[contextly_sidebar id=”GVwnB1Yfmc0pc7Fg49iZnehjdYa5mRif”]Un grupo de rescatistas de animales pretende construir el santuario más grande de América Latina con el cual buscan alojar a más de 200 ejemplares salvajes, que por ley, ya no podrán ser utilizados en circos o cualquier espectáculo.
La presidenta de este Centro de Rescate, Rehabilitación y Conservación de Fauna Silvestre, Fernanda Quinzaños, aseguró que esta iniciativa nace del “vacío” generado por la reforma a la Ley General de Vida Silvestre (impulsada por el Partido Verde Ecologista de México) la cual prohíbe utilizar animales salvajes en circos y que entró en vigor el pasado 8 de julio.
“De esto nace Santuaai con la preocupación de crear un sitio que jubile a estos animales. El tipo de ley que se debió haber creado es una ley gradual, una ley en que se les dijera a los circos: a partir de esta fecha no puedes seguir comprando ni ejemplares ni reproducirlos y cada seis meses hacer una inspección de cómo los tienes, su estado de salud, su alimentación” detalló Quinzaños en entrevista con Animal Político.
La Fundación Santuaai presentó esta iniciativa ante la Procuraduría Federal del Protección al Ambiente (Profepa) y ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la cual se construiría al sur de la Ciudad de México y comprendería cerca de 50 hectáreas, sin embargo necesitan un presupuesto inicial de por lo menos 66 millones de pesos para activar el santuario por un año antes de que pueda ser autosustentable.
“Esto depende de que los fondos se junten. Con Semarnat ya nos hemos acercado les encanta la idea porque es una necesidad. Ahora lo que necesitamos es que apoyen económicamente” explicó la presidenta de la fundación, la cual lanzó una campaña de donación en redes sociales #YoSoySantuaai para conseguir recursos.
Sin embargo la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) respondió a Animal Político que “no se puede otorgar algún tipo de financiamiento en su modalidad de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA)”, debido a que la nueva ley no reconoce a santuarios o a refugios más que como una “simple denominación, que se adopta de acuerdo a los objetivos que persigue cada promovente”.
A pesar de ello, el grupo de activistas calcula que de conseguir el financiamiento necesario, el primer año se estaría rehabilitando entre 70 y 80 ejemplares de animales, principalmente grandes felinos, osos y elefantes.
Si bien no hay una cifra exacta de la cantidad de animales de circo en el país, pues sólo el 65% de estos establecimientos reportó número y tipo de ejemplar, hay por lo menos mil 91 que dejarán de aparecer en estos espectáculos, entre los cuales hay aves, carnívoros, mamíferos, primates y reptiles. El tigre, la llama y el papión son las especies con mayor presencia, de acuerdo con el inventario de animales que reportaron los circos a Profepa y a la Dirección General de Vida Silvestre en 2014.
Esto sin contar la cantidad de animales decomisados a particulares por las mismas dependencias.
Según la Semarnat las opciones para cirqueros o para quienes no puedan mantener a uno de estos animales son 108 zoológicos y seis Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre que controla la misma dependencia.
Sin embargo no podrían albergar a todas las especies por la sobrepoblación en estos lugares, de acuerdo con la presidenta de la fundación Santuaai, quien afirma que cuentan con un equipo especializado en el manejo de animales que involucra a veterinarios, ex directores de zoológicos y rescatistas, así como convenios y voluntariados con universidades para cubrir las atenciones del santuario.
“Se tiene planeado hacer convenios con la UNAM con la UAM para que los estudiantes de veterinaria nos los manden para voluntariados, servicios sociales, y prácticas” mencionó Quinzaños.
Las organizadoras señalan que ya entrado en operaciones el santuario podría reactivar la economía de los agricultores de la zona para conseguir el alimento de especies herbívoras además de utilizar energía solar y un sistema de recolección de agua pluvial.