[contextly_sidebar id=”s0eriD3x4BM8dvVB1o0zrFZrTZG3z7bp”]Ayer jueves 7 de abril se cumplieron 20 días desde que el pasado sábado 19 de marzo los familiares de los jóvenes Uriel, Luis Humberto y Jesús Alán, denunciaran la desaparición de los tres jóvenes en el municipio de Papantla, ubicado al norte del estado de Veracruz.
En un hecho similar al ocurrido el 2 de febrero de este año también en el estado de Veracruz, cuando cinco jóvenes desaparecieron tras detenerse en un reten de la policía estatal en Tierra Blanca, en este caso la Fiscalía General del Estado también acusa a elementos policiacos de haber participado en la desaparición de los tres jóvenes y de haberlos entregado a integrantes del crimen organizado.
Por este caso, ocho agentes de la Policía local de Papantla, incluido el comandante de la Secretaría de Seguridad Pública de la localidad, permanecen presos en el penal del municipio, luego de que el pasado 3 de abril un juez les ordenara formal prisión.
Sin embargo, los familiares denuncian que ni las detenciones, ni el encarcelamiento de los policías, ha servido para obtener una pista confiable sobre el paradero de los tres desaparecidos.
“Las autoridades nada más nos dicen que están abocados a las labores de búsqueda, pero por ahora no hay nada. Cero resultados”, lamenta en entrevista con Animal Político Blanca Ninfa Cruz, madre de Uriel Pérez.
Cabe recordar que Uriel, joven de 19 años que se dedica a alternar trabajos como moto-tortillero y taxista, salió de su casa entre las ocho y las nueve de la mañana del sábado 19 de marzo a bordo de un coche rojo para ir a ver a su novia. En el coche viajaba con su amigo Luis Humberto Morales y con otro joven de nombre Noé.
Según el testimonio de Blanca y de la novia de Uriel, las patrullas siguieron el coche rojo porque el joven manejaba tomado y se produjo una persecución que terminó con los jóvenes detenidos –a excepción de Noe, quien presuntamente habría escapado y huido del municipio-. Posteriormente, la novia de Uriel aseguró haber visto cómo los policías sometieron a los dos jóvenes, les taparon la cabeza, y los subieron a una patrulla sin que hasta la fecha se sepa nada de ellos.
“Las autoridades de la Fiscalía de Veracruz sólo nos dicen que ya hay ocho detenidos y que no les pueden violentar sus derechos. Que ellos ya están en manos de la justicia y que sólo podemos esperar a que alguno quiera hablar y nos diga dónde están los muchachos”, expone Blanca Ninfa, quien asegura sentirse “desesperada” ante la falta de resultados de la Fiscalía veracruzana mientras los días siguen pasando sin noticias de su hijo.
“Para nosotros esto es indignante. Porque ellos (los ocho policías presos) sí pueden reclamar que se respeten sus derechos y por eso se abstienen de declarar nada. Pero, ¿y nuestros chamacos? –cuestiona enojada- ¿Dónde quedaron los derechos de nuestros hijos cuando los detuvieron y los desaparecieron?”.
En cuanto a la tercera persona que viajaba en el coche rojo, un joven llamado Noé Martínez, por el momento no se tiene noticias de su paradero. Esto, a pesar de que, tal y como señala Blanca Ninfa, su testimonio podría ser “muy importante” para esclarecer los hechos de aquel 19 de marzo, o para hallar alguna pista del paradero de Uriel y Luis Humberto.
“Mi nuera me dijo que con Uriel y Luis Humberto iba otro amigo de nombre Noé, que iban los tres en el coche. Por eso, en cuanto supimos que estaban desaparecidos fuimos a buscar a su mamá para que nos apoyara. Sin embargo, ella no mostró ningún interés en ayudarnos”, dice Blanca, quien cuenta que al día siguiente de visitar a la madre del joven, “un mensaje anónimo” llegó al celular de su nuera asegurando que Noé no estaba desaparecido, sino en su casa.
