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Ellos son los indígenas que estarán (y los que no) con el Papa en Chiapas
Ellos son los indígenas que estarán (y los que no) con el Papa en Chiapas
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Ellos son los indígenas que estarán (y los que no) con el Papa en Chiapas

15 de febrero, 2016
Por: Nayeli Roldán (@nayaroldan)
@liz_pf 
Las 55 parroquias de San Cristóbal eligieron a ocho personas para que coman con el papa en su visita a Chiapas. // Nayeli Roldán (@nayaroldan)
Las 55 parroquias de San Cristóbal eligieron a ocho personas para que coman con el papa en su visita a Chiapas. // Nayeli Roldán (@nayaroldan)

[contextly_sidebar id=”pEP06k1LKUfnUIgaX1SQpiIzlxpduw3x”]En diciembre pasado, las zonas pastorales de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, recibieron una encomienda: escoger de entre sus comunidades a ocho representantes que comerán con el papa Francisco durante su visita al estado este 15 de febrero, uno de los eventos más íntimos previsto para su visita a México.

Las 55 parroquias de San Cristóbal eligieron a ocho personas entre las que están sacerdotes indígenas, mujeres, diáconos y gente “sencilla” porque así lo pidió el Pontífice, explica el padre Gonzalo Ituarte, dominico y miembro del Consejo Directivo del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.

La petición es que la convivencia fuera con representantes que viven de cerca las problemáticas de las comunidades y que el Papa conoce bien gracias a un informe realizado por la diócesis de San Cristóbal que recibió en diciembre pasado.

El pontífice está enterado que 79% de la población en Chiapas vive en pobreza. Sabe muy bien la historia de opresión que han vivido los indígenas chiapanecos y la aportación del obispo Samuel Ruiz a la teología de la liberación, que buscaba poner en práctica los preceptos cristianos en una comunidad que viviera con justicia y paz.

Por eso, durante su breve estancia en San Cristóbal de las Casas visitará la tumba de Samuel Ruiz –fallecido en 2011– que se encuentra en una capilla contigua a la Catedral. Un mensaje claro de reconocimiento a la labor y acción del católico que los indígenas bautizaron como “Tatic”, una pieza clave en los diálogos de San Andrés Larráinzar tras el levantamiento zapatista. Un obispo cuya imagen y mensaje sigue presente entre los chiapanecos.

Las representaciones de la curia de San Cristóbal (Ch’ol, Chab, Tzotzil, Centro, Sur, Tzeltal y Sureste) eligieron a siete personas que representan al mundo indígena dentro de la iglesia y que sus comunidades los reconocen por su servicio. Fue una “elección legítima”, afirma el padre Ituarte.

La visita del Pontífice a San Cristóbal de las Casas es un reconocimiento a los pueblos originarios, sus derechos y a su propia organización política. Además de ser una de las diócesis más antiguas del continente –fue fundada en 1539–, 75% de la población es indígena, es decir, casi un millón y medio de las personas pertenecen a las etnias tzeltal, tzotzil, ch’ol, tojolabal y zoque.

Ellos son los elegidos:

Padre Sebastián Pérez, párroco del municipio de Chalchihuitán, en el norte de Chiapas, uno de los 10 municipios más marginados del país, donde 98% de su población está en pobreza.

Entre las propuestas para ocupar un sitio en el encuentro por parte de esta curia estaba una sobreviviente de la masacre de Acteal, eligieron por unanimidad al padre que lleva 10 años en la comunidad. Es de origen tzotzil que ha mantenido la humildad y se define como “un indígena entre los indígenas”, explica Rafael Landerreche, sociólogo y activista que ha trabajado en la comunidad de Acteal.

Dominga Sántiz, catequista tzeltal, de la Coordinación Diocesana de Mujeres (CODIMUJ), una agrupación con 24 años integrada por indígenas de las siete regiones de Chiapas que busca la reivindicación de los derechos de las mujeres indígenas. Son activistas contra la violencia, el acceso a la educación y participación en las decisiones de sus comunidades. Reconocen como elección personal de sus integrantes, participar en las bases zapatistas.

Carlos Aguilar, catequista tzeltal, con 40 años de servicio en la localidad de Betania, cerca de San Quintín, en selva de Ocosingo, donde 80% de la población habla lengua indígena y 23% es analfabeta.

Aída Pérez Jiménez, religiosa tzeltal y agente pastoral en la parroquia de Altamirano. Pertenece a la congregación “Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul”, cuyo principio es servir a los pobres y vivir en austeridad. La agrupación llegó a México en 1844 y tiene presencia en casi 100 países.

