La población de Guerrero es más pobre y más informal que hace 10 años, revelan los datos del Semáforo Económico elaborados por la organización “México ¿Cómo Vamos?”
[contextly_sidebar id=”Pjc65inlFeCXcL7O4jixfQnBugusI906”]El deterioro en el bienestar de Guerrero está acompañado de bajo crecimiento económico y del estancamiento de la productividad, ocasionados principalmente por la apuesta por el turismo y la violencia en el estado.
En los últimos 10 años, Guerrero creció por debajo de la tasa nacional, ya que la economía del estado subió 2.2% en promedio anual, mientras el país lo hizo a un ritmo de 2.4%, por lo que Guerrero es la sexta entidad con menor crecimiento en ese periodo.
El #SemáforoEconómico indica que Guerrero es el segundo lugar con mayor porcentaje de población en pobreza laboral del país, solo por arriba de Chiapas. Esto significa que 63.1% de la población de Guerrero está en pobreza laboral, es decir, no pueden adquirir la canasta alimentaria con el ingreso proveniente del trabajo de todos los integrantes del hogar.
Otro de los problemas de Guerrero es que los trabajadores ocupados están en actividades económicas informales. Las actividades primarias, como la agricultura, la ganadería y la pesca, agrupan a 29.4% de la fuerza laboral del estado y de ese total, prácticamente todos los trabajadores son informales.
En los últimos años se ha registrado un desplazamiento a la industria manufacturera y al sector turístico; sin embargo, en Guerrero, estas actividades muestran una tasa de informalidad mayor a la nacional, por lo que no disminuye la informalidad en el estado.
De hecho, Guerrero es el segundo estado con mayor tasa de informalidad, después Oaxaca, y el quinto en el que se ha incrementado más este fenómeno en los últimos 10 años. En total, 71.4% de la fuerza laboral en el estado labora en esta condición.
Debido a esos niveles de informalidad, no sorprende que el empleo en Guerrero sea de los menos productivos comparados con la media nacional. En Guerrero se genera 77 pesos por hora trabajada, mientras que a nivel nacional se genera 139 pesos.
Incluso en el sector turístico, Guerrero es menos productivo en comparación a nivel nacional.
La economía de Guerrero apostó por el turismo; sin embargo, este sector no alcanza los niveles de productividad de otros estados turísticos como Quintana Roo.
Además, en los últimos años, el turismo se ha visto afectado por la violencia. La tasa de homicidios de Guerrero es de 63.5 por cien mil habitantes, mientras que a nivel nacional es de 16.3. La tendencia es clara, entre más aumenta la tasa de homicidios, el estado recibe menos turistas.
Hasta ahora no se cuenta con datos de la llegada de turistas en 2015; no obstante, se espera que hayan disminuido, dado el repunte en el número de homicidios.
Además del turismo, Guerrero se enfoca en el comercio, la minería y la industria alimentaria y aunque existen actividades económicas que son más sensibles al aumento de la violencia que otras, el crimen daña la funcionalidad de la economía en general.
La violencia afecta a la economía desde un aumento de los costos de operación de los negocios —por el gasto en seguridad privada y la disminución de las ganancias por el pago de extorsiones— hasta la cancelación de inversiones por la incertidumbre en los resultados.
Si un empresario o comerciante está amenazado por la inseguridad, buscará otro lugar para hacer sus negocios, privando a Guerrero de nuevas industrias.
Para desarrollar la industria en Guerrero es necesario un Estado de derecho funcional, infraestructura, capital humano, métodos de financiamiento y es aquí donde entran las Zonas Económicas Especiales (ZEE), cuyo objetivo es atraer inversiones en actividades productivas en una región delimitada.
Para lograr su objetivo, las ZEE asegurarán la provisión de infraestructura necesaria, capacitación laboral y condiciones excepcionales (incentivos fiscales y laborales).
En este panorama, las ZEE en Guerrero pueden ser el punto de inflexión para el establecimiento de actividades más productivas en la región, que incentiven a la acumulación de mayor capital humano, reduzcan la informalidad y mejoren las condiciones de vida de la población.
Sin embargo, el principal obstáculo de las ZEE en Guerrero será la violencia, que podría impedir que estas Zonas se incorporen a la economía del resto del estado e incidan en la productividad.
Si no se pone un alto a la violencia, estará en riesgo la ventana de oportunidad que abren las ZEE y el futuro de 3.57 millones de mexicanos que viven en el estado.
Nota: Las Zonas Económicas Especiales son áreas claramente delimitadas, en las que las condiciones de inversión, normas de comercio, impuestos y entorno regulatorio son más liberales que en el resto del país. El propósito de estas zonas es generar desarrollo en regiones o en industrias específicas.
Los siguientes #SemáforosEconómicos de México, ¿Cómo Vamos? estarán dedicados al análisis de los perfiles económicos de los estados donde se instalarán las primeras Zonas Económicas Especiales. Se analizarán los indicadores que se buscan mejorar con la implementación del Programa.