[contextly_sidebar id=”lfpYGYJpVClnb03nKzM18RFpYtS8UJ89″]Documentos obtenidos por la agencia de noticias AP sobre las investigaciones del caso Ayotzinapa revelan la presunta tortura cometida en contra de 10 detenidos por la desaparición de los 43 normalistas, ocurrida el 26 y 27 de septiembre de 2014.
En dichos documentos, los detenidos “relataron un guion casi idéntico: primero vinieron los interrogatorios, después los golpes, las descargas eléctricas, asfixias parciales con bolsas de plástico y finalmente amenazas de que matarían a sus seres queridos si no hacían confesiones que sustentasen lo que decía el gobierno”, indica AP en una nota publicada este martes 10 de mayo.
“Informes médicos publicados el mes pasado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) parecen confirmar las versiones de que hubo torturas. De los diez archivos conseguidos por la AP, la organización revisó cinco y encontró pruebas verosímiles de torturas en todos ellos”, señala la nota de la agencia de noticias.
La investigación de AP indica que entre los sospechosos que presuntamente fueron torturados están Patricio Reyes Landa, quien fue uno de los primeros en confesar que los estudiantes fueron asesinados y sus restos fueron incinerados en el basurero de Cocula, así como Sidronio Casarrubias, líder de Guerreros Unidos.
Otro de los detenidos que denunció tortura en su contra es Agustín García Reyes, alías ’el Chereje’, el primer sospechoso que identificó el sitio en el que los restos de los estudiantes incinerados habrían sido tirados al río San Juan y donde se encontró la única evidencia vinculada con los estudiantes.
Los detenidos acusaron que les dieron evidencia preparada o les indicaron lo que tenían que decir.
“En el transcurso del camino me iban dando electricidad en los testículos y en todo el cuerpo”, declaró Patricio Reyes Landa, quien fue detenido un mes después de la desaparición de los estudiantes.
“En todo ese tiempo, que fue como dos horas y media de camino, llevé los ojos tapados y me fueron golpeando todo el camino. Recuerdo que se acercó una persona, me quitó la venda de los ojos y me mostró una fotografía de mi familia, de mis dos niñas, de mi esposa y mi hermano, y me dijo que si no hacía todo lo que me dijeran iban a violar a mis niñas… Le dije que yo iba a hacer lo que ellos me dijeran”, dijo Reyes Landa a un juez en julio, de acuerdo con los documentos obtenidos por AP.
La declaración de Reyes Landa es clave para el gobierno porque fue uno de los primeros que confesó haber matado a los estudiantes y quemado sus cadáveres en un basural de Cocula, para luego arrojar los restos al río San Juan.
Igual de escalofriante es el testimonio de Sidronio Casarrubias, quien dijo que un agente de la Procuraduría abusó de él horas después de su detención en febrero de 2015.
“El señor aquí presente fue un uno de los primeros que me torturó y se sentó en mi estómago, y fue el que me asfixió con bolsas negras de plástico, que además me violó con una pieza metálica”, dijo Casarrubias mientras apuntaba hacia el detective Gabriel Valle Campos, según los documentos.
“Me amenazó que iba torturar a mi familia, a mis hijos de la misma forma en que lo estaba haciendo conmigo”, agregó.
En el caso de García Reyes, ‘el Chereje’ dice que fue torturado por horas, durante las que se le dijo lo que tenía que confesar cuando fue llevado al río, aproximadamente un mes después de la desaparición de los estudiantes.
“Me pusieron la bolsa en la cabeza y me comenzaron a pegar; yo les dije que no sabía nada”, relató García Reyes, de acuerdo con los documentos. “Me decían más vale que me digas dónde están porque si no vamos a matar a tu esposa y tu hijo y a ti también”.
”Me siguieron pegando hasta que les dije que yo les iba a decir lo que ellos quisieran. Me llevan al río (San Juan) y me dicen en la camioneta ‘ahorita tú vas a hacer como si tú hubieras tirado las bolsas al río y si no lo haces te vamos a seguir golpeando’. Llegamos a ese lugar y estaban grabando ellos y yo hice como si tirara las bolsas al río y me llevaron enseguida donde ya tenían una bolsas de plástico, las señalé como diciendo que yo las conocía”.
A pesar de la denuncia de que fue torturado, no obstante, a García Reyes se le ve caminando normalmente en un video de la Procuraduría General de la República.
De acuerdo con la agencia de noticias, hay evidencias médicas que corroboran las denuncias de tortura.
Un informe de médicos de la fiscalía mexicana, preparado dos meses después de la detención de Reyes Landa, dijo que tenía moretones, rasguños y “lesiones puntiformes semejantes a las ocasionadas por la aplicación directa de dispositivos eléctricos (como picanas o “chicharras”) en abdomen y muslos”
Cabe destacar que, bajo las leyes mexicanas, las confesiones obtenidas mediante torturas no son admisibles.
“Si desechan la confesión y no hay más pruebas, básicamente, no hay caso”, dijo Denise González, especialista en derechos humanos y derecho internacional de la Universidad Iberoamericana de México, citada por la agencia AP.
Eber Betanzos, subprocurador que supervisa el caso del gobierno, dijo que no puede comentar las denuncias de torturas y que le corresponderá a los jueces analizar una serie de evaluaciones físicas y mentales que se le está haciendo a unos 90 sospechosos que dicen haber sido torturados.
Betanzos indicó que 32 detenidos dicen que fueron torturados. Las denuncias involucran “mayoritariamente a agentes aprehensores distintos a la PGR”, (Procuraduría General de la República).
Señaló que la PGR inició nueve investigaciones de torturas y que la mayoría de las denuncias abarcan “heridas que dejan huella”, como moretones, cortes y esquimosis (moretones).
González, la especialista universitaria en derechos humanos, admitió que es posible que algunos sospechosos inventen historias sobre malos tratos.
Pero agregó que, “en el contexto de México, donde la tortura es generalizada… toda denuncia debe ser investigada, y a partir del contexto, es muy posible que sea cierto”.
De acuerdo con el informe final del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), la declaración de cinco detenidos que fue la base para la hipótesis de que en el basurero de Cocula fueron asesinados y quemados los 43 normalistas desaparecidos pudo construirse con tortura.
Además del caso del ‘Chereje’ y de Reyes Landa, el documento del GIEI detallas los casos de Jonathan Osorio Cortez, Felipe Rodríguez Salgado y Miguel Ángel Landa Bahena.
Con información de AP.