[contextly_sidebar id=”u0sl2eOgnZJehf6urE1fqCslI38WQpf3″]Se cumplieron dos años de adeudo y el pago de los autores de los libros de texto que trabajaron en 2013 para la Secretaría de Educación Pública (SEP) está congelado.
En diciembre de 2015, la SEP invalidó el Convenio que firmó para liquidar la deuda y solicitó a los afectados iniciar un nuevo trámite para evaluar si es verdad que hicieron el trabajo del que reclaman pago, si lo entregaron en tiempo y si éste cumplió con ciertos requisitos de calidad. Esto pese a que los libros de texto están en las aulas desde el ciclo escolar 2014-2015.
La Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Educación Pública confirmó el 22 de diciembre de 2015 que existe adeudo con 282 prestadores de servicio que trabajaron con la Dirección General de Materiales e Informática Educativa de la Subsecretaría de Educación Básica.
Pero informó que el pago a los autores está sujeto al pronunciamiento del Órgano Interno de Control de la SEP, que deberá iniciar una investigación caso por caso para comprobar si fueron solicitados los servicios, si se pactó una contraprestación, si el material fue entregado en tiempo y forma y si “existía en su momento la necesidad de requerir dichos servicios”.
En ningún caso se firmó un contrato, pero los autores deberán comprobar que hicieron el trabajo “a través de los documentos que fehacientemente lo acrediten”.
Los colaboradores tienen que cumplir con ciertos requisitos para que inicie el trámite del pago, los cuáles incluyen que funcionarios que ya no trabajan en la SEP confirmen que se solicito el trabajo:
-“Que se reconozca testimonialmente el que el área responsable haya solicitado la prestación de los servicios”.
-“Que se obtenga el visto bueno de las áreas usuarias, en cuanto a que los servicios se prestaron a entera satisfacción del área requirente, en los términos que se hubiera acordado, verificando en su caso la existencia de entregables del servicio prestado y de ser posible, validado lo anterior por los servidores públicos que lo hayan autorizado y recibido, en su caso, en caso contrario con los que conozcan de la problemática y estén en funciones”.
-“Que se realice un análisis técnico-financiero respecto de los servicios prestados y las cantidades que reclaman los prestadores de servicio, para que, de considerarse procedente, se determine la factibilidad de reconoces aquellas obligaciones contraídas que estén debidamente justificadas y comprobadas (…)”.
La condicionante de pago también incluye que el Órgano Interno de Control concluya la investigación, señale a los responsables del atraso en el pago y determine una sanción, aún cuando los funcionarios que solicitaron el trabajo ya no laboran en la Secretaría de Educación Pública.
Los autores fueron contratados por la Dirección General de Materiales e Informática Educativa de la SEP en el verano de 2013, después de que se informó que los libros de texto contenían al menos 117 errores.
La primera vez que la SEP reconoció el adeudo fue en diciembre de 2014 —un año después de entregado el trabajo—, cuando integrantes del colectivo SEP Págame enviaron una carta al presidente Enrique Peña Nieto.
En enero de 2015, la SEP informó que se firmarían Convenios de Pago o Contratos de Reconocimiento de Adeudo para finiquitar en abril de ese año.
Ese documento lo firmó la SEP representada por el entonces subsecretario de Educación Básica, Alberto Curi Naime.
Pero después hubo cambios. Aurelio Nuño fue nombrado secretario de Educación Pública en agosto de 2015, en sustitución de Emilio Chuayffet, y presentó en octubre a un nuevo equipo para la secretaría. Dos meses después, ya con la subsecretaría de Educación Básica en manos de Javier Treviño Cantú, se informó a los afectados que “el Convenio innominado que se ha elaborado para resolver los adeudos se considera que no se encuentra debidamente regulado por la Ley”.
De 315 autores que entregaron materiales en noviembre de 2013, a la fecha se tiene adeudo con 282.
Los adeudos están vinculados a la producción intelectual, dictaminación editorial, revisión y evaluación de los libros —que ya están en las aulas— de 1º y 2º grado de Español, 1º y 2º de Educación Artística con materiales para el maestro, 4º a 6º de Historia; 5º y 6º de Formación Cívica y Ética; 1º a 6º de los libros de Lecturas; 1º a 6º de Educación Física con libro para maestros; y la revisión de los materiales de secundaria.