[contextly_sidebar id=”geXh2N6XdjAfGEz1fPvJbbeVsAO4I5zE”]¿Crees que enfrentar a Jabba el Hutt, un mafioso con forma de babosa gigante, es un riesgo exclusivo de un personaje de la Guerra de las Galaxias?
¿Y qué dices de los sarlacc? ¿No son unas hormigas león con sobredosis de esteroides?. De acuerdo con algunos académicos, el catálogo de monstruos de la popular saga cinematográfica puede que no sea producto de la ciencia ficción, sino simplemente de la ciencia.
Estos son algunos ejemplos.
Estas enormes bestias de carga hicieron su debut en la película original de la Guerra de las Galaxias, y han aparecido de vez en cuando desde entonces.
Se parecen muchísimo a los mamuts lanudos, una especie extinta que habitaba en gran parte del hemisferio norte.
Al igual que los mamuts, los banthas tienen colmillos largos y la piel cubierta de abundante pelo -como un abrigo-, aunque no tienen trompa.
Esto es, de hecho, bastante extraño.
Los lanudos mamuts prosperaron durante la última glacial, cuando enormes capas de hielo se expandieron desde el Ártico y cubrieron América del Norte y el norte de Europa.
El gran tamaño de los mamuts y sus gruesos abrigos les ayudaron a mantenerse con calor en el gélido clima. En cambio, los banthas viven en un planeta desierto de Tatooine.
Nunca hemos visto un termómetro en pantalla, pero claramente hace un calor abrasador y no hay un copo de nieve a la vista, por lo que los banthas deben estar muriéndose de calor.
En ese sentido, podemos concluir que fueron importados de algún otro lugar, quizás del mundo helado de Hoth, o puede que alguien los haya criado especialmente por su piel.
Hablando del gélido mundo de Holth, sus nativos tauntaun fueron utilizados como bestias de carga durante la Rebelión, que tuvo lugar en el “Episodio V: El Imperio Contraataca”.
Tienen el pelo grueso, de color blanco sucio, lo cual tiene sentido, si tenemos en cuenta el paisaje nevado en el que viven.
Sin embargo, parecen muy poco adecuados para ser cabalgados por humanos.
Casi todos los animales montados por humanos tienen cuatro patas. Pero los tauntaun son bípedos, con brazos al frente, de manera que parecen dinosaurios predadores, como los tiranosaurios rex.
Esto significa que apoyan todo su peso en las patas traseras. Es fácil pensar que un tauntaun podría ceder bajo el peso adicional de un Luke Skywalker vestido con un anorak.
Pero no necesariamente. Existe un animal bípedo que los humanos pueden montar: los avestruces. Si éstas pueden soportarlo, se supone que los tauntaun también pueden.
Espera… ¿cómo dices? Nunca se nombraron en pantalla, pero aun así son memorables.
En “El Imperio Contraataca”, Han Solo esconde el Halcón Milenario en un túnel localizado en un asteroide, para después descubrir que en el túnel vive una gigantesca criatura con forma de gusano, y que ha estacionado su nave en su lengua.
Esta bestia fue posteriormente bautizada como exogorth. Hasta ahora, no tenemos pruebas de que exista ningún asteroide en el sistema solar habitado por gusanos enormes, y parece poco probable. Pero varios elementos del exogorth están basados en la vida real.
Para empezar, hay muchos animales grandes que pasan la mayor parte del tiempo en madrigueras o cuevas, como la anguila morena, que vive en cavidades del lecho marino en forma de tubos.
Una pregunta más complicada es: ¿qué podría comer un exogorth?
El escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke dijo que el animal era inverosímil porque la princesa Leia no le habría servido de comida suficiente y, supuestamente, no pasaban por allí muchos animales de presa. Pero eso, suponiendo que comiera carne.
Muchos organismos unicelulares pueden obtener energía a partir de rocas molidas: millones de este tipo de microbios viven en lagos bajo la capa de hielo de la Antártida.
Estos microbios pueden soportar otros seres más grandes y complejos.
Ahora sabemos que los gusanos pueden vivir en rocas sólidas, a varios kilómetros bajo tierra, donde se alimentan de membranas de bacterias.
Al final, es cierto que estos gusanos miden tan sólo unos pocos metros de largo, mientras que los exogorth tienen cientos de metros, pero aun así hay unas similitudes a tomar en cuenta.
Esta mente criminal es, básicamente, una babosa gigante con brazos.
Dejando a un lado la pregunta sobre si una babosa podría llegar a evolucionar inteligentemente como para dirigir un imperio criminal con suficiente dinero en efectivo para contratar a un bufón de corte… ¿podría una babosa llegar a ser tan grande como Jabba?
Las babosas y los caracoles son moluscos, lo cual quiere decir que pertenecen al mismo grupo de las almejas, ostras y pulpos.
El molusco más grande es, probablemente, el calamar gigante, que puede llegar a alcanzar los 12 metros de largo. Pero no es una buena guía.
La mayor parte de su longitud se debe a sus tentáculos, que pueden crecer tanto porque vive bajo el agua.
Las babosas y los caracoles, técnicamente conocidos como “gasterópodos”, tienen cuerpos bastante más compactos, lo cual limita su tamaño.
La liebre de mar negra californiana es uno de los más grandes: llega a medir 0.99 metros de largo y puede pesar 14 kilos.
Pero, de nuevo, es una especie marina y eso significa que puede llegar a ser inusualmente larga.
Si nos limitamos al ámbito terrestre, el caracol de tierra gigante africano puede, a veces, llegar a medir 30 centímetros.
Sin embargo, parte de su tamaño y volumen se debe a su gran concha, y Jabba no parece tener una.
Eso nos deja con los gateropódos sin concha, como las babosas negras (Limax cinereoniger). que puede que sean las más grandes llegando a alcanzar los 20 metros de largo.
Ese pudiera ser un pariente de Jabba, porque a fin de cuentas un jefe mafioso más pequeño que una computadora portátil no resultaría tan intimidante.
Jabba el Hutt está evidentemente interesado en retorcidos métodos de ejecución.
En “El Retorno del Jedi”, intenta arrojar a nuestros superhéroes al Gran Pozo de Carkoon, en donde vive un monstruo que se llama Sarlacc.
“En su barriga”, les informa Jabba a través de un reacio traductor, “encontrarán una nueva definición del dolor y del sufrimiento, a medida que sean lentamente digeridos durante un millar de años”.
Nunca vemos el cuerpo completo del sarlacc porque está enterrado bajo la arena.
Se encuentra en el fondo de un foso de arena con laterales notablemente inclinados, por lo que cualquiera que se caiga se deslizará, inexorablemente, hasta el fondo.
Esto hace recordar a uno de los mayores depredadores de insectos: las hormigas león.
Las larvas de estos insectos se aprovechan de las hormigas y, para hacerlo, construyen trampas.
Cavan pequeños hoyos en la arena, de pocos centímetros de profundidad.
La pendiente de la fosa terminada tendrá un ángulo muy particular, conocido como el ángulo crítico de reposo.
Es tan pronunciada que puede serlo, posiblemente, sin colapsarse por sí sola, y la menor perturbación enviará la arena que caiga hasta el fondo.
Esto significa que cualquier animal que se pase por el foso se deslizará hasta las profundidades, donde la hormiga león le espera con las mandíbulas abiertas y con la boca abierta.
Como puede apreciarse, no todo es ficción en la Guerra de las Galaxias.