[contextly_sidebar id=”gkOcJ3dsvldYY0A1Wui8iOCH6vcubmBJ”]Este lunes, 12 países del mundo –Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam- firmaron un acuerdo para formar la Alianza Transpacífica (TPP), la zona de libre comercio más grande del mundo.
Según los actores que apoyan el TPP –entre ellos, el gobierno mexicano- esta alianza beneficiará a los ciudadanos. Después de la firma del acuerdo, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo que con el TPP “México fortalece su integración comercial con el mundo”, mientras que el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, aseguró que “atraerá inversiones directas que se traducirán en más y mejores empleos”.
Sin embargo, personajes como los premios Nobel de Economía, Joseph Stiglitz y Paul Krugman, se oponen a la alianza por considerar que tiene potencial para dañar ciertos aspectos de la calidad de vida de los consumidores y ciudadanos, además de que es un acuerdo que se ha negociado completamente en secreto. Hasta el día de hoy, el texto del TPP no es público, por lo que no se conoce con exactitud su contenido.
¿Qué es el TPP?
Los negociadores, reunidos en Atlanta, resolvieron el fin de semana los últimos escollos pendientes, incluidos los diferendos sobre las protecciones a la industria farmacéutica, productos lácteos, endulzantes y automóviles.
El TPP, negociado durante los últimos cinco años, desfasará los aranceles en todos los productos que se comercian entre los países que lo firmaron, con excepción de la carne de res en el caso de Japón y de algunos productos lácteos, tema sensitivo para Nueva Zelanda.
El presidente Barack Obama aplaudió las conclusiones del acuerdo y destacó que incluye los compromisos laborales y ambientales “más fuertes que cualquier otro acuerdo”, promueve un “internet abierto” y refuerza las “relaciones estratégicas” con sus socios y aliados en la región.
“El acuerdo logra la meta que nos impusimos: un acuerdo, ambicioso, integral, de altos estándares y balanceado que beneficiará a los ciudadanos de nuestros países”, señaló en rueda de prensa en Atlanta, el Representante Comercial de la Casa Blanca, Michael Froman.
La Casa Blanca también destacó que el TPP promoverá los más altos estándares de transparencia y anti-corrupción de la historia, pues obliga a los países a ratificar o aceptar la Convención de Naciones Unidas Contra la Corrupción (UNCAC).
El Representante Comercial de la Casa Blanca indicó que funcionarios de los 12 países continuarán trabajando para finalizar el texto, a fin de que pueda ser firmado y se pueda proceder con los procesos de ratificación interna.
En el caso de Estados Unidos, el TPP tiene que ser ratificado por el Congreso de Estados Unidos, donde enfrenta la oposición del Partido Demócrata pese a ser un proyecto impulsado por el presidente Barack Obama.
En México, el presidente Peña Nieto y el Senado deben aprobarlo.
La oposición
Dos premios Nobel de Economía, Joseph Stiglitz y Paul Krugman, se oponen a esta alianza.
En entrevista con el diario Vancouver Sun, Stiglitz explicó que los acuerdos contemplan deshacerse de regulaciones en materia de medio ambiente, seguridad, economía, salud. “Los consumidores, que no están negociando en la mesa, resultarían afectados”.
Un ejemplo, según Stiglitz, es uno de los puntos que permite que cualquier compañía demande a los gobiernos cada que haya una nueva regulación.
Además, con este acuerdo el acceso a los medicamentos genéricos sería más difícil, según Stiglitz. “Los pobres no serán capaces de costearlos, los seguros médicos se encarecerán…es decir, afectará a todos los grupos en la sociedad y ninguno de ellos está en la mesa, negociando”.
Para Paul Krugman, el TPP no es un acuerdo realmente sobre libre comercio. Sí, algunos precios bajarían, pero la preocupación principal “es la propuesta que involucra endurecer los derechos de propiedad intelectual en campos como la medicina y el cine”.
En un texto publicado por The New York Times en mayo pasado, Krugman reporta que la organización Médicos Sin Fronteras está preocupada por el acuerdo que haría que los medicamentos fueran “incosteables” para las naciones en vías de desarrollo.
Además, la coalición de organizaciones sindicales como la AFL-CIO y grupos ambientalistas estadounidenses se opone al acuerdo bajo el argumento de que beneficia a las grandes corporaciones pero no a los trabajadores.
Hoy, la mayor central sindical de Estados Unidos, la AFL-CIO, pidió al presidente Barack Obama la divulgación inmediata del texto del Acuerdo de la Asociación Transpacífico (TPP).
La Representación Comercial de la Casa Blanca respondió que negociadores de los 12 países continuarán el proceso de redacción final de las cláusulas del acuerdo antes de su divulgación al público.
También en Estados Unidos, el acuerdo fue repudiado por el aspirante presidencial demócrata Bernie Sanders.
“Wall Street y otras grande corporaciones han ganado nuevamente… Necesitamos políticas comerciales que beneficien a trabajadores y consumidores de Estados Unidos, no sólo a los presidentes de grandes corporaciones multinacionales”, señaló Sanders.
¿Qué dice el gobierno mexicano?
La Presidencia de la República destacó que como resultado de arduas negociaciones, México logró los balances adecuados entre “los intereses y las sensibilidades” en áreas como la cadena autopartes-automotriz, textil-vestido y productos agropecuarios como arroz, productos cárnicos y el sector lácteo.
Presidencia informó que los 11 países que también forman parte del TPP representan casi tres cuartas partes del comercio exterior de México y son el origen de más de la mitad de la inversión recibida por el país desde 1999.
Además, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, dijo que el TPP “abre nuevas oportunidades de negocio para el sector productivo nacional en seis mercados de Asia-Pacífico, considerada la región que registrará el mayor crecimiento económico en los próximos 25 años.”
Guajardo Villarreal dijo que el TPP fortalece la integración de las cadenas productivas de México, Estados Unidos y Canadá, “contribuyendo a la meta de convertir a América del Norte en la región más competitiva del mundo”.
También, consolida el acceso preferencial a los mercados de Chile y Perú, socios comerciales prioritarios de México en América Latina, y profundiza las preferencias de acceso al mercado de Japón, abundó.
Según el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, este acuerdo garantizará el acceso de productos mexicanos a 11 naciones, como Estados Unidos, el mercado más grande del mundo, además de que por su posición estratégica, México recibirá inversión directa productiva.
Respecto al empleo, Navarrete Prida dijo que con este tratado se generarán más plazas de trabajo en la medida que empiecen a llegar las inversiones, amén de que se estableció en los resultados que no habrá sanciones de carácter comercial por controversias o supuestas violaciones laborales.
Explicó que en las negociaciones, México insistió en que esas controversias no se canalizarán directamente a paneles de expertos, como pedían algunas naciones, sino que prevalecerán en medios primarios de conciliación, donde se tiene experiencia.
El titular de la Secretaría del Trabajo admitió que el tema de los contratos de protección patronal fue ampliamente discutido de manera bilateral con Estados Unidos y no entró en las negociaciones generales del TPP, ya que el gobierno mexicano se opone y lucha contra esa práctica.
Por otra parte, resaltó que en la negociación del TPP también prevalecieron las reglas de origen, del porcentaje nacional que se tenía que aportar, e insistió en que en materia de política laboral y empleo, “el acuerdo será muy positivo y favorable para México.”
Por último, subrayó que el tratado permitirá a nuestro país tener crecimiento económico, planta laboral sólida, y en industrias donde México es fuerte “participar exitosamente”.