Hillary Clinton ganó el segundo debate por la presidencia de Estados Unidos ante un Donald Trump que llegó debilitado tras perder el apoyo de al menos una decena de líderes republicanos –algunos de los cuales incluso le exigieron que renunciara a su candidatura–, luego de la revelación de un video en el que hace alarde de que su fama le ha permitido “hacer de todo” con las mujeres.
[contextly_sidebar id=”J8AS61t9FyPkptJlNYPKi6ri315JCiDr”]Sin embargo, los argumentos que dio la candidata demócrata durante los 90 minutos de debate no bastaron para derrotar a Trump, quien incluso la amenazó con la cárcel en caso de ganar en las elecciones del próximo 8 de noviembre.
Desde el inicio del encuentro, que arrancó sin un saludo de mano entre los candidatos, salió a relucir el tema del video que el diario The Washington Post publicó el viernes pasado, en el que Trump dice que “agarra a las mujeres de la entrepierna”, y que por ser famoso puede “hacerles lo que quiera. Ellas lo permiten”.
Clinton declaró que los comentarios excesivamente vulgares del candidato republicano sobre las mujeres revelaron “exactamente quién es él” y muestran con claridad su ineptitud para ser presidente de Estados Unidos.
La demócrata dijo que ha estado en desacuerdo con republicanos, pero jamás puso “en tela de juicio su integridad. Donald Trump es diferente (…) Es obvio para todos que ese video representa exactamente a su persona, porque es algo que hemos visto en su campaña. Insultando a las mujeres, degradándolas, calificándolas del 1 al 10 por su aspecto“.
Trump reviró y acusó a Clinton de atacar a las mujeres implicadas en las relaciones extramaritales de su esposo, el expresidente Bill Clinton.
“Ella debería estar avergonzada de sí misma”, declaró Trump. Antes del debate, el magnate se reunió con tres mujeres que acusaron al expresidente de acoso sexual e incluso violación, y las invitó a sentarse en la sala.
Bill Clinton nunca enfrentó cargos penales en relación con estas acusaciones, y la demanda sobre supuesta violación fue desestimada. El expresidente sí llegó a un acuerdo extrajudicial con una de las mujeres que reclamaba ser víctima de acoso.
Durante los 90 minutos que duró el debate, Trump interrumpió a Clinton en al menos 18 ocasiones y lanzó una andanada de ataques e insultos; constantemente le dijo “mentirosa”, “diabla” y afirmó que ella tenía un “tremendo odio en su corazón”.
Además, el republicano, que es varios centímetros más alto que Clinton, se situó detrás de ella mientras respondía a preguntas de los votantes. En otras ocasiones, recorrió el escenario, interrumpiéndola repetidamente y criticando a los moderadores.
Trump lurks like a hungry ghost behind Clinton during entire debate https://t.co/p2uwYwtBAJ pic.twitter.com/f1TNBDnsVm
— Mashable (@mashable) 10 de octubre de 2016
El segundo debate –que de acuerdo con Twitter ha sido el más seguido de la historia con más de 17 millones de tuits relacionados– siguió un formato de reunión municipal, con varios votantes indecisos sentados sobre el escenario con los candidatos. Los electores, todos de la zona de St. Louis, fueron seleccionados por Gallup.
De acuerdo con una encuesta de la cadena internacional de noticias CNN, “Trump superó las expectativas, pero Hillalry Clinton ganó el segundo debate presidencial. Los resultados mostraron una clara victoria con un 57% a favor de Clinton, contra 34% por el republicano“.
El magnate reconoció por primera vez que no ha pagado impuesto sobre la renta por muchos años.
Trump aceptó haber utilizado la pérdida de 916 millones de dólares que tuvo en sus negocios en 1995 para evitar pagar impuestos federales.
Sin embargo, trató de usar eso contra Clinton, acusando que si no le gustaban las medidas que le permitieron evadir impuestos, debió haberlas cambiado cuando estuvo en el Senado.
Además, dijo que personas que han hecho donaciones a la campaña de Clinton se han beneficiado con esos esquemas.
En otro momento, después de hacer estos comentarios, dijo que “también” ha pagado millones en impuestos, aunque se había beneficiado de las depreciaciones.
Trump lanzó de nueva cuenta un ataque contra el Tratado de Libre Comercio (TLC), que incluye a México, diciendo que es uno de los peores tratados comerciales que ha firmado Estados Unidos, bajo el mando de Bill Clinton.
Criticó que ahora Hillary Clinton busque firmar el acuerdo Transpacífico.
En una extraña discrepancia pública con su compañero de fórmula, Trump dejó claro que no está de acuerdo con Mike Pence en la forma de abordar la guerra en Siria.
La semana pasada, Pence dijo que el ejército estadounidense debería estar listo para atacar objetivos militares del ejército del país, comandado por el presidente Bashar Assad.
La amenaza de acciones militares contra el ejecutivo de Damasco, que cuenta con el respaldo de Rusia, se aleja del discurso de Trump, que se centra en objetivos del grupo extremista Estado Islámico.
“Él y yo no hemos hablado y yo no estoy de acuerdo”, dijo.
Las nuevas revelaciones sobre Trump eclipsaron las denuncias sobre los discursos pagados ofrecidos por Clinton a firmas de Wall Street, que podrían afectar a su campaña.
Correos electrónicos publicados la semana pasada por WikiLeaks mostraron que la demócrata dijo a un grupo que es aceptable que un presidente proyecte opiniones contrarias en público y en privado.
Preguntada en el debate por si ese comportamiento no es “tener dos caras”, Clinton recurrió al expresidente Abraham Lincoln, recordando que hizo lo que pudo para aprobar la 13ra Enmienda, que abolió la esclavitud, con unos legisladores que no respaldaban la igualdad de los afroestadounidenses.
“Estaba explicando que a veces es difícil hacer que el Congreso haga lo que tú quieres que haga. Eso fue un gran despliegue de liderazgo presidencial”.
Poniendo los ojos en blanco, Trump dijo: “Ahora está culpando al gran Abraham Lincoln”.
En los instantes finales del acalorado debate, los dos candidatos dejaron brevemente a un lado sus hostilidades cuando un votante les preguntó que respetaban del otro.
Clinton dijo que respetaba a los hijos de Trump, a los que calificó de “increíblemente capaces y dedicados”.
Trump –después de agradecer la respuesta de Hillary y destacar cuánto admira a sus hijos–, como empleando uno de los lemas de campaña de la demócrata, dijo que es una “luchadora”.
“Ella no abandona, no se rinde”, dijo. “Yo respeto eso”.
Con información de AP, Vox y CNN.