El crimen ha conmocionado a México: un niño de seis años de edad fue asesinado por otros menores cuando jugaban “al secuestro”.
El caso ocurrió en la colonia Laderas de San Guillermo, un barrio pobre de la ciudad de Chihuahua, al norte del país.
Según la Fiscalía general de justicia del Estado un grupo de cinco menores invitaron a la víctima, identificada como Christofer Raymundo, a fingir que eran secuestradores.
Pero el juego derivó en violencia. Los chicos golpearon al pequeño hasta causarle la muerte.
Cuando se dieron cuenta de que no respiraba escondieron al pequeño en el cauce de una arroyo seco, bajo piedras y maleza.
Las autoridades creen que es parte de la violencia en varias regiones de México.
“Es un problema de descomposición social, no es un problema policíaco, es de pérdida de valores”, dijo el fiscal de la zona centro, Sergio Almaraz Ortíz, a medios locales.
Tres de los victimarios, dos niñas de 13 años y un chico de 11 no pueden ser procesados penalmente.
Otros dos que participaron en el homicidio, adolescentes de 15 años, enfrentan un proceso judicial en el tribunal para menores de Chihuahua.
Entorno social
Aunque desde 2006 México vive una intensa ola de violencia, es la primera vez que se conoce un caso de este tipo.
En algunos medios locales el debate se concentra en el entorno de los victimarios.
La colonia donde murió el pequeño es un área semirural a tres kilómetros de la zona urbana de Chihuahua, capital del estado con el mismo nombre.
Se encuentra a un lado de la prisión estatal, y de hecho según el diario El Universal en el barrio viven muchos familiares de los detenidos.
Otros van más allá. Pascal Beltrán, director del diario Excélsior de Ciudad de México, cuestiona el papel de la comunidad en el problema.
“¿Cómo respondemos como sociedad ante un hecho así? ¿Qué revela este asesinato? ¿Qué ven unos muchachos en su entorno, que los hace querer ser secuestradores?”, señaló en su columna semanal.
Historia de violencia
Chihuahua es uno de los estados que más ha padecido la violencia por la guerra contra el narcotráfico.
Entre 2007 y 2012, la zona fue territorio en disputa por los carteles de Sinaloa y Juárez, una batalla que costó la vida a más de 20.000 personas según datos oficiales.
Hay víctimas indirectas. El gobierno estatal reconoce que existen entre 4.000 y 8.000 menores que perdieron a alguno de sus padres en la ola de violencia.
Los carteles suelen reclutar a menores de edad como espías, sicarios o para vigilar a secuestrados.
En la guerra de carteles se registraron ataques contra adolescentes, como sucedió en enero de 2010 en Villas de Salvárcar, en Ciudad Juárez.
Esa vez 16 personas fueron asesinadas durante una fiesta, entre ellos 13 estudiantes.
De acuerdo con cifras oficiales, la violencia en el estado ha disminuido en los últimos años, especialmente en Ciudad Juárez que en 2010 y 2011 fue considerada una de las poblaciones más violentas del mundo.
De hecho, recientemente ocurrió un ataque contra el exjefe de la policía de esta población, Julián Leyzaola.
Además, organizaciones civiles dicen que las huellas de la violencia, especialmente entre adolescentes, aún permanecen.