[contextly_sidebar id=”UFwRjdPqcKBViHv2chwguChOB09jAwLM”]El virus de zika, que fue tectado por primera vez en América Latina en 2014, continúa propagándose en la región.
En México las autoridades de salud confirmaron esta semana los dos primeros casos autóctonos del virus en el país.
La titular de la Secretaría de Salud, Mercedes Juan López, indicó que los casos, que fueron confirmados por las autoridades de epidemiología, se presentaron en los estados de Chiapas y Nuevo León.
Asimismo llamó a los mexicanos a llevar a cabo medidas de prevención como la eliminación de los sitios de anidación del mosco transmisor, el Aedes aegypti.
La infección de zika se propaga por medio de la picadura de este mosquito, que es el mimso que causa el dengue y el chikungunya.
E incluso los síntomas de las tres enfermedades son muy similares.
El virus de zika fue detectado por primera vez en las Américas en febrero de 2014 por las autoridades de Chile que confirmaron el primer caso en la Isla de Pascua.
En mayo de 2015 las autoridades de salud de Brasil confirmaron una transmisión autóctona del patógeno en el noreste del país y hasta octubre el contagio había sido confirmado en 14 estados.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las autoridades de Colombia también reportaron el primer caso autóctono de contagio del virus en el estado de Bolívar.
Hasta octubre pasado habían sido confirmados nueve casos en el estado, dice la organización.
“Los recientes brotes de zika en diversas regiones del mundo demuestran el potencial de este virus para propagarse por los territorios donde se encuentra el Aedes aegypti”, asegura la OMS.
Tal como señaló la titular de la Secretaria de Salud de México, “lo más importante para el control de este mosquito es el saneamiento ambiental, la participación de la comunidad, además del rociado que se hace casa por casa y nebulizaciones en las calles”.
“Necesitamos prevenir en la medida de lo posible estancamientos de agua en casas; necesitamos que la gente no tenga reservorios abiertos que es donde se reproducen los mosquitos, éstas son acciones muy importantes”, dijo Mercedes Juan.
Y dijo que las medidas de prevención que se seguirán para la prevención del zika son las mismas acciones que hasta ahora se mantienen para disminuir la incidencia del dengue en el país.
A continuación te explicamos en BBC Mundo qué es este virus y cómo debe tratarse.
El virus se identificó en 1947 por primera vez en Uganda, específicamente en los bosques de Zika. Se descubrió en un mono Rhesus cuando se realizaba un estudio acerca de la transmisión de la fiebre amarilla en la selva.
Análisis serológicos confirmaron la infección en seres humanos en Uganda y Tanzania en 1952, pero fue en 1968 que se logró aislar el virus con muestras provenientes de personas en Nigeria.
Análisis genéticos han demostrado que existen dos grandes linajes en el virus: el africano y el asiático.
En 2007 se registró la infección en la isla de Yap, que forma parte de Micronesia, en el Océano Pacífico. Fue la primera vez que se detectó el virus fuera de su área geográfica original: África y Asia.
A finales de octubre de 2013, se inició un brote en la Polinesia Francesa, también en el Pacífico, en el que se identificaron 10.000 casos.
De ese total, aproximadamente 70 fueron graves. Los pacientes desarrollaron complicaciones neurológicas, como meningoencefalitis, y autoinmunes, como leucopenia (disminución del nivel normal de leucocitos en la sangre).
En febrero de 2014 las autoridades chilenas confirmaron un caso de transmisión autóctona en la Isla de Pascua. El mismo coincidió con un brote en Nueva Caledonia y las Islas Cook. Nuevamente en el Océano Pacífico.
Suele oscilar entre 3 y 12 días. Tras este período, aparecen los síntomas. Sin embargo, la infección también puede presentarse de forma asintomática.
Según un estudio publicado en la revista médica The New England, una de cuatro personas desarrolla síntomas.
No se ha reportado ninguna muerte que haya sido causada por la enfermedad.
La mayoría de las personas se recupera y la tasa de hospitalización es baja.
Generalmente, duran entre cuatro y siete días y pueden confundirse con los del dengue.
En los casos en los que las señales que revelan la enfermedad son moderados, la persona puede tener fiebre de menos de 39°C, dolor de cabeza, debilidad, dolor muscular y en las articulaciones, inflamación que suele concentrarse en manos y pies, conjuntivitis no purulenta, edema en los miembros inferiores y erupción en la piel, que tiende a comenzar en el rostro y luego se extiende por todo el cuerpo.
Con menos frecuencia se presentan vómitos, diarrea, dolor abdominal y falta de apetito.
Las complicaciones de tipo neurológico y autoinmune han sido excepcionales hasta el momento debido a que solo se vieron en la Polinesia Francesa.
No hay una vacuna ni un tratamiento específico para el zika, sólo un manejo sintomático que consiste en descansar y en tomar acetaminofén o paracetamol para el control de la fiebre.
No se recomienda el uso de aspirinas por el riesgo de sangrado que acarrea.
También se aconseja ingerir líquido en abundancia para paliar el que se pierde por diferentes razones.
Para manejar el prurito ocasionado por la erupción, se pueden utilizar antihistamínicos.
Es necesario mantenerse alejado del paciente al menos durante la primera semana de la enfermedad para evitar el contagio.
Como la transmisión ocurre por la picadura de un mosquito, se recomienda el uso de mosquiteros que pueden impregnarse con insecticida y la instalación de mallas antimosquitos si no se tienen.
Se deben utilizar repelentes con Icaridina y ropa que cubra las extremidades, para que haya menos posibilidades de sufrir una picadura.
El riesgo para el continente se encuentra en el potencial de transmisión de la enfermedad, que radica en que los mosquitos transmisores del virus viven en la región y en la densidad poblacional de la misma.