[contextly_sidebar id=”1KuYqBSvSn1IHueqs5agmokszrexy12o”]Una semana después de que cinco jóvenes desaparecieran en una carretera de Veracruz tras haber sido detenidos por policías estatales, el gobierno federal, encabezado por la Procuraduría General de la República (PGR), asumió el control de la investigación y se ordenó la detención del jefe de las fuerzas de seguridad estatales en la región donde ocurrieron los hechos.
El viernes pasado, José Benítez, padre de uno de los jóvenes y tío de los otros, se reunió con autoridades federales para pedirles que asumiera el control del caso, incluyendo la indagatoria de lo ocurrido así como la estrategia de búsqueda.
“No confiamos nada en las autoridades de Veracruz. Los cuatro policías que detuvieron al inicio se encubrieron entre ellos y el gobierno quería dejar el tema ahí. Por supuesto nada de lo que dijeron sirvió para localizar a los estudiantes. Gracias a que este fin llegaron las autoridades federales es que Veracruz tuvo que detener al jefe de los agentes. Tenemos la esperanza de que esta semana haya resultados” dijo Benítez en entrevista con Animal Político.
Sobre el tema, la dependencia federal confirmó a este medio que solicitaron a Veracruz un desglose del trabajo que se hizo hasta ahora, así como de las declaraciones de los policías ya consignados, mientras que en el caso de los nuevos detenidos se colaborará en los interrogatorios. Lo anterior acompañado de un nuevo plan de búsqueda con otras fuerzas federales.
Los datos oficiales de la Procuraduría evidencian que Veracruz es un foco rojo en materia de personas desaparecidas. La entidad acumula la cuarta parte de averiguaciones previas federales abiertas por desapariciones entre 2014 y 2015.
Además, de un registro de 40 menores de edad que la PGR tiene como desaparecidos en la Fiscalía Especializada en este delito, casi el 25% corresponden a casos ocurridos en la entidad que gobierna el priista Javier Duarte.
Hasta octubre del año pasado uno de cada tres agentes de toda la fuerza operativa de la policía estatal de Veracruz había reprobado el proceso de control de confianza. En su informe de noviembre el gobernador dijo que ya había despedido al 60% aunque, una investigación de El Sabueso, confirmó que dicho dato no podía ser confirmado.
La semana pasada la Fiscalía de Veracruz inició una investigación por la desaparición de los cinco jóvenes ocurrida el 11 de enero, tras haber sido detenidos en un retén de la policía estatal. Más de 30 agentes fueron investigados por el Ministerio público local pero finalmente, solamente cuatro quedaron retenidos, sin ningún mando entre ellos.
Días después, la Fiscalía reconoció que los datos aportados por seis agentes fueron insuficientes para localizar a las víctimas.
“Habían hecho un teatro para detener nada más a cuatro (…) Ellos fueron instruidos antes de ponerlos a disposición para que supieran qué declarar pero no decir dónde estaban los muchachos. Pero ahorita con la presión de PGR ya tuvieron que cumplir las órdenes de aprehensión que hacían falta y darle seguimiento al trabajo”, dijo José Benítez.
La PGR confirmó que el viernes 15 de enero se inició la averiguación previa general del caso a través de la Fiscalía para la búsqueda de desaparecidos. Un día después las autoridades de Veracruz cumplimentaron órdenes de aprehensión giradas por jueces en contra del delegado regional de la policía estatal.
Los nuevos detenidos son el delegado de la Secretaría de Seguridad Pública en Tierra Blanca, Marcos Conde Hernández, y el policía Otoniel Cruz Linares, quienes fueron trasladados al penal regional de Cosamaloapan.
Además de lo anterior, la Fiscalía Especializada en Desaparecidos integra de forma independiente una línea de investigación diferente a la de las autoridades veracruzanas, y el fin de semana personal ministerial federal se trasladó a la región para realizar varias diligencias que no se revelaron por la secrecía del caso.
“Por lo que nos dijeron en la reunión que tuvimos con las autoridades federales nosotros creemos que la PGR va a terminar atrayendo el caso y van a dejar fuera a la Fiscalía General del estado. Esperamos también que la PGR pueda interrogar pronto a los detenidos en torno a lo que ocurrió” dijo el señor Benítez.
