La compañía Carrier, especializada en equipos de aire acondicionado, anunció que llegó a un acuerdo con el presidente electo Donald Trump para mantener casi 1.000 empleos en Indiana en lugar de transferir la producción a México.
[contextly_sidebar id=”qS2rDjbLYmfFjkCdkFArcjv6jMaW2f6a”]Trump y el vicepresidente electo Mike Pence tienen planeado viajar al estado el jueves para anunciar el acuerdo junto con directivos de la empresa.
Trump pasó gran parte de su campaña prometiendo que evitaría que empresas como Carrier mudaran fuentes de empleo al extranjero. Su enfoque en empleos del sector manufacturero le granjeó un inesperado atractivo entre los votantes de la clase trabajadora en estados como Michigan, que había votado durante mucho tiempo por los demócratas en elecciones presidenciales.
Los detalles del acuerdo no están claros. Carrier tuiteó que la compañía estaba “complacida por haber alcanzado un acuerdo” con Trump y Pence para mantener los empleos en Indianápolis.
Un funcionario del equipo de transición confirmó que el presidente electo y Pence, quien está terminando su mandato como gobernador de Indiana, se reunirían el jueves con directivos de Carrier. El funcionario insistió en no ser identificado ya que no estaba autorizado para hablar sobre el viaje antes del anuncio oficial.
Trump dijo la semana pasada que estaba “logrando avances” en su intento de que Carrier se quedara en Indiana.
En un debate contra la demócrata Hillary Clinton efectuado en septiembre, Trump se expresó en contra de la decisión de Carrier de trasladar cientos de empleos en la manufactura de equipos de aire acondicionado de Indianápolis a México.
“Hay cientos y cientos de compañías que están haciendo esto”, dijo Trump. “Debemos impedir que nos roben nuestros empleos. Debemos evitar que nuestras compañías salgan de Estados Unidos”.
Durante las primarias republicanas, Trump dijo que le exigiría a la compañía matriz de Carrier, United Technologies, revertir la decisión de trasladar las operaciones de calefacción y ventilación de Carrier a fábricas en México, lo que eliminaría 2.100 empleos en Estados Unidos.
Carrier no fue la única compañía a la que criticó Trump. Prometió dejar de comer Oreos luego de que la matriz de Nabisco, Mondelez International, informó que reemplazaría nueve líneas de producción en Chicago con cuatro en México. También emitió críticas contra Ford, luego de que la empresa detalló un plan para invertir 2.500 millones de dólares en plantas de fabricación de motores y transmisiones en México.
El acontecimiento en Indiana marcará una inusual aparición pública para Trump, quien ha pasado casi todo su tiempo como presidente electo reunido con asesores y entrevistando a posibles miembros de su gabinete. Trump tiene planeado realizar en los próximos días lo que sus asesores han anunciado como una gira “de agradecimiento” a los votantes que lo respaldaron en la campaña presidencial.