Carlos Slim: primero amigo del gobierno y ahora su rival de negocios
Los negocios de Carlos Slim no van bien. Su principal compañía, América Móvil, reportó una caída en sus ganancias de 44% en el primer semestre de este año.
[contextly_sidebar id=”QZ0iXfooOFQQHGz163eWH7KHRhU7XdOH”]También el valor de sus acciones ha caído 39% en Wall Street desde julio del año pasado.
Según analistas, la ley de telecomunicaciones aprobada en – ha afectado la fortuna de Slim, calculada en unos 50 mil millones de dólares; varias veces encabezó la lista de los hombres más ricos del mundo, según la revista Forbes.
La compañía reportó en su informe trimestral de finales de julio que la competencia – alentada por la nueva ley de telecomunicaciones – ha imitado sus ganancias, reporta The New York Times.
Al ser la empresa dominante del ramo debe compartir su infraestructura con competidores más pequeños como AT&T.
Antes de la reforma, Slim tenía el control del servicio de telecomunicaciones, el que los usuarios calificaban como caro y con fallas. Pero ahora el empresario enfrenta competencia real en el ramo, aunque no ha perdido la porción de mercado que controla: 70% de los usuarios de telefonía móvil y 65% en telefónica fija.
Para Slim la nueva ley de telecomunicaciones no debería exigirle una normatividad especial por ser dominante, según dijo en una entrevista.
“Ve todas las regulaciones que nos han puesto. Velas”, dijo. “Cada vez que se quejan de algo, hacen gestiones para que pongan una regulación”.
Aunque Slim y Telmex tenían el control de la mayoría de los usuarios en México, la calidad del servicio no era la mejor ni la más barata.
Según la OCDE, en 2008 América Móvil tenía ganancias de un 70% más alto que el promedio de los países miembro. En cuanto a servicios, México se rezagó en el acceso a banda ancha móvil detrás de Brasil, Argentina, Colombia y Venezuela, según datos de la Comisión de la Banda Ancha para el Desarrollo Sostenible, una iniciativa de las Naciones Unidas.
Si quieres saber más sobre la historia de la fortuna de Slim y sus perspectivas a futuro lee el artículo de The New York Times en español aquí.
