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“¡Hola, Habana! Buenas noches mi gente de Cuba”, dijo Mick Jagger, vocalista de los Rolling Stones, la banda británica que ofreció la noche de este viernes 25 de marzo un concierto gratuito en Cuba.
La primera canción que sonó fue Jumping Jack Flash, con lo que las decenas de miles de fans comenzaron a disfrutar del concierto, el primero de su tipo en Cuba y el último de la gira latinoamericana “Olé”.
“Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música aquí en Cuba, pero aquí estamos. Pienso que los tiempos están cambiando”, agregó el vocalista en relación a las dificultades que las bandas angloparlantes tuvieron en los años 60 y 70 en la isla, cuando al calor de la revolución se los silenciaba en las radios y medios bajo el argumento que su estática representaba la decadencia del capitalismo occidental, aunque los isleños se las ingeniaban pasándose los discos de vinilo de mano en mano.
“Estamos fascinadas con esta juventud, que no sufrió lo que nosotros para escuchar a los Beatles o a los Rolling”, comentó Yolanda Valdés, una ex guía de turismo de 71 años que vino con una amiga; mientras veía pasar grupos de muchachas y muchachas o parejas de adolescentes.
Otras personas trajeron a sus hijos menores y saltaban mientras coreaban las canciones con emoción y lágrimas en los ojos. Hubo globos, fotos con los celulares y no faltaron caras pintadas con la alegórica lengua del logo y gente que hizo de sus ropas un homenaje a la banda.
“Los había visto por la televisión, pero no me identifico tanto. Más bien vine por curiosidad y por acompañar a mi mamá”, comentó Daniel Tamayo de 17 años.
Entre los espectadores no faltaron los carteles con mensajes como “We Love Stones” o banderas de países que se declaraban “República Stones”, ni las personas vestidas con camisetas que lucían el popular logo de la banda de la boca con la lengua afuera.
Las luces, con fuertes tonos rojos y azules, le pusieron color al ambiente de un sonido impecable. Tres pantallas gigantes en la parte delantera y superior del escenario multiplicaban hasta la enormidad la labor del guitarrista Keith Richards y el carismático baterista Charlie Watts.
El espectáculo derrochó lujo rocanrolero y una docena de cámaras fueron capturando los momentos que se convertirán en un documental, indicaron los organizadores.
Los más apasionados no dejaron de corear “It’s Only Rock ‘n Roll ” o “Angie” e hicieron suyo hasta el delirio el clásico “(I Can’t Get No) Satisfaction” hacia el final del concierto.
The Rolling Stones playing Jumpin’ Jack Flash in Cuba!¡Gracias Cuba por el increíble e inolvidable show! ¡Fue maravilloso verles a todos ustedes!Thank you Cuba for an incredible, unforgettable show! It was wonderful to see all of you!#StonesCubahttp://www.rollingstones.com/2016/03/26/stonescuba-set-list/
Posted by The Rolling Stones on Viernes, 25 de marzo de 2016
La seguridad se garantizó con policías de uniforme y civil desarmados que patrullaron la zona y los accesos, mientras centenares de enfermeros de la Cruz Roja se apostaron por los accesos. No se produjeron disturbios.
El público comenzó a llegar desde el amanecer a las inmediaciones del lugar portando gorras, botella de agua y luciendo sudaderas con la emblemática imagen de la boca roja de los Rolling.
“Llegamos a las ocho de la mañana, son 12 horas de espera, pero vale la pena”, dijo a la AP Jorge Ricardo, un constructor de 47 años que vino desde la vecina provincia de Matanzas, a unos 200 kilómetros al este de la capital, junto a su esposa, a quien perdió entre el gentío y que por buscarla perdió la primera fila que había logrado conseguir.
Con información de AP.