Cifras de cadáveres que no concuerdan; cuerpos que no cuentan con un expediente que informe cómo murieron ni cómo llegaron a manos de la Fiscalía de Morelos; irregularidades en el registro de los restos humanos; cadáveres a los que no se les practicó la necropsia a pesar de presentar signos de violencia. Y así, un largo etcétera.
[contextly_sidebar id=”nyscO736wa3qD0UWHwkRCm2mY4fYPUsn”]Esta son algunas de las irregularidades que, según los expertos de la Comisión Científica de Identificación Humana de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), cometió la Fiscalía morelense en la comunidad de Tetelcingo; donde en marzo de 2014 se descubrió que sepultó de manera ilegal 117 cuerpos en el panteón de dicha comunidad perteneciente al municipio de Cuautla.
A dos años del descubrimiento de la fosa, y luego de que el pasado mes de junio se exhumaran de nuevo los cadáveres para extraer sus perfiles genéticos y cotejarlos con el de familias de personas desaparecidas, los expertos de la UAEM presentaron el informe Fosas clandestinas de Tetelcingo: Interpretaciones preliminares, en el que concluyen que los cadáveres fueron tratados “como basura”.
En Animal Político te presentamos las principales claves del informe de los peritos de la UAEM.
1.- Las cifras de cadáveres no concuerdan
El pasado 3 de junio se exhumaron 117 cadáveres en la fosa de Tetelcingo. Esta cifra no concuerda con la anunciada por las autoridades el 28 de marzo de 2014, cuando la Policía Preventiva Municipal de Cuautla indicó en una tarjeta informativa que se inhumaron 150 cuerpos.
“Los cuerpos restantes presumiblemente estarían depositados en una tercera fosa”, señala el informe de los peritos de la UAEM.
2.- Nueve bolsas con restos que no estaban registradas
Además de los 117 cadáveres, los peritos encontraron nueve bolsas con 12 restos de otros cuerpos, de los cuales no existía ningún registro por parte de la autoridad.
3.- Cuerpos sin carpeta de investigación ni necropsia de ley
De los 117 cuerpos, 34 no tenían ninguna carpeta de investigación abierta. Esto es, la autoridad los enterró sin realizar ninguna indagatoria sobre el motivo de la muerte. Cabe recordar que en mayo de este año, el rector de la UAEM, apuntó que en el caso de Tetelcingo pudo haber “crímenes de lesa humanidad”, debido a que los cuerpos enterrados sin que existiera una averiguación previa “podrían ser víctimas de desaparición forzada”.
Además, 12 de los cuerpos fueron sepultados en la fosa común sin que la autoridad le practicara la necropsia de ley. De esos cadáveres, nueve presentan huellas de violencia.
4.- Huellas de violencia, tortura y posible “encubrimiento de delitos”
Hasta 84 cuerpos de un total de 117 fueron enterrados ilegalmente por la Fiscalía con evidentes signos de violencia física y tortura, lo cual, en opinión de los expertos forenses, evidencia el posible “encubrimiento de delitos” por parte de las autoridades morelenses.
Entre los indicadores de violencia se encuentran cráneo ausente en cuatro cadáveres sin una explicación forense de la Fiscalía; órganos extirpados sin explicación forense; y amputaciones sin señales de traumatismo, también sin una explicación forense.
5.- Las familias buscan; el Estado oculta
El informe apunta que entre los cadáveres sí se identificó a 8: Alfonso N.; Gerardo N.; Crispín N.; Mario N.; Juan Carlos N.; José Luis N.; Braulio N.; y Mario N.
El documento expone que la Fiscalía de Morelos “nunca ha informado qué acciones llevó a cabo para dar con el paradero de sus familias”.
“No se hace un esfuerzo claro por localizar a los familiares de las víctimas identificadas –añade el texto-. Los familiares siguen buscando a sus desaparecidos mientras el Estado los oculta”.
6.- Fosas del gobierno al estilo de ‘Los Zetas’
Roberto Villanueva, integrante del Programa de Atención a Víctimas de la UAEM, denunció que las condiciones en que fueron hallados los 117 cuerpos en la fosa de la Fiscalía de Morelos en Tetelcingo, apuntan que fueron sepultados de la misma forma en que lo hacen los grupos del crimen organizado, “en particular, ‘Los Zetas’”.
“Encuentren las diferencias”, comentó sarcástico Villanueva, tras exponer durante la conferencia de prensa de ayer martes dos fotografías en las que se comparó las fosas en Tetelcingo con otra del grupo Los Zetas.
