto sería financiado con un proyecto de ley de gastos aprobado por el Congreso y que el gasto luego sería reembolsado por México, aunque no ha especificado cómo lo garantizará.
Spicer explicó que la intención de la medida firmada el miércoles “es iniciar el proyecto, lo antes posible usando fondos existentes. Luego trabajar con el Congreso en un calendario de financiamiento”.
El portavoz también agregó que las medidas ejecutivas ordenan reactivar Comunidades Seguras, un programa federal descontinuado por el gobierno de Barack Obama que permitía al servicio de inmigración y aduanas retener a cualquier extranjero susceptible de deportación cuando el FBI verifica los antecedentes a solicitud de las policías locales.
La orden ejecutiva firmada este miércoles indica también que en los siguientes 180 días se realizará un estudio sobre la seguridad en la frontera entre México y EU, la cual incluirá un análisis del estado de la seguridad; los aspectos geofísicos y topográficos de la frontera; la disponibilidad de recursos para la completa operación del muro.
Las autoridades locales deberán cooperar con sus homólogos federales para hacer cumplir las leyes migratorias, con lo que se eliminan las Ciudades Santuario, en donde se daba un trato menos discriminatorio hacia los migrantes.
Horas después de que Trump firmara los decretos, decenas de manifestantes se concentraron en las inmediaciones de la Casa Blanca para expresar su repudio con pancartas que rezaban “Aquí estamos y nos quedamos”, “Tú, yo todos somos América” y “No al muro”.
Ambar Pinto, una integrante de la organización United We Dream de 23 años de edad, calificó las medidas como “atroces” e “injustas” y dijo que “no nos quedaremos en silencio. Pelearemos contra la criminalización”.
Por su parte, el congresista republicano Bob Goodlatte —presidente de la comisión judicial de la cámara baja— aplaudió los decretos y dijo que espera trabajar con Trump en nueva legislación “para incrementar la seguridad fronteriza, restaurar el estado de derecho y mejorar nuestras leyes migratorias”.
En los siguientes días se espera que Trump tome nuevas medidas para restringir el flujo de refugiados a Estados Unidos. Los planes propuestos incluyen al menos una suspensión de cuatro meses a todas las autorizaciones de ingreso de refugiados, así como una prohibición temporal a la gente que venga de algunos países de mayoría musulmana, de acuerdo con un representante de una organización de políticas públicas que monitorea asuntos de refugiados.