El Gobierno de Coahuila, a cargo de Rubén Moreira, pagó facturas millonarias a empresas fantasma cuyos domicilios están en bodegas, casas abandonadas y vecindades ubicadas en la Ciudad de México, Monterrey y Saltillo.
[contextly_sidebar id=”6eRSrY9f3n2ztDnGq6c9Kkbv0xdlznfQ”]De acuerdo a una investigación del diario Reforma, estas empresas facturan servicios de consultoría, y venta de insumos como edredones, cobijas, medicamentos además de alimentos.
Algunas de las empresas señaladas en el reporte son Nuberia Comercial de México y Consultora Murano, en la Ciudad de México; Comercializadora Vilansa y Operadora de Negocios Egeo, en Monterrey, y Riviera Álamo, en Saltillo, son algunas de las firmas favorecidas por el obierno estatal.
También se detectaron las empresas Asha Consultores Especializados, Consultorías Bardo, Vilzel Consultoría Integral y Hotelería y Alimentos GRF, todas en la Ciudad de México.
Nuberia Comercial se ha adjudicado este año al menos cinco contratos por asignación directa por un total de 77 millones 513 mil pesos por la compra de colchonetas, colchones, material de curación, paquetes quirúrgicos y medicamentos, indica Reforma.
Sin embargo la empresa no aparece en el Padrón de Proveedores y Contratistas del gobierno estatal vigente.
La firma Riviera Álamo – ubicada en Saltillo – ha facturado este año más de 24 millones de pesos al erario por contratos directos, sin licitación.
Las empresas carecen de portales de internet, teléfonos y otras no tienen oficinas donde dicen estar establecidas.
De acuerdo a fuentes de la Secretaría de Finanzas de Coahuila, los pagos a estas empresas se realizan por órdenes de los altos mandos. Uno de ellos sería el Subsecretario de Administración de la Sefin, Julián Montoya.
En algunos casos, lo que ofrecen las empresas no corresponde con lo que factura el gobierno.
Un ejemplo es Consultora Murano recibió del estado 15 millones de pesos por la compra de huevo blanco, pierna y muslo de pollo, pese a que esta empresa es proveedora de asesorías.