Teófilo Pérez Ruiz, seminarista tzotzil, originario de San Andrés Larráinzar. Fue elegido por sus compañeros de Teología. Actualmente vive un año de inserción pastoral en la comunidad tzeltal de Bachajón, del municipio de Chilón en la región selvática de Chiapas.

Victoria Ruiz González, joven tzotzil, elegida por la coordinación diocesana de pastoral juvenil. Vive en San Cayetano, municipio de El Bosque, en las montañas al oriente del estado.

Miguel Montejo Díaz y su esposa María Trujillo Sánchez, diácono de la etnia ch’ol, una agrupación que practican un sincretismo religioso con antiguas creencias mayas; es decir, realizan ritos ceremoniales para rendir culto a la tierra, piden por lluvias y buenas cosechas, mediante rezos, pero también creen en los santos y hacen peregrinaciones y acuden a iglesias.

Los indígenas que no verá el papa

La visita del Papa a Chiapas abrió la esperanza de organizaciones indígenas del continente para que fueran escuchadas por el máximo jerarca de la iglesia católica, pero la agenda impidió que fueran recibidos, según explicó el Vaticano a los representantes.

Pese a la negativa, 80 organizaciones y líderes de pueblos indígenas de 17 países organizaron el encuentro latinoamericano “Con la Encíclica Sí defendemos los derechos de la tierra, el territorio y los bosques”, este fin de semana en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

En el encuentro reconocieron que la Encíclica recoge las demandas de los pueblos indígenas que el papa recibió durante reuniones con líderes de movimientos desde el año pasado. Un hecho histórico, advierte Cándido Mezua, representante de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques.

En la encíclica, difundida en junio de 2015, el Papa llama a la unión de la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral frente a una crisis ecológica, donde la modernidad se vuelve contra el hombre; es decir, un señalamiento a la crisis del cambio climático, al sacrificio de la naturaleza a cambio de un supuesto avance económico y social.

Los pueblos originarios adoptaron este texto como un reconocimiento a la defensa de la tierra y sus territorios. Con esta encíclica, el papa se vuelve “un aliado” de la causa indígena, afirma el teólogo Pablo Richard, miembro del equipo interdisciplinar del Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI).

Un ejemplo de ello es el numeral 36 de la encíclica, donde el papa advierte que “el cuidado de los ecosistemas supone una mirada que vaya más allá de lo inmediato, porque cuando sólo se busca un rédito económico rápido y fácil, a nadie le interesa realmente su preservación”.

Para las organizaciones, la encíclica “Laudato SI” es una llamada para fortalecer su lucha por el territorio y defensa de los derechos de los pueblos indígenas ante los proyectos de empresas transnacionales que imponen proyectos que acaban con los recursos naturales y traen desplazamiento forzado a las comunidades que habitan en esas zonas.

“Nuestra permanencia de Pueblos nace de la relación con la Madre Tierra, de ahí emana la fortaleza y conocimiento de la vida y continuidad histórica, es por ello que por primera vez en la historia la iglesia católica a través de la Encíclica “Laudato Si”, viene a sumarse al trabajo que por siglos los Pueblos contribuimos en nuestra emancipación/libertad, donde elegimos de manera completa dar la vida por nuestra comunidades”, advierte el posicionamiento del encuentro.

Después de dos días de intercambio de experiencias, las organizaciones reivindicaron a la “iglesia autóctona de Tatic Samuel (Ruiz)”, porque “la verdadera autonomía, se encuentra bajo la lógica de la propiedad comunitaria de los bienes naturales, el bien común y del buen vivir”.

Entre las conclusiones de los participantes está construir un esfuerzo colectivo para cuidar los recursos naturales y “generar diálogo que abone a un modelo que propicie alternativas que contemplen la diversidad de pueblos indígenas.

Los grupos buscarán acercarse al papa durante la jornada de este lunes para entregarle el documento final de sus trabajos. Para la agenda de este lunes, se prevé que el papa Francisco oficie una misa a las 10:15 horas, donde acudirán comunidades indígenas en el Centro Deportivo Municipal de San Cristóbal de las Casas. Sin embargo, hasta este domingo por la noche, los boletos seguían siendo repartidos en comercios y parroquias, toda vez los pases previstos para los comunidades más alejadas de Chiapas no se ocuparon porque los fieles no tendrían forma de trasladarse a San Cristóbal.

A las 13 horas comerá con los ocho indígenas elegidos y después visitará la tumba del obispo Samuel Ruiz y después tendrá un encuentro con familias en el Estadio “Víctor Manuel Reyna” en Tuxtla Gutiérrez.

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