El colectivo ‘Solecito’, formado por un grupo de 50 madres de personas desaparecidas, informó que halló 75 fosas clandestinas en el predio Colinas de Santa Fe, en el municipio de Veracruz (puerto).
[contextly_sidebar id=”X0OmtvKxYSpDZ1xSNSY4TcjqjUeDAvqO”]Lucía Díaz, representante del colectivo y madre de un joven de 29 años desaparecido hace tres años en el Puerto, explicó en entrevista con Animal Político que las labores de búsqueda iniciaron el pasado 3 de agosto, y que a partir del día 8 comenzaron a encontrar fosas en un predio.
A la fecha, expuso Díaz, la división de la Policía Científica de la Policía Federal ha procesado 8 de las 75 fosas, encontrando un total de 28 “cuerpos enteros”, de los cuales algunos de ellos presentaban signos de tortura, como los ojos vendados.
Para el colectivo ‘Solecito’, este hallazgo, al que llegaron gracias a la información que de manera anónima les hicieron llegar varios ciudadanos, puede ser “el más grande” hecho por la ciudadanía de fosas clandestinas en México.
“Si en 8 fosas de 75, la Policía Científica encontró 28 cadáveres, ¿cuántos más puede encontrar en las 67 restantes?”, cuestionó Lucía Díaz.
La Fiscalía General del Estado confirmó en un comunicado el hallazgo de “75 puntos” en el predio Colinas de Santa Fe, y también confirmó que hasta el momento se han procesado 8 de las fosas.
La Fiscal de Investigaciones Ministeriales, Rosario Zamora, aseveró que “no se puede hablar en este momento de algún número de cuerpos localizados, pues sería irresponsable”.
Este no es el primer hallazgo de fosas clandestinas que documentan organizaciones civiles y familiares de personas desaparecidas.
El pasado mes de abril, la Brigada Nacional de Búsqueda de familiares de personas desaparecidas, una organización diferente a ‘Solecito’, encontró en tan solo 15 días de trabajo en diferentes lugares del estado veracruzano 15 fosas clandestinas con cientos de restos humanos.
La Brigada señaló que los hallazgos de estas fosas se dieron en dos lugares distintos: el primero, en San Rafael Calería, una comunidad rural del municipio de Córdoba, en el centro de la entidad. Allí se encontraron 11 puntos con restos calcinados y fragmentados, como rótulas, huesos del cráneo y dientes.
El segundo fue en Amatlán de los Reyes, municipio conurbado a Córdoba, en la zona cafetalera del estado. En esta localidad, la Brigada halló varios pozos tapados que escondían múltiples restos humanos y ropa quemada.