PARÍS — La máxima autoridad administrativa de Francia estudia la legalidad de los vetos impuestos por algunas localidades a los burkinis —trajes de baño que cubren todo el cuerpo_, en medio de crecientes preocupaciones por casos de mujeres musulmanas obligadas a desvestirse por la policía.
[contextly_sidebar id=”mkFzkf6aEYpIxbDBvdlmmWkrXWwHrmRV”]Imágenes de policías uniformados que aparentemente piden a una mujer que se quite la túnica y relatos de incidentes similares en medios de comunicación suscitaron sorpresa e indignación esta semana en internet.
En Francia, un país estrictamente laico, varias localidades prohibieron los burkinis este verano, pero algunos temen que la medida pueda avivar tensiones religiosas.
El primer ministro francés, Manuel Valls, dijo el jueves a la televisora BFM que este tipo de traje de baño representa “la esclavitud de la mujer”, y reiteró su apoyo a los alcaldes que los han prohibido.
La ministra de Educación, Najat Vallaud-Belkacem, una feminista con raíces en el norte de África, dijo que aunque a ella no le gusta el burkini, cree que prohibir la prenda tiene motivaciones políticas y que desata sentimientos racistas.
“Mi sueño de sociedad es una donde las mujeres sean libres y orgullosas de sus cuerpos”, dijo a radio EUROPA-1.
Pero con las tensiones elevadas en Francia tras una serie de ataques letales de extremistas islámicos, agregó: “No hay que echar gasolina al fuego” con una prohibición de los burkinis.
Los críticos de los decretos locales han dicho que las órdenes son demasiado vagas, lo que ha llevado a las autoridades policiales locales a multar incluso a las mujeres que usan el velo islámico tradicional y el hiyab, pero no los burkinis.
Grupos de derechos argumentan que la prohibición es discriminatoria y apelaron los vetos al Consejo de Estado, que estudia el caso el jueves. Su decisión podría demorarse 48 horas.