[contextly_sidebar id=”lt26gdi4Rxkj1yMJjKpas0RQud59v6Q0″]Con una lista nominal de casi un millón 400 mil votantes –el 19% de todo el electorado de la Ciudad de México- y un presupuesto de 3 mil 886 millones de pesos, la delegación Iztapalapa es la ‘joya de la corona’ del Distrito Federal. Una ‘joya’ que ha tenido como dueño al Partido de la Revolución Democrática (PRD), el cual ha hecho de esta demarcación “el bastión de la izquierda” a base de triunfos en las urnas.
Factores como la salida de Andrés Manuel López Obrador del Sol Azteca en detrimento de su propio instituto político, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la división del electorado de izquierda entre uno y otro partido, y temas de coyuntura nacional como el apoyo del PRD al Pacto por México, o un posible desgaste de la imagen de López Obrador tras presentarse dos veces como candidato presidencial, hacen que la próxima contienda del 7 de junio sea una de las más disputadas en esta demarcación en casi dos décadas.
Para el director de Análisis Político y Legislativo de Integralia, Gustavo Gil, la irrupción de Morena como nuevo partido es una de las claves a tener en cuenta en la contienda por Iztapalapa, en la que dos mujeres, Dione Anguiano –del PRD- y Clara Brugada –de Morena-, parten como favoritas para ocupar la jefatura de la delegación.
Para Gil, el surgimiento de Morena supone que por primera vez haya “una competencia real” en una delegación donde el PRD ha sido en los últimos años “una aplanadora”, como lo demuestra la última elección de 2012, cuando la coalición de izquierdas PRD-PT-Movimiento Ciudadano obtuvo casi el 65% de los votos.
“Desde 1997 no ha habido nunca una competencia real en esta delegación, y ahora Morena se presenta como el partido de un líder carismático, que ha sido candidato a la presidencia en dos ocasiones, y que además tiene una base de electores que, de acuerdo con diferentes encuestas, le da aproximadamente el 10% de la intención del voto en su primer ejercicio como partido nuevo”.
Para contrarrestar esta competencia y mantener la hegemonía, Gustavo Gil considera que las claves a tener en cuenta en el PRD serán, por un lado, “su capacidad de movilización del electorado” frente a la imagen de López Obrador y el posible ‘arrastre’ de electores del Sol Azteca hacia su partido; y por otro, el apoyo que el Gobierno del Distrito Federal, de extracción perredista, brinde a su candidata, Dione Anguiano.
“Por tradición, y por la fuerza política y electoral que representa Iztapalapa, el PRD va a poner todo sobre la mesa para mantener esta delegación –hace hincapié el analista-. Y probablemente va a destinar recursos que no son fiscalizables para que no haya ninguna sorpresa”.
Asimismo, cuestionado sobre si temas de coyuntura nacional -como el apoyo del PRD al Gobierno Federal y su Pacto por México, o un posible desgaste de la figura de López Obrador tras contender dos veces por la presidencia- pueden tener una repercusión directa en Iztapalapa, el director de Análisis Político y Legislativo de Integralia opina que sí pueden haber un impacto, aunque no tanto en el electorado que ya se define abiertamente como integrante o simpatizante de uno u otro partido.
“En aquellos votantes que son relativamente independientes, estos temas sí les importan y pueden cambiar el voto. Pero en un electorado tan definido como el de Iztapalapa, la capacidad de movilización del voto de cada partido va a ser más importante que esos otros factores como que el PRD se haya asociado con el Gobierno en el Pacto por México, o un posible desprestigio de la figura de López Obrador”, concluye el analista.
En cuanto a las candidatas, la politóloga Ivabelle Arroyo señala que tanto Dione Anguiano como Clara Brugada cuentan con una base electoral importante y con experiencia en política y en la administración púbica –Anguiano es actualmente diputada local y Brugada ya fue jefa delegacional de Iztapalapa en el periodo 2009-2012-.
No obstante, para Arroyo en esta campaña la estructura de ambos partidos estará por encima de las contendientes.
“En esta elección no vamos a ver a una candidata frente a la otra, sino a una estructura de partido frente a un líder carismático. Es decir, se va a medir la estructura del PRD como partido frente a la fuerza de López Obrador, que no de Clara Brugada”, plantea Arroyo.
En este sentido, la académica apunta que la competencia con el PRD, principalmente en Iztapalapa y en la delegación Cuauhtémoc, va a ser clave en el futuro de Morena como partido político, y sobre todo en el de una posible tercera candidatura presidencial de López Obrador.
“Una de las grandes razones de por qué Iztapalapa es tan importante en esta elección es porque supone una oportunidad enorme para consolidar la candidatura presidencial de AMLO para 2018”, plantea.
