[contextly_sidebar id=”oJBFS4l2Zr7pk0LLtVzUm7aXh9EWROqX”]Después de echar un vistazo al sitio en internet de Jürgen Grässlin, es muy fácil descartarlo como un pacifista y un nerd izquierdista. Es una extraña mezcla de fotos de prensa, fotos familiares, artículos periodísticos y citas destacadas en varios colores, estilos y tamaños. Este tipo enfático parece realmente tener mucho que decir al mundo.
De hecho así es
Su sitio web también puede ser un verdadero viaje a través del tiempo. Aun así, el trabajo de Grässlin está siempre actualizado . El trabajo del más prominente activista anti-armas de Alemania va para largo. De hecho, Grässlin acaba de celebrar una victoria importante.
El 5 de noviembre pasado, seis exempleados de la empresa de armas alemana Heckler & Koch (H&K) fueron acusados de violar la Ley de Control de Armas de Guerra, por participar en los envíos ilegales de rifles de asalto G36 alemanes a México, entre 2006 y hasta 2009.
“Hoy no habría ningún cargo contra nadie si no hubiera sido por la ayuda de los medios de comunicación“, dice el abogado de Grässlin, Holger Rothbauer. Algunos medios alemanes han estado siguiendo el caso desde hace años. Desde 2013 informaron que rifles G36 habrían sido utilizados por la policía mexicana que intentaba levantar un bloqueo carretero instalado por los estudiantes de Ayotzinapa en el estado de Guerrero, incidente que dejó dos muertos en 2011. Sin embargo, no fue hasta septiembre de 2014 que el caso realmente ganó atención.
La desaparición forzada de 43 estudiantes de Ayotzinapa fue noticia en todo el mundo. Poco después se supo que la policía de Iguala utilizaba fusiles alemanes G36 la noche de la desaparición.
En una visita a México en la primavera de 2015, Christoph Strässer, comisionado para la Política de Derechos Humanos y Ayuda Humanitaria del gobierno alemán, pidió disculpas a los familiares de las víctimas por el aparente uso de armas alemanas en el crimen. En octubre pasado la televisión pública alemana transmitió toda una noche, con bastante aceptación, una serie de documentales sobre el acuerdo ilícito de H&K para vender armas. El programa se llamó “exportaciones mortales”. Hoy hay cargos contra seis ex empleados de H&K.
Grässlin había estado esperando este día desde hace más de cinco años. En abril de 2010, denunció a H & K por envíos ilegales de rifles G36 desde Alemania a México. El año previo, un informante se le había acercado para contarle de los presuntos envíos ilegales. El informante había renunciado a H & K después de enterarse de los envíos.
Grässlin al principio fue escéptico: “Tenía que ser cautelosos. Podía ser un intento por parte de H&K para espiarme”, dice el activista anti-armas. Lo que podría verse como un poco de paranoia puede entenderse mejor a la luz del largo historial de Grässlin en la lucha contra diferentes empresas de armas alemanas, una de ellas H&K.