[contextly_sidebar id=”eDxLKOvhJWw4w6MrzWr0vWjixAf7QmuA”]En 2014, el Estado de México, Veracruz, Michoacán, Oaxaca y Chiapas fueron los estados principales que provocaron el aumento de pobres en México.
De los casi 2 millones de pobres que aumentaron en el país entre 2012 y 2014, 941 mil 200 están en el Estado de México, es decir, el 42%, mientras que en Veracruz hay 492 mil 480 pobres más, lo que representa el 24.7% de todos estos “nuevos” pobres.
En el Estado de México la población en pobreza pasó de representar el 45.3% a 49.6%, mientras que en Veracruz pasó de 52.6 a 58%, lo que los ubica por encima de la media nacional.
En estas entidades incluso creció la pobreza extrema en 1.4% y 2.9%, respectivamente, a pesar de que a nivel nacional este indicador tuvo una reducción de .3%.
Otros estados donde creció la pobreza moderada son Chiapas y Oaxaca, las dos entidades con la mayor proporción de pobres en el país: mientras que en 2012 el 74.7% de los chiapanecos estaba en pobreza, para 2014 la cifra creció a 76.2%, mientras que en Oaxaca pasó de 61.9 a 66.8%.
En México se considera que una persona está en pobreza cuando tiene un salario menor a 2 mil 542.13 pesos en localidades urbanas y mil 614.65 en rurales, además de al menos una carencia social como acceso a la alimentación, a vivienda, a salud, a educación o a seguridad social. En tanto, los pobres extremos son aquellos que tienen un ingreso inferior a mil 242.61 en lo urbano y 868.25 pesos en lo rural y tres o más carencias sociales.
Durante la presentación de la medición de la Pobreza 2014, el titular del Coneval, Gonzalo Hernández Licona, indicó que en ocho estados del país -Morelos, Veracruz, Oaxaca, el Estado de México, Sinaloa, Coahuila, Hidalgo y Baja California Sur- creció tanto la pobreza moderada como la extrema.
“Lo que le pasa a los estados y la suma de ellos es lo que le acaba pasando al país”, dijo el funcionario, quien recordó que a nivel nacional hay 5 mil 900 programas sociales, de los cuales 5 mil 616 son estatales y “no todos son buenos”.
Al respecto, Hernández Licona consideró necesario mejorar el nivel de rendición de cuentas de los estados en cuanto a la aplicación de programas sociales locales y federales.
Actualmente los gobiernos estatales, e incluso los municipales, explicó Fernando Cortés, investigador de El Colegio de México e integrante del Consejo Consultivo de Coneval, tienen un papel cada vez más relevante en el combate a la pobreza, ya que son ellos quienes proveen los servicios de salud y educación a la población, los cuales forman parte de los indicadores con los que se mide la vulnerabilidad social en el país.
En contraste, Guerrero y Nuevo León fueron los estados con la mayor reducción en el número de pobres, con 127 mil 500 y 110 mil 140 personas que ya no viven en pobreza, respectivamente.
De acuerdo con los datos difundidos por el Coneval, los niveles de pobreza de México en 2014 –de 53.2%– son incluso mayores que los reportados en 1992, cuando el 53.1% de la población era pobre.
Tras la crisis de 1994, la pobreza se disparó hasta alcanzar al 69% de la población, pero la cifra fue disminuyendo paulatinamente hasta 2006, año en que tuvo su nivel históricamente más bajo, con 42.9%. A partir de entonces la proporción en el número de pobres volvió a crecer y más aún con la crisis en el precio de los alimentos que se vivió desde 2008 y las posteriores caídas del ingreso.
Para el Coneval el comportamiento de la tendencia de la pobreza en México tiene una sola explicación: el estancamiento en los niveles de ingreso, que se han mantenido sin crecer en los últimos 30 años.
El organismo atribuye esta situación a la baja productividad que prevalece en el país, la cual ha sido la clave en muchos países para crecer y desarrollarse.
“En México hay 25 programas de apoyo productivo que no han mostrado tener una efectividad importante”, dijo Hernández Licona.
Además de mejorar estos programas, consideró que el principal reto que tiene México en la materia es conectar la política social con la política económica.