El presidente Enrique Peña Nieto firmó una iniciativa de ley federal, que enviará al Congreso, para crear por primera vez tres Zonas Económicas Especiales para impulsar el desarrollo del sur-sureste del país.
Según Peña Nieto, las Zonas Económicas Especiales permitirán “reducir los contrastes entre la prosperidad de la región norte y bajío del país y la marginación de los estados del sur”.
Las tres zonas se ubicarán en Puerto Lázaro Cárdenas, abarcando municipios colindantes de Michoacán y Guerrero; otro se conocerá como Corredor Interoceánico de Tehuantepec, que incluye Coatzacoalcos, Veracruz, y Salina Cruz, Oaxaca; y una más estará en el Puerto Chiapas, en Chiapas.
Durante la presentación de la iniciativa de Ley Federal de las Zonas Económicas Especiales (ZEE), dijo que como nación “no se puede aceptar esta brecha tan amplia entre el norte y el sur” y recalcó que “la transformación del país forzosamente pasa por el desarrollo del sur de México.”
En este sentido dijo que México es una nación de contrastes en el que la frontera norte y el Bajío, compiten con éxito en la economía global, y los estados del sur que no logran detonar su enorme potencial, no obstante los vastos recursos naturales con los que cuenta la región.
Peña Nieto enfatizó que “es tiempo de cambiar el modelo de desarrollo en el sur del país y transitar del asistencialismo que no ha sido suficiente y solo ha permitido mitigar la pobreza, a un crecimiento incluyente de largo alcance, que promueva las inversiones y genere empleos.”
El mandatario confió en que esta iniciativa sea revisada, enriquecida y, en su caso aprobada por el Congreso de la Unión para “establecer las bases legales para crear nuevos polos de desarrollo industrial en las regiones rezagadas pero que tienen un enorme potencial productivo.”
La creación de Zonas Económicas Especiales consiste en definir espacios geográficos que ofrezcan un entorno favorable para la instalación y desarrollo de empresas, y generar condiciones de certidumbre para los inversionistas.
Cada Zona Económica Especial (ZEE) ofrecerá:
*Beneficios fiscales directos a la inversión y al empleo.
*Un régimen aduanero especial.
*Facilidades adicionales para el comercio exterior.
*Un marco regulatorio que agilice la apertura de empresas, con infraestructura suficiente y conectividad logística para incluirse en los mercados nacionales e internacionales.
Peña Nieto dijo que para que estas zonas sean exitosas deben ser un proyecto de mediano y largo plazo que trascienda la presente administración, y recalcó que “no son una solución mágica”, sino un planteamiento “serio, innovador y exigente” que busca tomar en cuenta las experiencias internacionales, aunque varios de sus beneficios no se alcanzarán a ver en el corto plazo.
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El director del Banco Mundial para México y Colombia, Gerardo Corrochano, explicó que el desarrollo del sur-sureste es uno de los desafíos más importantes que enfrenta México.
Abundó que la institución financiera ha compartido los elementos de éxito internacional con el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), así como con la Secretaría de Hacienda y un grupo de senadores.
Aclaró que las Zonas Económicas Especiales “no son una panacea por sí solas” y para su éxito es necesario el sector privado y las inversiones, así como tener una visión integral.
“No sólo nos hemos enfocado en los casos exitoso, sino también en aquellos que no lo han sido; es importante enfatizar que existen Zonas Económicas Especiales en el mundo que no han alcanzado el éxito esperado en términos de atracción de inversión o creación de empleo” admitió.
Por lo que, dijo, las Zonas Económicas Especiales son proyectos a mediano o largo plazos y el éxito reside en la capacidad de coordinar los resultados y las acciones de política en las distintas dependencias y niveles de gobierno por un periodo sostenido y ser parte de una política de que privilegie la productividad y la competitividad
Afirmó que estas zonas pueden servir como un laboratorio para reformas profundas e innovadoras, cuya implementación a nivel nacional es muy difícil.
“Es importante aceptar y reconocer que estas zonas son un proyecto complejo y ambicioso a la vez, pero al mismo tiempo muy novedoso respecto a las políticas que se han implementado hasta ahora”, reiteró.
Aseguró que dicho proyecto implica que el gobierno tome ciertos riesgos que, en el caso de México, “se están asumiendo de manera calculada y a través de un cuidadoso trabajo preparatorio con sustento económico y ambiental”.
Durante más de tres décadas, el Banco Mundial ha apoyado la creación de zonas económicas especiales en países como China, Malasia Corea del Sur, Turquía, así como en regiones de África y Latinoamérica.