Las irregularidades que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró en 2014 en el Congreso mexicano son las mismas que en años anteriores. Pese a los señalamientos del órgano fiscalizador, la Cámara de Diputados y el Senado continúan operando en total opacidad.
En el informe de la Cuenta Pública 2014, la ASF indica que, una vez más, no hay transparencia en los recursos públicos del Senado: para 1,307 millones 240 mil pesos ejercidos —una tercera parte de todo lo gastado en el año— no existe documentación que compruebe que se utilizó en labores legislativas.
Se trata de la partida 39903 “Asignación a los Grupos Parlamentarios” que reciben, reparten y ejercen directamente los coordinadores de cada una de las bancadas. Pero además, la ASF alerta que esa partida se incrementó en 55.8% desde su presupuesto original, pues se le sumaron 468 millones 129 mil pesos.
Los senadores quitaron recursos a otros rubros —como al de estímulos para productividad, derechos de autor, mantenimiento de maquinaria, organización de congresos y convenciones—, para aumentar los de esta partida opaca.
El órgano fiscalizar señala que, además, la Mesa Directiva realiza adecuaciones presupuestarias para dotar a los grupos parlamentarios de recursos adicionales y los justifica con conceptos como: asignación extraordinaria, asistencia legislativa o atención ciudadana.
“Lo anterior evidencia una falta de racionalización en el otorgamiento de recursos de carácter extraordinario, en incumplimiento del artículo 1, párrafo segundo, de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, en cuanto al criterio de racionalidad”, cita el informe de la ASF.
De esta forma, de febrero de 2013 a diciembre de 2014 se pagaron 17 millones 123 mil pesos para la renta de las oficinas de la Torre Azul, del Partido Acción Nacional.
Otros grupos parlamentarios recibieron, sin justificación, apoyos adicionales de entre 350 mil pesos mensuales que sumaron hasta cinco millones de pesos en todo el año.
La Auditoría Superior de la Federación también alerta de actividades reiteradas en la Cámara Baja.
Como hicieron en 2013, los diputados se aprobaron en 2014 el otorgamiento de una subvención extraordinaria “por concepto de apoyo legislativo y actividades complementarias” por 250 mil pesos por legislador, por lo que el pago adicional en total ascendió a 125 millones de pesos.
Pero además, no existe documentación para comprobar el gasto de los recursos de las partidas 3991 “Asignaciones para el cumplimiento de la función legislativa” y 4930 “Otros subsidios y Subvenciones” que ascienden a 1,944 millones 420 mil pesos o a 25.6% del presupuesto total de la Cámara.
“No se contó con la información que permitiera evaluar la razonabilidad del gasto o comprobar que los recursos se ejercieron en trabajos legislativos; por lo anterior, persiste una limitada rendición de cuentas en el ejercicio de los recursos”, cita el informe de la Cuenta Pública 2014.
En la Cámara de Diputados existen otras irregularidades como que se firmó un convenio por 500 millones de pesos para conservación y equipamiento de los recintos legislativos y de ese monto el 58.2% se gastó en otros rubros, entre los que se incluye desde telefonía celular, hasta eventos de diversa índole y obsequios.
La ASF también señaló que entre los diputados no se justifican las faltas de los legisladores por lo que es común que aún cuando no asistan a la sesión cobren su sueldo; o que cobren viáticos a pesar de que no entreguen reportes sobre el objetivo de viajes para justificar el uso de esos recursos.