Agentes federales detuvieron en Morelos a Francisco Salgado Valladares, exsubdirector de la Policía Municipal de Iguala, por su presunta participación en la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa en septiembre de 2014.
Fuentes del gabinete de seguridad confirmaron a Animal Político que Salgado fue ubicado a partir de datos de inteligencia y de un seguimiento de casi siete meses sobre su posible paradero, luego de las declaraciones de expolicías municipales y de sicarios del grupo criminal Guerreros Unidos
El 15 de octubre del año pasado el jefe de la Agencia de Investigación criminal, Tomas Zerón, reveló que de acuerdo con la declaración de Raúl Núñez Salgado, operador financiero de Guerreros Unidos, Salgado Valladares manejaba y distribuía recursos que le pagaba el grupo delictivo a la corporación policial.
“En sus declaraciones Núñez nos está refiriendo que hacía un pago de 600 mil pesos mensuales que entregaba a Francisco Salgado Valladares, director de Seguridad Pública de Iguala” dijo Zerón en ese momento.
Salgado Valladares contaba con una orden de aprehensión solicitada por la PGR por su presunta participación y coordinación en la detención ilegal de los normalistas de Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre del año pasado, al igual que el exdirector de la Policía de Iguala, Felipe Flores.
Según la indagatoria, los policías de Iguala -siguiendo las instrucciones de sus mandos y del exalcalde José Luis Abarca- entregaron a los estudiantes detenidos a la policía del municipio aledaño de Cocula, quienes a su vez se los entregaron a sicarios de Guerreros Unidos.
La captura de Salgado Valladares, según las fuentes consultadas, se realizó sin que opusiera mayor resistencia en las inmediaciones del Fraccionamiento Tabachines en Cuernavaca.
En octubre de 2014, 22 policías de Iguala recibieron auto de formal prisión por el delito de homicidio calificado en agravio a las seis personas que murieron por los ataques de Iguala.
El pasado 26 y 27 de septiembre, seis personas -entre ellas dos normalistas de Ayotzinapa, un futbolista y tres civiles- murieron durante tres ataques en la ciudad de Iguala, en la zona norte de Guerrero. Además de los 6 muertos, en los ataques fueron lesionadas 17 personas y 43 estudiantes desaparecieron.