[contextly_sidebar id=”Hv76EY34b54nV3ccUTrQYFVHRKXFbWU0″] El 43.3% de los mexicanos opina que la tortura es un método para lograr que la gente “diga la verdad”, aunque el 72% considera que el maltrato a las personas detenidas en es un problema en el país.
Así lo da a conocer el Diagnóstico Nacional de la Percepción de la Población sobre la Práctica de la Tortura, que fue elaborado por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) en colaboración con la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), y para el que se entrevistó a mil 200 personas en todo el país.
Ante la pregunta de si creen que la tortura es un instrumento para conseguir que una persona diga la verdad a base de golpes y otras prácticas, 4 de cada 10 encuestados dijo que sí, mientras que el 41.7% opinó lo contrario.
“Poco menos de la mitad de las y los encuestados considera la efectividad de la tortura como fórmula para la obtención de la verdad, lo cual sugiere la tendencia en favor de su empleo por considerarla un instrumento eficaz”, advierte la CEAV en su encuesta.
Otra de las preguntas plantea a los ciudadanos si consideran que la tortura es una método aceptable de castigo cuando una persona ha cometido un delito.
Como respuesta, prácticamente 6 de cada 10 mexicanos dijeron estar de acuerdo -32.6%- o muy de acuerdo -27.3%- cuando se trata de una violación sexual. Mientras que el 13.7% respondió que no está ni de acuerdo ni en desacuerdo, y el 14.6% dijo que está en desacuerdo.
En el caso de un delito de secuestro, cinco de cada 10 dijeron estar muy de acuerdo -17.6%- o de acuerdo -32.6%-, mientras que el 19.6% dijo que ni de acuerdo ni en desacuerdo. Por el contrario, el 18.5% que se mostró está en desacuerdo de que se aplique la tortura en estos casos, y el 9.7% dijo que muy desacuerdo.
Al preguntar por otro delitos como la extorsión, el robo o el fraude, el porcentaje disminuye, aunque los resultados, según la CEAV, también son significativos.
“Incluso –apunta la Comisión-, puede resultar muy preocupante que entre dos y tres entrevistadas o entrevistados consideren aceptable torturar a quienes perpetran los delitos patrimoniales más frecuentes, como el caso del robo. Es decir, prácticamente cualquier persona bajo la categoría ‘delincuente’ es vista como alguien que aceptablemente puede ser torturada por más de una cuarta parte de la población”.
Asimismo, ante la pregunta de si es aceptable torturar a una persona considerada como un “delincuente violento”, cuatro de cada 10 mexicanos dijeron estar de acuerdo con esta práctica -33%- o muy de acuerdo -9.5%-.Un 26.6% respondió que ni de acuerdo, ni en desacuerdo, y por el contrario, menos de tres de cada 10 mexicanos dijeron estar en desacuerdo -24.1%- o muy desacuerdo -4.6-.
¿Y si la persona detenida es un narcotraficante? El 36.4% de los mexicanos dijo estar de acuerdo -28.2%- en torturarlo para sacarle información, o muy de acuerdo -8.2%-. El 29.2% dijo que no está ni de acuerdo ni en desacuerdo, y el 27.3% se expresó en desacuerdo.
Por otra parte, 6 de cada 10 mexicanos encuestados dijeron que no les parece mal que, en ocasiones, se aplique la tortura como una medida “necesaria y aceptable” si es para obtener información que pueda proteger a la población ante un riesgo inminente: el 26.6% dijo estar de acuerdo, y el 4.4% muy de acuerdo, mientras que un 31.5% aseguró no está ni de acuerdo, ni en desacuerdo. Por el contrario, el 29.9% se mostró en desacuerdo ante esta posibilidad, y un 5.2% dijo que está muy en desacuerdo.
“El resultado indica que un porcentaje significativo de la población está de acuerdo con justificar la tortura bajo ciertas condiciones, y si bien el porcentaje apenas mayor corresponde al desacuerdo, hay que considerar que dos terceras partes de los entrevistados no rechazan de forma enfática dicha práctica”, advierte la CEAV.
Además, la encuesta preguntó a los mexicanos cómo consideran de grave la tortura comparada con otros delitos. En su mayoría, los ciudadanos dijeron que la tortura es igual de grave que delitos como el homicidio -54.6%-, la violación -57.6%- o el secuestro -57.2%-. Mientras que el 24.4% dijo que es menos grave que el asesinato, el 24.3% que la violación, y el 22.9% que el secuestro.
“Para la mayoría de los entrevistados la tortura es igual de grave o más grave que todos los delitos que se mencionan, lo cual contrasta con permitir su utilización a pesar de ser consciente del nivel de impacto que provoca en las personas, quizá por estimar que debe aplicarse a las personas que cometen los ilícitos antes explorados y no a las personas que no merecen dicho trato como posiblemente se perciban a sí mismos muchas entrevistadas y entrevistados”, apunta la CEAV en el informe.
Lee aquí los resultados del estudio:
Cabe destacar por otra parte que desde el pasado mes de febrero, el Senado de la República inició las discusiones sobre la propuesta de ley contra la tortura.
La propuesta fue enviada en diciembre de 2015 por el Ejecutivo de Enrique Peña Nieto, con el objetivo de erradicar las prácticas de tortura en el país, las cuales, según advirtió el relator de la ONU, son generalizadas en todo el país.
Sin embargo, diversas organizaciones de la sociedad civil criticaron que la iniciativa del presidente no cumple con los estándares internacionales, no fue elaborada de manera conjunta con la sociedad civil ni las víctimas, y además, lejos de erradicar el problema, incluye una serie de normas jurídicas que promueven la tortura y la impunidad.
“La propuesta presentada por el presidente no refleja lo necesario para una verdadera erradicación de esta práctica”, criticó Mario Patrón, director del Centro Prodh, quien recalcó en una rueda de prensa el pasado mes de febrero que, a pesar del llamado de advertencia de la ONU a México, la tortura continúa siendo utilizada por el Estado mexicano “para obtener información, confesiones, castigar, violentar sexualmente y reducir la personalidad de miles de personas”.
Lee aquí los seis cambios a la propuesta de ley contra la tortura, que plantean las organizaciones civiles.