[contextly_sidebar id=”IebhQURmDY6tWYUeoXNAdPVncaQAXujX”]En la cárcel de Topo Chico, Nuevo León, donde murieron 49 reos tras un riña, los presos tenían pantallas, acuarios, un bar y hasta baños sauna, entre otros lujos.
Las autoridades estatales detallaron cuáles son las irregularidades que encontraron en la prisión, e indicaron que la corporación Fuerza Civil ya tiene el control del centro penitenciario.
“Celdas de lujo equipadas con salas, minisplits, pantallas, frigobares, televisión digital y hasta acuarios y baños sauna fueron desmanteladas por la corporación estatal”, indicó el gobierno de Nuevo León, en un comunicado el domingo pasado.
“Además fueron retirados 280 puestos semifijos de alimentos, abarrotes y hasta un bar que eran operados por la red criminal directamente o a través del cobro de piso, ofertando productos con sobreprecios de hasta un 120 por ciento”, agregó.
Como parte del cateo, la Fuerza Civil también destruyó cientos de altares de la Santa Muerte.
El viernes pasado el procurador de Nuevo León, Roberto Flores, dijo que uno de los reos por el que se desató la riña, Jorge Iván Hernández Cantú, apodado el Credo, tenía un “baño de lujo”, pantalla de 50 pulgadas, y una cama king size.
Por las irregularidades que llevaron a la muerte de 49 personas, tres funcionarios de la cárcel están acusados por los delitos de homicidio y abuso de autoridad: la directora Gregoria Salazar; Jesús Fernando Domínguez Jaramillo, quien era subcomisario de Administración Penitenciaria, y el custodio José Reyes Hernández Aguilar.