[contextly_sidebar id=”kud8R2YyPmH9PlP5ff7kbbEA1tp9ygDT”]Tras un año cuatro meses de reclusión, Joaquín “El Chapo” Guzmán, escapó del penal de alta seguridad del Altiplano a través de un túnel la noche del sábado 11 de julio. Ésta es la segunda fuga del líder del cártel de Sinaloa, la primera ocurrió en 2001, cuando se fugó del penal de Puente Grande, con la complicidad de custodios y fue recapturado en febrero de 2014.
A continuación, mostramos el análisis de tres especialistas en seguridad que coinciden en que la fuga del líder del narcotráfico más buscado ocurrió gracias a dos cosas: la debilidad de las instituciones y la corrupción en el país.
Alejandro Hope (@ahope71) editor de seguridad de El Daily Post:
“(La fuga del Chapo es muestra de) debilidad institucional muy seria en todo el aparato de seguridad y justicia”, porque “presuntamente” el Altiplano era la cárcel más segura del país. En una entrevista a través de Periscope con lectores de Animal Político, el especialista en seguridad aseguró que la fuga habla de “complicidades más allá de la prisión”, porque es impensable, en que hayan podido construir un túnel sin tener acceso a los planos de la prisión.
El túnel llegó hasta el área de regaderas, un punto ciego dentro de las instalaciones, pero “alguien le tuvo que haber dicho” que ese lugar no estaba registrado por las cámaras de seguridad.
Esto es un hecho concreto que comienza a “desbalagar la narrativa” que había construido el gobierno sobre su política de seguridad, acerca de que gracias a la coordinación institucional y el uso de inteligencia habían logrado la reducción de violencia y desmantelar a grupos criminales.
Ernesto López Portillo (@ErnestoLPV), director del Instituto para la Seguridad y la Democracia A.C. (Insyde).
López Portilo coincide en que es una “señal extrema de debilidad institucional” y la “fractura de un compromiso presidencial”, pues Enrique Peña Nieto declaró en una entrevista que sería “imperdonable una segunda fuga”.
Si el gobierno Federal no puede establecer una “seguridad impecable” en un penal de alta seguridad, con uno de los líderes más peligrosos entonces “ponemos en duda toda la capacidad del gobierno federal para crear esquemas de control sobre sus propias responsabilidades”, afirma.
Esto es una muestra de que el gobierno de Enrique Peña Nieto “hereda y reproduce la crisis en los sistemas de gobierno al interior de las prisiones federales”, por lo que “exigiremos rendición de cuentas, explicación de quién falló y una investigación completa sobre la cadena de responsabilidades”.
José Reveles, autor del libro “El Chapo: entrega y traición”
Reveles, uno de los periodistas con más conocimiento sobre “El Chapo” y su entorno, advierte que al líder del Cartel de Sinaloa “lo sacó la corrupción”, pues se necesitan planos, ingenieros de alto nivel capaces de hacer un túnel de esas características y la complicidad con todos los niveles de autoridad del penal porque una obra así “no pudo pasar inadvertida”.