[contextly_sidebar id=”VRssYGyRTTpHwtbKSAK8vUBNj9jM6E6q”]Exceso de trámites, tiempo y dinero para poder iniciar un negocio; un porcentaje de IVA de los más altos del continente; temor por la inseguridad y desconfianza en la policía; contratos colectivos opacos; un sector informal que deriva en una pobre recaudación fiscal; son algunos de los factores que entorpecen el crecimiento económico y de negocios en México.
Un estudio realizado por analistas del Observatorio de Libertad Económica y Política “Elegir” desnuda las causas por las cuales nuestro país se encuentra rezagado a nivel mundial en la generación de condiciones propicias para que surjan un mayor número de empresas, crezcan las que ya existen y se eleven las fuentes de empleo.
El análisis parte de los resultados del Índice de Libertad Económica (Economic Freedom of the World) elaborado por la fundación de estudios públicos con sede en Washington CATO Institute, que coloca a México en la posición 93 de 150 países, superado incluso por naciones como Haití, las islas Fiji o Trinidad y Tobago.
El referido índice mide a través de distintas variables “el grado en que las instituciones y las políticas de los países permiten el florecimiento económico o lo entorpecen y restringen”.
Países asiáticos y europeos encabezan en su mayoría los primeros lugares en este índice. Hong Kong se ubica en el primer sitio con un índice de libertad económica de 8.97 en una escala del 1 al 10. Le siguen Singapur, Nueva Zelanda, Suiza y Emiratos Árabes en los primeros cinco lugares.
Por lo que se refiere a América Latina, Chile es el país con el mejor índice de libertad económica y se ubica en la posición 10 a nivel mundial empatado con el Reino Unido. Luego se ubica Costa Rica en la posición 25, Nicaragua en el lugar 37, Perú en el sitio 41, Honduras y Panamá en el 49, El Salvador en 55, Uruguay en 62, Trinidad y Tobago 73, Paraguay en 89, Bardos en 90 y Haití en 92.
¿Por qué México pese a estar entre las 20 economías más grandes del mundo y una de las de mayor dimensión del continente se encuentra tan rezagado? Estas son las principales causas según los expertos.
México se ubica hasta la posición 107 a escala mundial en el tema relacionado con la apertura del mercado laboral. El Observatorio advierte de múltiples regulaciones en contratación y salario mínimo, en materia de despidos, contratos colectivos centralizados y opacos, y juicios laborales largos y costosos.
Todo lo anterior, según el análisis, deriva en un “mercado laboral rígido y difícil mente competente”.
Peor aún es la posición de México a nivel mundial (posición 109) en el apartado de regulación empresarial. Lo anterior se debe a las dificultades que existen para poder poner en marcha una empresa en el país sin recurrir a la corrupción que como consecuencia se genera para agilizar los trámites.
“El tiempo y costo de comenzar un negocio de aproximadamente siete trámites, 12 días y un desembolso equivalente a 11.5 por ciento del ingreso per cápita, variado por supuesto en cada estado, los costos burocráticos, los requerimientos administrativos como pagos extra, favoritismo, mordidas, las restricciones de licencia y el costo fiscal hacen de México un país nada atractivo para los emprendedores y negocios que comienzan” indica el estudio.
De acuerdo con el Observatorio de Libertad Económica y Política “Elegir”, hay factores que atañen a políticas de gobierno que no favorecen el crecimiento económico. Una de ellas es un alto porcentaje de impuesto al valor agregado en contraste, entre otras cargas impositivas.
“Mientras que la inversión pública continúa en declive, el IVA es uno de los más altos del continente (frente a Canadá donde es de 5 por ciento o Panamá donde es de 7 por ciento), los impuestos progresivos como el impuesto sobre la renta que va de 0 por ciento a 35 por ciento para personas físicas y la existencia de impuestos sobre la nómina en los estados mantienen a México dentro de la mediocre media mundial” indica el análisis.
Los analistas también estimaron que la dinámica de numerosos subsidio, casi 408 mil millones de pesos anuales sumado a la existencia de 200 paraestatales, “laceran” el desarrollo económico.
El estudio destaca que en materia de seguridad jurídica México se encuentra hasta la posición 115 de los 150 países evaluados en el ranking. Esto pasa por diversos factores, uno de los más llamativos las pérdidas económicas atribuibles a la delincuencia, desde robos hasta extorsiones en varios estados.
Pero a esto se suma también otros factores que afectan la integridad del sistema legal, por ejemplo, la imposibilidad de libre tránsito en carreteras, aunado a poca confianza ciudadana en la policía.
El análisis también destaca una escasa protección del derecho a la propiedad en México, en comparación con otros países.
De acuerdo con datos del Observatorio México se encuentra en la posición 82 en comercio exterior, pese a que México tiene numerosos acuerdos de libre comercio firmados con países americanos y europeos.
Uno de los problemas tiene que ver con los aranceles, es decir la cuita que se impone productos que se importan. México tiene el tercer arancel agropecuario más alto del continente. A esto se suman aranceles específicos y mixtos que tienen a encarecer determinados artículos.
“A esto se suman demoras en las aduanas, la exclusividad de los agentes aduanales (licencias), las inspecciones o las distorsiones y restricciones por medidas en materia de inversión comercial” indica el estudio.
Aunque parezca una contradicción, pese a que México ha establecido impuestos altos como el ya mencionado del IVA o ISR, su recaudación fiscal es en realidad pobre. Esto se debe en gran medida a la informalidad que termina por perjudicar el crecimiento económico legal.
“Los ingresos fiscales en México son de apenas el 20% del PIB, el más bajo de los 34 países de la OCDE, a pesar de tener una máquina recaudatoria potente y agresiva. La economía informal, aquella que no se rige por las reglas estatales tiene sin duda que ver en ese porcentaje y es muestra fehaciente de que las políticas restrictivas que practica México son beligerantes con la actividad de su población” indica el estudio.
Un punto positivo en materia regulatoria, destacan los analistas, es la poca intervención del Estado en el sector crediticio lo que favorece un desarrollo más sano en este rubro e incentiva una mayor inversión.