Sin embargo, contrapone la también directora del portal El Andén, perder la elección en Iztapalapa también puede ser un arma de doble filo con consecuencias muy negativas para Morena y su líder.
“Si pierden Iztapalapa y Cuauhtémoc, entonces es que López Obrador no tiene ninguna oportunidad”, opina Arroyo, que a colación pregunta: “¿Qué sentido tendría entonces presentarse a la grande si no puede ganar estas delegaciones en el DF? Sus posibilidades se reducirían muchísimo. Porque de esta elección sacaría estructura y recurso”.
La perredista Dione Anguiano asegura que tiene sus propias claves de la elección. Aprovechando un alto en la campaña, la candidata deja de correr literalmente para pedir el voto por entre un caos de camiones, combis y taxis, y explica que las propuestas del PRD para Iztapalapa se basan en tres ejes: “gobierno transparente, gobierno en la calle, y gobierno basado en programas sociales y de servicios”.
“La gente ya no acepta más promesas. Por eso, en los recorridos por la delegación no estoy prometiendo absolutamente nada”, subraya Anguiano, que viste unos informales pantalones tejanos ceñidos, una camisa blanca con el logo del partido, y unos cómodos tenis.
“Es decir –agrega a la sombra que da un changarro de carnitas y tamales, ubicado en el crucero de la calle San Lorenzo y la calzada Ermita-, le estoy diciendo a la gente que estoy en un proceso de campaña, en el que el compromiso es a trabajar y no a hacer promesas fáciles o falsas”.
En cuanto a los temas más espinosos, como la salida de López Obrador del PRD y los asuntos de coyuntura nacional, Dione Anguiano contesta con una sonrisa.
“Efectivamente, ha habido situaciones problemáticas a nivel nacional –admite-. Pero estoy haciendo un compromiso a trabajar. Y más bien creo que todo eso que mencionas va a redoblar el compromiso con la gente para que, una vez que estemos en la delegación, cumplir todo lo que proponemos”.
En cuanto a López Obrador y un posible ‘trasvase’ de electorado a Morena que pueda beneficiar a su oponente, Clara Brugada, la perredista dice tener confianza en que su partido mantendrá a los votantes que les ha dado victorias en Iztapalapa desde 1997.
“Creo que va a suceder al contrario, que la gente se va a quedar en el PRD. Este es nuestro bastión y lo va a seguir siendo. De aquí no nos sacan”, asevera Anguiano retadora, para concluir con una sonora carcajada.
Para Clara Brugada, su experiencia al frente de Iztapalapa y el respaldo de López Obrador marcarán la diferencia para arrebatarle al PRD la ‘joya de la corona’.
“La ciudadanía ya nos conoce y quiere que regresemos para que vuelvan los programas sociales”, enfatiza la experredista durante un recorrido, puerta por puerta, en la colonia San Lorenzo, a unas cuantas calles de la avenida de Las Torres.
“Nosotros vamos a impulsar un gobierno honesto, que no utilice el gobierno para hacer negocios, ni enriquecerse. Yo voy a bajar a la mitad el salario; lo hice cuando fui jefa delegacional. Es un símbolo para mostrar que para gobernar hay que tener mística y conciencia”, añade la candidata, que coincide con su contrincante Dione Anguiano al reiterar en varias ocasiones que no hará promesas que no pueda materializar, “porque en Iztapalapa sabemos que si no cumplimos, la gente te castiga”.
En cuanto al líder de Morena, Clara Brugada no tiene inconveniente en reconocer que buena parte del peso de su candidatura depende del político tabasqueño. Al contrario, lo destaca como un punto a su favor.
“Al dirigente político que la población de Iztapalapa más quiere es a Andrés Manuel López Obrador, por su congruencia y actitud de mantener la lucha frente al régimen corrupto”, contesta cuando se le cuestiona por el excandidato presidencial y su influencia en la campaña.
Incluso, Brugada y su equipo denuncian que sus contrincantes del PRD aún están usando la imagen de López Obrador en su propagana para confundir al electorado, y ganar votos para Dione Anguiano.
“Hay una confusión de la gente, porque López Obrador y yo nos salimos del PRD para formar Morena. Por eso una de las claves en esta campaña que estamos haciendo es ir puerta por puerta para aclarar a la gente que ya no somos del PRD, que somos Morena”, concluye la candidata, para acto seguido pedir de nuevo el voto a los transeúntes, repitiendo una frase que usa como coletilla antes de presentarse: “Hola. Vote por Morena, ¿eh? Ya no somos del PRD”.