Absuelta del delito de homicidio. Esta fue la resolución del juzgado número 13 Penal de delitos no graves para Yakiri Rubí Rubio, la joven capitalina que hace un año y medio mató al hombre que la estaba violando. Cuando el juez, Fausto Agustín Favela Ayala, pronunció la palabra absuelta el resto de la resolución se opacó. La abogada Ana Katiria Suárez lanzó un grito de alegría y Yakiri se estremeció. Es el principio del fin de una pesadilla que dura ya año y medio.
El 9 de diciembre de 2013 dos hermanos que circulaban en una motocicleta por la colonia Doctores –una de las más peligrosas del DF– la amañaron y con un cuchillo en su cintura, la obligaron a subir a un hotel de la zona. Ambos abusaron sexualmente de ella en el cuarto y uno de ellos salió mientras el otro la violaba. Cuando Yakiri intentó escapar, el agresor le acuchilló los brazos, pero la joven alcanzó a agarrarle la navaja y le asestó a la yugular. El violador, Miguel Ángel Ramírez, salió por su propio pie todavía, pero murió desangrado. La joven, de apenas 21 años en ese momento, salió a la calle todavía semidesnuda, a pedir ayuda. Entró a la agencia del ministerio público nº 50, a dos cuadras de ahí, como víctima, y salió acusada de homicidio. Aún cuando, según ella, hasta aquel instante ni siquiera sabía que había matado a Miguel Ángel. 8 días después le dictaron auto de formal prisión.
[contextly_sidebar id=”nyBkJb9dFavuKp5IWm3uPZQbhceug6wb”]Pasó 86 días presa, hasta que el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal reclasificó su delito de homicidio calificado a homicidio en “exceso de legítima defensa”. Yakiri pudo seguir el proceso en libertad condicional pero con una fianza de 450 mil pesos. Ayer esa fianza quedó anulada, y Yakiri absuelta sin cargos. El Tribunal nº13 reconoció, como ya alegaba el Amicus Curiae que hace un año presentó la Comisión de Derechos Humanos del DF, que ella estaba en una situación de vulnerabilidad y que aunque se defendió y lesionó al violador, esa agresión no cesó el peligró.
Hoy Yakiri está contenta, ayer llegó al juzgado nerviosa, pensando que la resolución podía ser negativa. Antes hubieron tres resoluciones que reiteraban el “exceso de legítima defensa”.
Contenta! Por fin se hizo justicia, el TSJ reconoció la defensa legitíma de las mujeres. Un gran trinfo de @anakatiria, mi familia y yo…
— Yakiri Rubio Aupart (@Yakiri_Rubio) May 21, 2015
“Nos sorprende esta resolución, pensábamos que al haber tres resoluciones de juzgados de alzada, esta podía resolverse en la misma línea, sin embargo nos encontramos con un juez valiente”, afirmó la abogada Ana Katiria Suárez, a la salida del juzgado.
“Es una victoria, un triunfo muy difícil de alcanzar con una lucha muy desgastante y soy muy feliz por eso”, explica Yakiri Rubio ya en su casa del barrio de Tepito, entre la música de salsa y los chicharrones en la mesa para festejar la sentencia. Pero el proceso todavía no acaba.
El ministerio público, que defendió los intereses del occiso, tendría derecho a apelar la resolución en los próximos 5 días, aunque la abogada de Yakiri duda que lo haga. “No hay elementos para regresarnos a un estado que hoy hemos avanzado porque tenemos las pruebas sobre la mesa”, explica la licenciada Suárez.
Por otro lado, todavía sigue pendiente la denuncia de Yakiri al segundo de sus agresores, el hermano del occiso, Luis Omar Ramírez Anaya por la complicidad en el delito de violación y tentativa de homicidio contra la joven. “Hay que continuar con la aportación de elementos de prueba para obtener una consignación y solicitar una orden de aprehensión”, resume Suárez y añade que fueron “los dos sujetos” quienes “la privaron de su libertad y la llevaron en contra de su voluntad a un hotel donde la amagaron, la golpearon, la violaron y la apuñalaron y en legítima defensa Yakiri lesionó a uno de sus agresores a la yugular”.
Yakiri quiere ver a Ramírez Anaya entre rejas. “No me gustaría encontrármelo en la calle otra vez, sería muy fuerte, por eso mismo no se acaba todavía este proceso”, asevera. Esa joven que habla ahora habla contundente en los medios es otra de la que hace un año y medio entró al reclusorio. Hace 12 meses, en entrevista en la prisión, era una joven apenada y temerosa ante las desconocidas. “Fue una situación muy dura, los primeros meses eran de tristeza, tenía vergüenza, y una decepción total ante la autoridad, tenía mucho coraje, tuve que contar mi caso, pese al dolor para poder salir de la cárcel”, recuerda ahora. En aquel momento, ante la pregunta de si confiaba en la justicia, negaba rotundamente. Ahora tiene esperanza y creció de golpe.
Hasta habla diferente. Tanto que es candidata a diputada local por Movimiento Ciudadano por los barrios más al norte de la delegación Cuauhtémoc. “Me ha cambiado la vida bastante, desde el 9 de diciembre me enfrenté con cosas que nunca había pensado, incluso con la misma autoridad, cuando yo todavía creía que había justicia en el país, ahora sé que no es así. Pero también me doy cuenta que dentro de ese sistema machista y patriarcal todavía existen, dentro de las autoridades, personas que hacen su trabajo y estoy muy agradecida con ellos. Además que volví a nacer,…”, concluye y sonríe.
En México, según los datos recopilados por Inmujeres y la ONU, asesinan a 6.4 mujeres al día. Es decir que hay un feminicidio cada tres horas y 45 minutos. Yakiri se libró de ser una muerta más que engrose estas cifras pero su defensa no solo le costó la cárcel, sino el estigma y las amenazas a ella, su familia y su abogada por parte de los familiares del occiso.