La tormenta tropical Earl que tocó tierra la semana pasada causando daños en tres entidades mexicanas (Puebla, Veracruz e Hidalgo), dejó un saldo de 52 personas muertas hasta el momento. Eso la convierte en la tercera tormenta tropical más letal ocurrida en México en los últimos 16 años.
[contextly_sidebar id=”zfce4kL0OPlw6oeJrH9nYPV7gT2TGhqM”]Solamente el huracán Ingrid combinado con la tormenta Manuel en 2013 y el huracán Stan que arrasó Chiapas, en 2015, han dejado un mayor número de personas muertas, si se compara con Earl.
Aunque Earl se degradó antes de llegar a territorio mexicano, su nivel de letalidad supera a una decena de huracanes, algunos de nivel 3, 4 y 5 que con esa fuerza han impactado México.
De acuerdo con datos oficiales recopilados por Animal Político, obtenidos de 16 informes de impacto socioeconómico de desastres naturales publicados por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), en lo que va del presente siglo (2000-2016) más 2 mil 500 personas han fallecido por desastres hidrometeorológicos (sequías, lluvias, ciclones) y de ese total 535 han muerto en tormentas tropicales y huracanes.
A eso se suman las pérdidas materiales que ascienden, del 2000 al 2014, a más de 368 mil 798 millones de pesos. Los datos oficiales sobre el impacto económico en 2015 aún no se han dado a conocer, mientras que los de 2016 se encuentran en desarrollo.
Lo anterior significaría que en 14 años los desastres causados por huracanes, tormentas, lluvias e inundaciones cuestan, en promedio por mexicano, alrededor de tres mil 100 pesos.
México es un país que cuenta con costas en dos océanos. Esto representa muchas ventajas en términos económicos y de desarrollo, pero también representa un riesgo doble en materia de ciclones pues el país es vulnerable a este tipo de fenómenos que se originan en las dos temporadas de huracanes: la del Atlántico y la del Pacífico.
Esto explica que, de acuerdo con los registros oficiales, todas las entidades del país han sido afectadas o alcanzadas por algún huracán, tormenta, o lluvia atípica o torrencial.
Por citar el ejemplo más reciente, en septiembre de 2013 el Huracán Ingrid que ingresó al país por el Golfo de México se combinó con la tormenta Manuel que lo hizo por el pacífico, generando afectaciones menores y mayores en 22 estados del país según el balance del CENAPRED.
Hay entidades federativas que resultan afectadas con mayor frecuencia y de forma más significativa, ya sea por su ubicación geográfica o por sus condiciones orográficas que las hacen vulnerables a inundaciones, deslaves y derrumbes que dejan las tormentas tropicales y lluvias torrenciales.
De los 37 fenómenos hidrometeorológicos que han dejado por lo menos cinco personas muertas entre 2000 y 2016, los estados más afectados son: Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Puebla, Chiapas y Baja California Sur.
El 2013 ha sido el peor del siglo en cuanto a pérdidas de vida: se registraron 300 fallecimientos por fenómenos hidrometeorológicos de los cuales 180 correspondieron directamente a ciclones tropicales.
La pérdida de vidas humanas relacionadas con este tipo de desastres en México es mayor – en proporción a otro tipo de desastres naturales – pues ocurren con mayor frecuencia, sin embargo en el siglo XXI se aprecia una reducción en cuanto a la letalidad, aun cuando hay huracanes que han golpeado con su máxima capacidad.
Un gráfico publicado por el CENAPRED con información que data de 1980, arroja que las inundaciones en Puebla en 1999 dejaron 263 muertos; las lluvias torrenciales en Chiapas de 1998 a 229 muertos, y el huracán Paulina de 1997 arrojó un saldo fatal de 228 personas fallecidas.
Hay dos excepciones en las últimas tres décadas en cuanto al mayor número de personas fallecidas por fenómenos no hidrometeorológicos. El sismo de 1986 en la Ciudad de México con un saldo oficial de seis mil muertos; y la erupción del volcán Chichón en Chiapas, en 1982, que cobró la vida de mil 700 personas.
Por lo pronto, para México, la tormenta tropica Earl es la tercer fenómeno hidrometeorológico más letal en los últimos 16 años.
En lo que va del siglo ya se han presentado dos huracanes que han llegado a nuestro país con vientos de categoría 5. El más reciente fue el huracán Patricia, considerado el más potente registrado en la historia del hemisferio occidental, que en octubre de 2015 alcanzó las costas de Jalisco y Colima.
Los múltiples avisos de prevención y la estrategia coordinada a nivel federal y estatal, redujeron las afectaciones a daños materiales, sin vidas perdidas a consecuencia directa del fenómeno.
El huracán más mortífero para México, en 16 años, ocurrió en septiembre de 2013 cuando el huracán Ingrid categoría 1 ingresó por Veracruz, algo común sino fuera porque en esa ocasión se encontró y combinó con remanentes de la tormenta tropical Manuel que había entrado por Guerrero.
De acuerdo con el informe 2013 de impacto socioeconómico de desastres naturales del CENAPRED, la fuerza combinada de los ciclones Ingrid y Manuel provocaron un prolongado temporal de lluvias afectando a 22 entidades federativas.
“La interacción de estos fenómenos constituyó un hecho histórico que no se presentaba desde 1958 (…) el saldo de 157 muertos a causa de la interacción de Ingrid y Manuel es un nivel que no se había registrado desde 1997 curiosamente por el impacto el huracán Pauline también en Guerrero”, indica el informe oficial.
Luego de la inusual combinación de Manuel e Ingrid ocurrida en 2013, el segundo fenómeno más letal del siglo es el Huracán categoría 1 Stan que golpeó a múltiples países de centroamérica y terminó estacionándose en Chiapas. El saldo letal de este fenómeno, solo en Chiapas, fue de 98 personas muertas.
La UNICEF calificó en ese momento a Stan como el peor desastre sufrido en la región desde el huracán Mitch en 1998. En Guatemala murieron 650 personas, Naciones Unidas estimó que un tercio de todas las víctimas registradas en México y Centroamérica eran niñas, niños y adolescentes.
El top 5 de los ciclones más mortíferos en lo que va del siglo lo completan el huracán Alex de categoría 2 que en 2010 golpeó a Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila dejando 29 personas fallecidas; y el huracán Karl seguido de la tormenta Mathew que causaron afectaciones en Veracruz y Puebla con un saldo de 23 personas muertas.