Sentencias del Juzgado Primero de Distrito en Procesos Penales Federales y del Segundo Tribunal Unitario de Tamaulipas descartaron que en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa haya ocurrido una desaparición forzada, ya que los indicios apuntan a que los jóvenes fueron ejecutados y no ocultados por alguna autoridad, indicó un reporte de Reforma.
[contextly_sidebar id=”skrNFsh7EaZBnjrdptLCjzf7OvBmvG0j”]De acuerdo con el diario, la Subprocuraduria Especializada en Investigacion de Delincuencia Organizada (SEIDO) no acreditó el ocultamiento de las víctimas, uno de los requisitos básicos para configurar la acusación de desaparición forzada, por lo que se rechazó girar orden de captura contra 56 acusados.
Entre ellos el exalcalde de Iguala José Luis Abarca, su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, policías municipales de Iguala y Cocula, y presuntos integrantes de la banda Guerreros Unidos. Lo mismo en el caso de Felipe Flores Velázquez, exjefe de la Policía de Iguala, Guerrero
La desaparición forzada, indicaron los jueces, tiene una finalidad “represiva” e implica una privación de la libertad extensa, y en este caso no ocurrió eso, ya que los indicios apuntan a que los estudiantes fueron asesinados poco después de su detención la noche entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014.
“La naturaleza jurídica (del delito de desaparición forzada) es distinta a la de otras figuras delictivas atentatorias contra la libertad personal, pues penaliza las acciones represivas de índole gubernamental en contra de la sociedad civil, que se traducen no sólo en la privación de la libertad de uno o varios individuos, sino predominantemente en su ocultamiento bajo detención”, se lee en una de las sentencias, según Reforma.
“Las constancias procesales apuntan en forma coincidente a que las víctimas no fueron mantenidas en el ocultamiento; muy al contrario, fueron detenidas, privadas de la libertad y trasladadas al lugar donde fueron ejecutadas sumariamente”, se agrega en los documentos.