Proyecto Cerro Prieto: el rescate de un volcán de la contaminación en Mexicali
[contextly_sidebar id=”7X1wOtgT4JnlxWu0yyjoTxSn6jkWmGPa”]En Mexicali, Baja California, hay un ave que puede observarse incluso en imágenes satelitales, pues sus alas alcanzan casi los 190 metros, mide 200 de largo y permanece en el corazón del volcán ‘Cerro Prieto’. Se trata del emblema de un movimiento ciudadano para rescatar una zona natural contaminada por una planta geotérmica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y por habitantes de la zona que la utilizaron como basurero.
El zopilte trazado con piedra volcánica marcó el inicio del proyecto Wi ñill: Wa’ Shayii (Cerro Prieto: Casa del Zopilote en lengua cucapá) iniciada por Juan Hernández, profesor de bachillerato y de artes plásticas, quien a inicios de 2015 le propuso a pobladores rescatar el ‘corazón’ del ‘Cerro Prieto’ para convertirlo en centro ecoturístico.
“Conozco la historia del volcán, a principios del siglo XX era una laguna. No nada más por (culpa) de la planta geotérmica, pero se fue perdiendo el agua, era una zona verde y al cortar el agua toda la zona se secó”, narra Hernández.
Aunque esta planta lleva, en su primera fase, más de 40 años funcionando y es la principal fuente de energía del estado, en la última década los habitantes de las comunidades cercanas han denunciado afectaciones en sus campos y en el ecosistema del lugar, pues la generación de energía geotérmica se obtiene mediante los vapores de la tierra.
“Le planteé a la población la posibilidad de crear un centro ecoturístico, rescatar el sitio, invitar a la gente a ir y obviamente limpiarlo”, explica Hernández, quien junto con casi 100 personas diseñaron y trazaron el ave en este cráter casi desierto.
Juan tomó al zopilote como referencia, por ser una de las aves endémicas de la región y por la importancia que tiene para la comunidad indígena cucapá (originarios de la región): la representación de la muerte y la purificación.
De acuerdo con Juan Hernández, fue en los años 50 cuando se iniciaron las perforaciones para investigación del subsuelo, es decir el primer antecedente de la industria geotérmica en el valle de Mexicali.
Una crisis de agua y de plagas que mermaron la agricultura hace más de 50 años, provocó que los campesinos locales comenzaran a contratarse como jornaleros en el área industrial, especialmente en la Comisión Federal de Electricidad, lo que convirtió a la planta geotérmica Cerro Prieto en la principal fuente de ingresos en los pobladores de las comunidades aledañas. Para Hernández, la industrialización en toda la región también se tradujo en la generación de contaminación de suelo, aire y agua.
¿Qué tanto daño causa la planta geotérmica?
El objetivo de transformar un basurero en un paisaje cultural y ecológico es que la gente se una al rescate, explica el creador de la iniciativa, quien logró unir esfuerzos de ejidatarios, estudiantes, de la misma CFE y de la Universidad Autónoma de Baja California.
La iniciativa y las protestas de ejidatarios en la región lograron que el pasado 5 de abril, el entonces director de la CFE – y actual dirigente del PRI – Enrique Ochoa Reza, visitara la zona para reunirse con afectados y autoridades, donde propuso que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) junto con otra institución internacional, realizaran un estudio para conocer el impacto ambiental de la planta en la zona.
De acuerdo con Ochoa Reza, el programa de trabajo de este estudio sería “aprobado y supervisado por un grupo de trabajo conformado por directivos de la CFE, académicos locales, y líderes ejidales de la zona”, y de sus resultados la misma Comisión evaluaría posibles cambios en la operación de la planta geotérmica.
Por otra parte, estudios académicos mexicanos aseguran que esta forma de energía es una de las menos contaminantes, pues la generación de vapor geotérmico produce menores cantidades de bióxido de carbono que otros combustibles.
Lo cierto hasta el momento es que gracias a la iniciativa de un profesor de bachillerato, así como de un grupo de ciudadanos y algunas autoridades, se ha podido rescatar una zona emblemática para los mexicalenses; ahora desde el cielo un ave resguarda el Cerro Prieto.
