Integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) mencionaron al diario New York Times que sufrieron intimidación y acoso, además de evasivas para obtener información durante su periodo de trabajo en México para investigar el caso de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.
[contextly_sidebar id=”ZJw0bJ4npRjLhkQJ8ShLU4MgzXr1pOWq”]A una semana de que concluya su labor en México, y un día antes de que presenten su informe final, se difundió la entrevista en la que cuatro expertos del GIEI hablaron de una “campaña orquestada de ataques” en su contra, en medios de comunicación, y de la negativa del gobierno para darles documentos o darles acceso a entrevistas con figuras esenciales (ellos pidieron hablar con militares asignados en la zona del ataque a los estudiantes).
También se refirieron a la investigación contra Emilio Álvarez Icaza, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que es el organismo que los nombró.
“Para algunos, la conclusión inevitable es que el gobierno simplemente no quiere que los expertos resuelvan el caso”, se lee en el texto en inglés de la publicación.
“No existen las condiciones para realizar nuestro trabajo”, dijo Claudia Paz y Paz, integrante del GIEI, de acuerdo con el New York Times. “Y en México la prueba es que el gobierno se opuso a la extensión de nuestro mandato”, agregó.
Los expertos, según el periódico estadounidense, mencionaron que quedaron lejos de cumplir su misión, aunque también resaltan que lograron poner en evidencia que no solo participaron autoridades municipales en el ataque contra los normalistas, en Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014, sino también elementos estatales, e incluso federales.
“Estaba claro en la investigación del gobierno y en la versión oficial que existe la intención de mantener este caso a nivel municipal, en términos de responsabilidad”, dijo Carlos Beristain, uno de los expertos. “Sin embargo se reveló la presencia de agentes estatales y federales en las escenas del crimen, y su participación implica responsabilidad”, agregó.
Beristain mencionó que hay sectores dentro del gobierno que no quieren ser interrogados, lo que es un intento de reforzar la llamada verdad histórica (de que los normalistas murieron quedamos en el basurero de Cocula), sin tomar en cuenta los nuevos elementos encontrados por el GIEI.
“Estos sectores dentro del gobierno nos ven como una amenaza y endurecieron sus medidas contra nosotros, lo que refuerza la impunidad que impide que las cosas cambien en este país”, dijo.
Ante las dificultades enfrentadas para realizar su trabajo, dijo el experto Francisco Cox, “no tiene sentido quedarse aquí porque, de cierta manera, es darle legitimidad a algo que no es correcto”.
En contraste con lo dicho por los expertos, el gobierno mexicano ha afirmado que dio todos los elementos necesarios al GIEI para realizar su investigación, y que reconoce su esfuerzo.