La desaparición de los cinco jóvenes ocurrió el 11 de enero en las inmediaciones del municipio de Tierra Blanca, luego de que estos regresaban de vacaciones de la playa. En el auto viajaban Jorge José Benítez de la O, de 24 años de edad; Alfredo González Díaz, de 25; Marco Arturo Sánchez, de 27; Bernardo Benítez Arroniz, de 25, y Susana T. G., de 16 años.
Los agentes declararon que detuvieron el auto porque viajaba en exceso de velocidad y sus placas no eran de la entidad. Aseguran que luego dejaron ir a los jóvenes sin embargo. estos nunca llegaron a su destino.
Benítez no tiene idea de porque su hijo y sobrinos están desaparecidos pero asegura que el que viajaran en un automóvil con placas del Distrito Federal, es un “pretexto suficiente” para que puedas ser retenido en la entidad y luego suceda “una desgracia”.
“Ustedes viven en la Ciudad de México pero esto es Veracruz y no lo ven. Aquí pasan cosas que uno la verdad quisiera llorar…”
Los datos oficiales parecen darle la razón a Benítez. Entre enero del 2014 y noviembre del 2015 la PGR tiene un registro de 155 personas desaparecidas en Veracruz relacionadas con averiguaciones previas federales. El estado se ubica solo detrás de Guerrero que tiene poco más de 250 casos y entre ambos acumulan prácticamente el 40% de los desaparecidos a nivel nacional.
La Fiscalía para Desaparecidos de la PGR tiene además un registro específico de 41 casos de jóvenes menores de edad desaparecidos, de los cuales nueve corresponden solamente al estado de Veracruz, es decir la cuarta parte del total.
Un mapa oficial de personas desaparecidas en el país elaborado por la referida Fiscalía, ubicó precisamente a Veracruz en la zona con la mayor incidencia de casos.
Cabe señalar que la integridad de la policía estatal de Veracruz ya había sido puesta en duda el año pasado. En noviembre la organización Causa en Común que encabeza la activista María Elena Morera, reveló que de los nueve mil 588 policías estatales de la entidad, tres mil 819 estaban en activo pese a que no superaron las pruebas de control de confianza.
Lo anterior significaba prácticamente que 1 de cada 3 policías estatales no era confiable. En respuesta el gobernador de la entidad Javier Duarte informó que el 60% de esos policías reprobados ya habían sido dados de baja.
Una investigación de este afirmación realizada por El Sabueso arrojó que el presunto despido de los policías referido por el gobernador no se podía verificar con la información pública disponible.
En noviembre pasado, aprovechando la lectura del informe de gobierno de Javier Duarte, un colectivo de familiares de personas desaparecidos realizaron una protesta y colocaron una manta para reclamar por la falta de resolución de sus casos.
Como antecedente, Duarte ya se había tenido que disculpar públicamente por no “atender de forma debida” el caso de otra joven – Fernanda Rubí- desaparecida en el 2012 en la zona de Orizaba. Hasta el día de hoy ese caso permanece sin respuesta.
Diversos colectivos y organizaciones ciudadanos marcharon también en calles de Xalapa en octubre de 2015, para denunciar que hay múltiples casos de personas desaparecidas en los que la Fiscalía de la entidad ni siquiera inicia una averiguación previa.
Pero pese a estos antecedentes, el señor José Benítez espera que el caso de su hijo de y los otros cuatro jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca no quede en la impunidad, sobretodo porque ya se involucraron las autoridades federales en el mismo.
Benítez dijo no tener una pista de cual podría haber sido el destino de los jóvenes pero insistió en que no eran “gente mala” sino solo estudiantes que regresaban de unas vacaciones. Confió en que todos ellos sigan vivos.
“Pues yo soy su papa de uno de ellos y que puedo pensar. Que estén con vida. Ni modo que piense lo contrario (…) pero esto que estamos viviendo es una situación muy fea, horrible que a nadie le deseo” dijo el padre de José Benítez.