[contextly_sidebar id=”YrMIbTrzWSX1mCY1wJHipSTzM4hmUAFb”]Rubén Pérez Andrade, el octavo policía estatal de Veracruz detenido por la desaparición de cinco jóvenes ocurrida el pasado 11 de enero en Tierra Blanca, confesó a las autoridades que todas las víctimas fueron torturadas y asesinadas, en complicidad con presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación.
“Perdimos a nuestros chamacos” dijo a Animal Político José Benítez, padre y tío de dos de las víctimas, tras revelar el contenido de la declaración que les comunicaron autoridades federales, en una reunión informativa que sostuvieron para conocer los avances del caso.
“Esta persona ya confesó y dijo como pasó todo de todo hasta que ya perdimos a nuestros chamacos… confesó que nos los mataron” señaló con la voz entrecortada el señor Benítez.
Fue una reunión que se extendió casi cuatro horas en la que el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa, y el comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, les detallaron la declaración de Pérez Andrade. Se trata del primer agente de la policía que confirma no solo la detención ilegal de los jóvenes, sino su presunto homicidio.
El señor José Benítez reconoció que no pudo escuchar el relato completo debido a la crudeza del mismo y tuvo que salirse.
“No aguante la presión de lo que este señor declaró, de la tortura y cosas así. Mi hijo no merecía eso ni ninguno de los muchachos, pero aunque así hubiera sido, nadie tiene que haber pasado por eso” dijo.
De acuerdo con lo informado por las autoridades al señor Benítez, la detención y declaración de este elemento de la secretaría de Seguridad Pública estatal resulta clave, ya que además de dar una crónica detallada de los hechos, da soporte al trabajo pericial que se ha reunido hasta ahora.
Según lo dicho en la reunión a los padres, el agente Pérez Andrade dijo que los jóvenes fueron llevados “a unas galeras” y finalmente entregados a los criminales en El rancho el Limón, donde fueron asesinados.
Animal Político publicó que en dicho rancho, las autoridades encontraron cerca de tres mil fragmentos de restos humanos, la mayoría triturados y calcinados. Hasta ahora, los peritajes han permitido identificar a dos de los jóvenes con el material recolectado, aunque el Equipo Argentino de Antropología Forense está realizando un segundo análisis.
Cabe señalar que hasta ahora ya son ocho los elementos de la secretaría de Seguridad Pública Estatal detenidos por su presunta relación con la desaparición forzada de los jóvenes.
La policía estatal de Veracruz, según datos oficiales del secretariado Ejecutivo del Sistema nacional de Seguridad Pública, es la que tiene el mayor número de mandos y agentes en activo que no son confiables.
José Benítez dijo que la presencia permanente que tienen los padres y familiares de las víctimas en las instalaciones de la Fiscalía General de Veracruz continuarán hasta que todos los aspectos del caso se resuelvan.
“La petición que tenemos con las autoridades es que se de con todos nuestros hijos para empezar, y después que ni uno de los responsables de este caso continúen en las calles, que el 100% de responsables estén en la cárcel” dijo.
En la reunión, explicó Benítez, el comisionado de la Policía federal se comprometió a ampliar los radios de búsqueda en torno al Rancho El Limón para dar con los restos de los jóvenes “estén como estén”.
“Unos son los que se llevaron a nuestros hijos y otros son los que los asesinaron y hasta que todos los implicados de esas dos partes no estén detenidos, no vamos a quitar el dedo en la llaga y no nos vamos a mover de aquí” dijo.
En cuanto a una nueva reunión con las autoridades que trabajan en el caos, no quedó una fecha establecida pero si el compromiso de que el encuentro se realizará en cuanto hay nuevos resultados.
El comisionado Enrique Galindo dijo en una entrevista con medios que la detención de un octavo agente de la policía estatal abre nuevas líneas de investigación en torno al caso, de las que no se puede dar detalles para no afectar el caso.