[contextly_sidebar id=”EhzTDI7jJF3J1T0sasJgJEDFGlgxg300″]Por primera vez desde que es candidato, Donald Trump visitó el país y se reunió con el presidente Enrique Peña Nieto sin ofrecer disculpas por los señalamientos que ha hecho en contra de México y de los mexicanos, a quienes ha calificado de criminales y personas que llegan a Estados Unidos a quitar el trabajo a los habitantes de ese país.
Aunque Peña Nieto reconoció “coincidencias” con Trump, a pesar de que había temas en los que no estaban de acuerdo, tampoco se retractó de las declaraciones que hizo sobre el magnate estadounidense, a quien llegó a comparar con Adolf Hitler y Benito Mussolini.
El mandatario federal sólo dijo que “el pueblo de México se había sentido agraviado por comentarios que se habían formulado, pero que yo estaba seguro que su interés genuino es por construir una relación que lleve a nuestras sociedades condiciones de mayor bienestar”.
Agregó que fueron “malinterpretaciones que habían lastimado a los mexicanos”.
Uno de los temas centrales de la reunión fue el migratorio, que ha sido el eje de la campaña de Trump en Estados Unidos. Frente al mandatario mexicano, Trump dijo que “la construcción del muro es necesaria” para frenar la inmigración ilegal y el tráfico de armas y drogas.
Trump también aclaró que durante el encuentro, que fue privado en la Residencia Oficial de Los Pinos, no se habló de quién pagaría el muro fronterizo entre México y EU.
En ese sentido, Peña Nieto reconoció que se debía trabajar para mejorar la seguridad de la frontera con Estados Unidos, pero también en la frontera sur con Centroamérica. El presidente mexicano no mencionó el muro.
Minutos después de terminar la conferencia de prensa, Peña Nieto tuiteó que “al inicio de la conversación con Donald Trump dejé claro que México no pagará por el muro”.