[contextly_sidebar id=”Haj6ozGURLNeNiuaRe3CJKpgWWTA1cdQ”]Como muestra de la poca cultura de inclusión en México, la mitad de los aspirantes a un trabajo que cumple con las expectativas en el currículum es rechazado en la entrevista por el reclutador cuando observa que el postulante tiene alguna discapacidad.
Esto forma parte de los resultados de la Radiografía de las empresas mexicanas 2015, elaborado por la empresa de consulturía Linkenium, que analiza la inclusión en el mercado laboral.
De acuerdo con los resultados, de las más de 5 millones de empresas en el país, sólo mil son incluyentes; es decir, tienen contratado a personal que tiene alguna discapacidad, lo que representa 0.02%.
Para Lourdes Arriola, directora de Linkenium, estos resultados demuestran una “falta de cultura” entre las empresas, pues contratar a personas con discapacidad no implica modificar al 100% los edificios para hacerlos accesible, sino sólo “hacer ajustes razonables que me va a permitir incluir a esa persona laboralmente”.
Sin embargo, es lamentable que las personas con la preparación suficientes, candidatos que ya tienen niveles universitarios e incluso maestría, “las empresas les ofrezcan niveles inferiores u operativos porque son personas con discapacidad”, aseguró Arriola durante la presentación del estudio.
Por eso, dijo, se requiere construir un entorno de inclusión, es decir, “que cualquier persona con o sin discapacidad pueda disfrutar del entorno, bienes, productos y servicios en igualdad de condiciones”.
Esto se ve reflejado en que hasta 2014, de los 7 millones 751 mil personas con discapacidad, sólo 16 mil 35 están empleadas, esto es 0.2%. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2010, 27% de las personas con discapacidad consideran al desempleo como el principal problema que enfrenta, aún por encima de la discriminación (20.4%) y a no ser autosuficientes (15.6%).
Este panorama repercute en su situación económica, pues la mitad de las personas con discapacidad no pueden costearse la atención a la salud y estos gastos “pueden empujar a una familia a la pobreza”.
Si bien desde el gobierno se han implementado iniciativas, éstas han sido insuficientes para abarcar a mayor población. Con la Red de Vinculación Laboral, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social atendió a mil 98 personas con discapacidad en todo el país durante 2013.
Pero de este universo, sólo 138 personas con discapacidad consiguieron un empleo, esto es 12.4% de los casos atendidos; sin embargo, la cifra representa sólo 0.02% de la población con discapacidad en México.
Para lograr una sociedad incluyente se requiere de la participación de todos los sectores, uno de ellos es la iniciativa privada. De ahí que la Comisión Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Conadis), presentará en diciembre una reforma de ley para conseguir que las empresas establezcan mecanismos de inclusión, así lo informó Jesús Toledano, director del organismo.
Con la legislación, dijo, se buscará eliminar barreras laborales que permitan la contratación de personas con discapacidad en 3% de las plantillas laborales de empresas; entre los incentivos estará el subsidio del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
La capacitación, además, es fundamental en la iniciativa privada, toda vez que los candidatos con alguna discapacidad son descartados generalmente por quienes serán sus jefes inmediatos, debido “a su falta de conocimiento sobre los tipos de discapacidad”.
Para Linkenium, la cultura de la inclusión impulsa la innovación en las empresas y ésta se puede fomentar a través del diseño de edificios, áreas urbanas, servicios y productos que beneficien a todos.
Además, el desempeño de la empresa está vinculado a la generación de “liderazgos incluyentes” y a al impulso del “potencial grupal e individual de sus colaboradores diversos”.