Durante más de 20 años ha sido considerada como una de las “novias de América”.
[contextly_sidebar id=”38M3NKTIwNWMzm1GjRkPg9xOhhJo8U7I”]Desde que conoció la fama con el personaje de Rachel, en la mítica serie “Friends” (1994-2004), la vida de Jennifer Aniston ha estado bajo el permanente e implacable escrutinio de la prensa sensacionalista.
En todo este tiempo, quizá el rumor más recurrente que se ha publicado sobre su vida personal ha sido el que afirma que la actriz se encuentra embarazada.
Ha sido una sombra que la persiguió tanto durante sus cinco años de matrimonio con el actor Brad Pitt (entre el año 2000 y el 2005) como en el breve tiempo que lleva con el actor Justin Theroux, con quien contrajo matrimonio en 2015.
El último de esos rumores fue publicado hace un par de semanas, pero esta vezlas cosas son distintas.
No porque Aniston esté embarazada, sino porque decidió hacer frente al rumor publicando un ensayo en el diario Huffington Post en el que no sólo cuestiona las prácticas de la prensa sensacionalista sino que critica la visión que parte de la sociedad tiene sobre las mujeres.
“Para que se sepa, no estoy embarazada. Estoy harta. Estoy hastiada del escrutinio casi deportivo y vergonzoso que se hace diariamente del cuerpo con la excusa de hacer periodismo, de la Primera Enmienda (que consagra de libertad de expresión) o de las ‘noticias sobre las celebridades'”, escribe Aniston en el extenso escrito.
La actriz afirma que si ella se ha convertido en un símbolo para alguna gente es porque es un ejemplo de la lente a través de la cual la sociedad en conjunto mira a las madres, hijas, hermanas, esposas y mujeres en general.
“La deshumanización y el escrutinio al que sometemos a las mujeres es absurdo y perturbador. La forma cómo me presentan los medios es simplemente el reflejo de cómo vemos y presentamos a las mujeres en general, evaluadas con un retorcido estándar de belleza”, agrega.
Aniston critica el que a través de estas prácticas se haga creer a las chicas que no son bonitas a menos que sean “increíblemente delgadas” y que no merecen ser objeto de atención a menos que luzcan como una supermodelo.
“Este condicionamiento es algo que las chicas luego llevan consigo al hacerse mujeres adultas. Usamos las ‘noticias‘ sobre las celebridades para perpetuar esta visión deshumanizada de las mujeres, enfocada exclusivamente en su apariencia física”, dice.
Aniston cuestiona la gran cantidad de recursos que los medios han dedicado durante años a tratar de descubrir si ella está o no embarazada y considera que es algo que ayuda a perpetuar la idea de que, de alguna forma, una mujer no está completa, no es exitosa o no puede ser feliz a menos que esté casada y tenga hijos.
“Estamos completas con o sin pareja, con o sin hijos. Decidimos por nosotras mismas en qué consiste la belleza cuando se trata de nuestros cuerpos. Esa decisión es sólo nuestra. Tomemos esa decisión por nosotras mismas y por las jóvenes en este mundo que nos toman como ejemplo”, escribe.
“Hagamos esa decisión de forma consciente, al margen del ruido de la prensa sensacionalista. No necesitamos estar casadas o ser madres para estar completas. Podemos decidir por nosotras mismas nuestro propio ‘y vivieron felices para siempre'”, afirma.
Aniston asegura estar convencida de que las prácticas de la prensa sensacionalista no cambiarán en el futuro próximo, pero aboga por un cambio en los ciudadanos.
“Lo que puede cambiar es nuestra conciencia y reacción ante los mensajes tóxicos ocultos detrás de estas aparentemente inofensivas historias que son vendidas como ciertas y que dan forma a nuestras ideas sobre quienes somos”, dice.
“Nosotros decidimos cuánto compramos de lo que nos están ofreciendo y quizá un día la prensa sensacionalista se verá forzada a ver el mundo a través de unos lentes diferentes, más humanos, debido a que los consumidores han dejado de comprar su basura”, concluye Aniston.