A través de una red de empresas fantasma en México y Estados Unidos que comenzaron a constituirse desde el primer mes de su gobierno, Javier Duarte consiguió hacerse de un patrimonio inmobiliario de casi mil millones de pesos sin que nada esté a su nombre, confesó uno de sus principales operadores financieros y quien ahora funge como testigo de la Procuraduría General de la República (PGR).
[contextly_sidebar id=”zQX9memei3fInzzhag8LLEkvHrdzJ1ca”]En diciembre de 2010, días después de asumir como gobernador de Veracruz, Javier Duarte citó a un grupo de abogados de confianza en una cena en la Riviera Maya y les propuso un negocio: que le ayudaran a crear empresas de papel que le permitieran adquirir múltiples propiedades en México y Estados unidos.
El objetivo era invertir dinero en inmuebles que estuvieran a su disposición, pero que no aparecieran a su nombre ni se supiera el origen de los recursos.
“Lo que quería Javier Duarte era construir un patrimonio inmobiliario como su fondo de retiro”, confesó el abogado Alfonso Ortega López ante los fiscales de la PGR. Su declaración videograbada, de poco más de una hora de duración, fue reproducida en una audiencia del caso realizada el domingo pasado.
Ortega aceptó la propuesta de Duarte en diciembre de 2012. Dice que lo hizo, porque “no sabía” de donde venía el dinero y porque “no era raro” que se crearan sociedades anónimas (empresas) para hacerse de propiedades.
A cambio el abogado comenzó a recibir un “salario” de 300 mil pesos mensuales. “El dinero me lo dejaban en un sobre cerrado en un despacho de otros abogados”, dice el testigo de la PGR.
La función de Ortega era gestionar la creación de esas compañías y las inversiones. El dinero era proporcionado por el despacho de Juan Janeiro, otro abogado fiscalista prófugo de la justicia.
“Todo era por órdenes de Javier Duarte. Las propiedades y otros bienes, y las sociedades se creaban por instrucciones de él o de su esposa Karime (Macías). Todo estaba a nombre de otras personas pero eran de él”, sostiene el abogado en su testimonio.
En 2011 comenzó la adquisición de propiedades, relata Ortega. A él en particular le tocó crear a través de una sociedad fantasma cuatro departamentos en el complejo de lujo St Regis en Nueva York, cada uno valuado en 400 mil dólares; por instrucciones de Karime Macías, se cambió al menos en dos ocasiones la propiedad de esos departamentos entre sociedades fachada.
Un año después, en 2012, Ortega constituyó la empresa “Desarrolladora” para adquirir por lo menos dos departamentos en un edificio denominado Conjunto Finestre ubicado en Ixtapa, Zihuatanejo. En cada uno de esos departamentos se invirtió un millón y medio de dólares, pero como se entregaron en obra negra, se gastaron otros 500 mil dólares en el acondicionamiento.
Dichos departamentos nunca fueron escriturados. Esto causó la molestia de una persona de nombre Miguel González, administrador de bienes raíces, quien contactó al despacho de Ortega para advertirle que los contratos de compra venta serían anulados y que públicamente se reportaría que los departamentos solo fueron rentados.
En 2013, a través de otra empresa fachada de nombre Inmobiliaria Rohr, se adquirieron dos inmuebles en el número 715 de Sierra Fría en Lomas de Chapultepec. Esta empresa fue constituida pro Ortega donde además fungió como accionista.
Luego siguió la adquisición de cinco parcelas ejidales de más de 50 hectáreas en Lerma Campeche, compradas por las firmas fantasma Consorcio Braden y Terra Inmobiliaria. En dichos terrenos no se ha puesto un ladrillo o camino, pero los mismos funcionaron en una operación posterior de compraventa en el que fueron sobrevaluados de 1.5 millones hasta 250 millones de pesos.
Animal Político publicó ayer que parte de ese dinero fue utilizado, según las investigaciones, para la adquisición y remodelación de un rancho en Valle de Bravo donde Duarte y su familia vacacionaban.
En su confesión, el Testigo de la PGR dijo que además de las operaciones en las que el participó, hubo otras similares para la adquisición de más bienes como dos departamentos en Torre Pelícano en Boca del Río Veracruz, una bodega en Ocoyoacac estado de México, entre 20 y 30 propiedades y terrenos en Miami, Florida, así como una residencia en Woodlands Texas.
De acuerdo con el abogado, tan solo las propiedades en donde él estuvo involucrado alcanzan un valor de casi mil millones de pesos-
“Yo no sabía de donde venía el dinero, solo hacía las triangulaciones; fue hasta lo que salió en medios que comencé a sospechar y le pregunté a Duarte. Su respuesta es que yo ya sabía de donde eran los recursos y que estaba metido como ellos en todo esto”.
Los recursos desviados a través de empresas fantasma también se usaron para la adquisición de algunos bienes además de los inmuebles.
Entre ellos se encuentra la lancha modelo Aquariva, de fabricación italiana y distribuida por Grupo Ferreti. En días pasados se publicó que dicha lancha fue adquirida a través de otra empresa que se constituyó solo para que exista en el papel: Alpargata Marine Venture Score.
“Duarte me dijo que quería una lancha digna de él y que la quería mostrar las festividades de la Virgen de la Candelaria porque él es muy devoto de la misma. Me costó trabajo ubicarla porque no eran sencilla pero la conseguí por 790 mil dólares”, dijo el abogado.
El uso de recursos públicos no acabó con el pago de la lancha, El abogado narró que el propietario de Grupo Ferreti, Scott Weiland, viajó a Veracruz para la entrega oficial de la lancha. Al llegar al aeropuerto de Veracruz se utilizó un helicóptero de la Policía Estatal para trasladarlo a Boca del Río.
A esto se suman un vuelo de ida y vuelta en jet privado de Cancún a boca del Río para el traslado de un técnico de nombre Javier García, que ayudó a reparar uno de los motores de la lancha debido a que el puerto no tiene condiciones adecuadas para la operación de un bote de ese tipo.
El abogado también reconoció que en 2014 adquirió en una joyería de Polanco unos aretes por 40 mil dólares y un anillo de 185 mil dólares. El dinero se lo canalizó Javier Duarte y las joyas eran para la esposa del gobernador.
La Procuraduría General de la República solicitará a los Estados Unidos toda la información relacionada con al menos diez empresas fantasma que los operadores de Javier Duarte constituyeron en ese país para adquirir diversas propiedades en Nueva York, Texas y Florida.
Entre los datos que el Ministerio Público Federal pretende obtener están las cuentas y operaciones bancarias de estas compañías, la identidad de quienes figuran como propietarios, y que inmuebles se habrían obtenido al amparo de cada una de ellas.
La PGR argumentó que con la obtención de esta información se podrá conocer de mejor forma el alcance de las operaciones de lavado que presuntamente realizó el gobernador con licencia de Veracruz.
Los fiscales de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales solicitaron al juez federal Gerardo Moreno un periodo de seis meses para obtener a través de las vías consulares esta información. El juez autorizó la solicitud pero solo por un periodo de tres meses.
La Procuraduría también anunció que realizará múltiples peritajes en diversas propiedades atribuibles Duarte en el país, entre ellas El Rancho La Mesa en Valle de Bravo presuntamente adquirido con dinero público, para conocer el verdadero valor de estas propiedades.
De igual forma se solicitará a la Auditoría Superior de la Federación los resultados completos y la documentación que acreditan múltiples desvíos de recursos públicos en dependencias estatales del gobierno de Veracruz.