[contextly_sidebar id=”ibUwVK9PRwXOScJCKnx6T8i7uW45P20v”]La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no sabe en dónde están 398 mil 775 televisiones digitales compradas para repartir en 2014 con miras al apagón analógico, según el informe de la Auditoría Superior de la Federación.
Los aparatos son parte del programa para la Transición a la Televisión Digital Terrestre, pero aunque se documentó que se compraron, no se entregaron y permanecieron almacenados, la SCT les perdió rastro y no cuenta con un registro de su ubicación.
El monto equivalente por estas televisiones digitales perdidas es de 985 millones 636 mil 216 pesos de los que no se cuenta registro sobre su destino, determinó la ASF en el informe de la Cuenta Pública 2014.
El Programa para la Transición a la Televisión Digital consiste en que el gobierno federal entrega televisiones digitales a las personas que no están en condiciones de adquirir un nuevo aparato o codificador tras el apagón de la señal analógica.
Los mexicanos que pueden recibir una televisión digital son ciudadanos inscritos en programas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) que estuvo a cargo de crear el padrón de beneficiarios.
En ese sentido, la ASF alertó que los datos del padrón no garantizan que se entregue sólo un televisor por hogar, como marcan las reglas del programa.
El órgano fiscalizador confirmó que existen hogares con más de dos televisiones y obtuvo información que señala que para evitar estos casos la Secretaría de Desarrollo Social se respalda en que la notificación que llega a los beneficiarios de los aparatos incluye la leyenda: “En caso de que el beneficiario reciba más de un equipo, se deberá devolver la totalidad de televisores”.
Durante 2014, se entregaron televisiones en doce entidades federativas: Baja California, Guanajuato, Zacatecas, Hidalgo, Colima, Michoacán, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, Durango, San Luis Potosí y Tamaulipas.
En esta última entidad, el órgano fiscalizador detectó algunas irregularidades. Por ejemplo, se debían entregar 120 mil televisores pero sólo se tiene registro de que se entregaron 89 mil.
Además, aunque se pagó por ellas, sobre otras 60 mil televisiones no existe prueba de que el proveedor las haya entregado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
La Auditoría también alerta que el Programa para la Transición a la Televisión Digital operó en 2014 sin cumplir con la condicionante de tener un plan de manejo de desechos.
Según el plan de trabajo, desde mayo de 2014 arrancaría un programa para “el manejo de los televisores analógicos desechados producto de la transición”.
Los resultados de esa estrategia tendrían que darse a conocer sobre el porcentaje de televisores analógicos debidamente acopiados y confinados; pero no existe evidencia documental de que el plan se haya puesto en marcha.
El órgano fiscalizador dijo que este plan de trabajo era indispensable en 2014 para evitar un daño ambiental por el cambio de aparatos.
Las televisiones analógicas tienen plomo, mercurio, cadmio, arsénico y otros componentes que pueden dañar el sistema nervioso y provocar otros padecimientos. Por eso es indispensable un buen manejo de desechos.
La ASF encontró que durante 2014 la SCT no tuvo ningún avance en esa estrategia. De hecho, el programa de acopio de televisiones analógicas del gobierno federal inició hasta julio de 2015; con un año de retraso según el plan de trabajo.