Eliana García Laguna, exsubprocuradora de Derechos Humanos de la PGR, también expuso en el informe de la UAEM que tras realizar un análisis de las condiciones en que se colocaron los restos sepultados por las autoridades, “dan cuenta de una inhumación con características de clandestinaje, similares al patrón de inhumaciones ilícitas realizadas en zonas controladas por grupos criminales”.
7.- Hay tres cuerpos de niñas; la Fiscalía dice que sólo hay uno
En un principio, la Fiscalía morelense informó que entre los cadáveres se encontraban los de un ‘no nato’ de 36 semanas de gestación, una niña de siete años y un menor de dos años.
El peritaje de la Comisión Científica de Identificación Humana de la UAEM, revela que en el caso de un “menor de dos años de edad” se trata en realidad de una niña que, de acuerdo al examen odontológico, tiene una edad aproximada de entre 8 a 10 años; en cuanto al ‘no nato’, el informe apunta que se trataba de una niña recién nacida y su edad tendrá que ser determinada por genética.
8.- No investigaron posible trata de personas en un caso, ni el perfil genético de las víctimas
En el caso de la menor de entre 8 y 10 años, la Fiscalía anunció anteriormente en un comunicado que ésta fue hallada en el río Apatlaco, en Xochitepec, Morelos; el informe recalca que la Fiscalía “no menciona que la niña fue privada de la vida al ser arrojada desde un puente de aproximadamente 20 metros de altura”; “tampoco menciona que fue encontrada completamente desnuda”.
El documento señala que por la forma en que tenía pintadas las uñas la niña, “la Fiscalía debió investigar el caso como una posible víctima de trata y/o feminicidio, además de obtener su perfil genético, como con cada uno de los cuerpos encontrados en las fosas clandestinas de Tetelcingo (…), y subirlo inmediatamente a las bases de búsqueda de personas desaparecidas de la PGR, acción que no llevó a cabo”.
9.- Bebé fue tratada como basura
En cuanto a la bebé de edad indeterminada, su cráneo estaba totalmente fragmentado y todo el cuerpo desarticulado. Esto, debido a la presión del peso de la tierra más el peso de los cuerpos que las autoridades le tiraron encima, expone el informe.
La Fiscalía anunció previamente que la bebé fue encontrada en el conjunto habitacional Alta Vista, en Cuernavaca. Pero el informe apunta que su cadáver no apareció en la vía pública, como mencionó la Fiscalía, sino que ésta fue abandonada desnuda en el contenedor de basura de la unidad habitacional el 1 de diciembre de 2012.
“La niña fue tratada como basura al momento de nacer por quienes le quitaron la vida y posteriormente, el 28 de marzo de 2014, fue nuevamente tratada como basura por la Procuraduría General del Estado de Morelos”, apunta el documento.
10.- Fallas en la identificación de cadáveres, falta de protocolos…
Ente las conclusiones del informe, los peritos de la UAEM evidencian que las autoridades morelenses no cumplieron en el caso de Tetelcingo “con su deber de investigar, encontrar, identificar y entregar a las víctimas a sus familiares”.
Subrayan que hay “múltiples fallas y vacíos” en el manejo e identificación de cadáveres, y que se omitió resguardar las ropas y otros elementos que podrían conducir a la identificación de las víctimas.
Aparte, hay una falta de aplicación de protocolos para el manejo de cadáveres, restos y fosas. Por ejemplo, se enterró en posición inapropiada (vertical) a un número elevado de individuos, “con el riesgo de desarticulación y posible pérdida de elementos óseos”.
Los expertos concluyen que tampoco se hizo “un esfuerzo claro” por localizar a los familiares de las víctimas identificadas, violando sus derechos humanos.
La versión del gobierno de Morelos
Tras la presentación del informe, el gobernador morelense Graco Ramírez dijo en Radio Fórmula que ya se hizo una inversión de más de cinco millones de pesos para la adquisición e instalación de una fosa “totalmente reglamentada” en Cuautla; allí, dijo, se depositarán los cadáveres ya debidamente identificados que fueron enterrados ilegalmente en Tetelcingo por la fiscalía del estado.
Ramírez recordó que en noviembre de 2015 la Fiscalía morelense anunció por este caso una investigación contra funcionarios y exfuncionarios de la dependencia, entre ellos la directora de servicios periciales.