Durante la madrugada del 14 de marzo de 2016, dos reos escaparon del Centro de Reinserción Social (Cereso) Hermosillo Uno, con una cuerda hecha de sábanas, cobijas y fundas de almohadas.
“Creemos nosotros que botaron los candados del pabellón, brincaron la barda, cayeron en el campo de futbol, rompieron una malla ciclónica; fue ahí donde colgaron la cuerda hecha de cobijas y sábanas, de fundas de almohadas”, dijo en conferencia Pedro González Avilés, coordinador del Sistema Estatal Penitenciario.
[contextly_sidebar id=”miaw5hxCwKKjNVtDgE8rNyaKxHyHcZCn”]¿Y cómo es que los reos pudieron salir hasta la barda? El directivo explicó que las celdas quedan abiertas, algunas veces son los reos los que las cierran poniendo sus propios candados por dentro, mientras que los pabellones, conformados por cuatro pasillos, que quedan cerrados.
Acerca de la vigilancia, González Avilés dijo que hay custodios en las bardas, en la periferia del Cereso y algunos dando rondines “de manera constante” por los pabellones, aun así los reos lograron llegar a la barda sur y escapar.
Aunque la fuga de película no duró mucho, pues los dos reos fueron recapturados nueve horas después, por personal de seguridad penitenciaria.