“Fui con mi nuera a medianoche a la casa del muchacho, y efectivamente allí estaba Noé. Pero no quisimos entorpecer la investigación y esperamos a que la policía lo buscara para interrogarlo sobre estos hechos. Sin embargo, cuando fueron a buscarlo, el muchacho ya no estaba en su casa y no se ha vuelto a saber nada de él”, señala Blanca.
Animal Político cuestionó a la Fiscalía General de Veracruz por esta tercera persona y si ésta fue localizada para ser interrogada, a lo que fuentes ministeriales respondieron que “no tienen datos” de él, aunque admiten que varios testigos identificaron a Noé después de los hechos y que “sus padres no interpusieron ninguna denuncia por desaparición” ante el ministerio público.
En los sucesos de la mañana del 19 de marzo en Papantla, otro joven desapareció: se trata de Jesús Alán Ticante, de 24 años de edad y egresado de Ingeniería de la Universidad Veracruzana.
Aunque en un principio se manejó que el caso de Jesús Alán fue un hecho aislado de la desaparición de Uriel y Luis Humberto, su hermano Alberto admite que creen que se produjo “una terrible confusión”, ya que éste pudo haber sido “levantado” por los elementos policiacos creyendo que se trataba de Noé Martínez, el tercer joven que viajaba en el coche y que se escapó de las patrullas.
A pesar de esta hipótesis, Alberto explica en entrevista que para su familia el “principal sospechoso” de la desaparición de Jesús Alán es otro policía municipal cuyas siglas son M.O.G., contra quien presentaron formalmente una denuncia el 21 de marzo ante el Ministerio Público de Papantla, con número de folio UIPJ/DUIII/5/338/2016.
Este policía local, detalla Alberto Ticante, es el padrastro de la novia de Jesús Alán, quien “tan solo un par de semanas antes” habría agredido verbalmente y físicamente al joven.
“Mi hermano estaba en casa de su novia cuando llegó el padrastro con otros elementos policiales. Al ver que estaba mi hermano ahí lo comenzó a golpear. Jesús Alán corrió hacia su casa, pero uno de los municipales lo persiguió, lo amenazó de muerte y le dijo que ya lo traía en la mira, y que cuando lo vieran lo iban a levantar para asesinarlo en el monte”, relata Alberto, quien admite que en el momento de la agresión no interpusieron la denuncia contra este policía “por temor a posibles represalias”.
Tras esta agresión que según Alberto varios testigos presenciaron, aunque “por miedo también a la policía” nadie lo ha querido corroborar ante las autoridades, la familia de Jesús Alán no entiende por qué la Fiscalía del Estado no llamó a declarar a este elemento de la policía municipal.
“A pesar de la denuncia que pusimos y que ampliamos el pasado 30 de marzo, no entendemos por qué no han detenido a este policía para hacerle un interrogatorio más a fondo. De hecho, a día de hoy, ya no tenemos ningún conocimiento de él. No sabemos si sigue en Papantla, porque ya se fue a buscarlo a su casa y no ha vuelto a aparecer”, apunta Alberto, quien, al igual que Blanca, exige que las autoridades den resultados antes de que pase más tiempo.
“Necesitamos más gente y por eso pedimos al presidente Peña Nieto que nos ayuden con rastreos aéreos y con más personal. Porque pasan los días –lamenta Ticante-, y seguimos con esta angustia de no tener ninguna respuesta”.
“Han pasado 20 días y ya estamos muy desgastados”, tercia por su parte Blanca Ninfa Cruz, quien por momentos admite que le flaquean las fuerzas y la esperanza.
“Tal vez ya no encontremos vivo a Uriel, pero aún así quiero que encuentren su cuerpo. O al menos lo que quede de él, porque sabemos que ya han pasado muchos días”, concluye la madre de familia.
Ante estos señalamientos de falta de resultados, la Fiscalía de Veracruz dijo a Animal Político que desde el 19 de marzo han realizado “más de 3 mil acciones de búsqueda” en las que han participado efectivos de la Policía Ministerial, Seguridad Pública, Fuerza Civil y fuerzas federales.
“Aunque las acciones de búsqueda se han focalizado a la región (de Papantla), se han extendido ya a todo el estado”, abundó la Fiscalía.