[contextly_sidebar id=”m0q0GJeF5An85Epdl6Qw1Wz3mzljEV84″]La noticia sobre la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa dejó sin palabras a Ryan Devereaux, pero saber que el crimen ocurrió a manos de policías convirtió esa conmoción en una necesidad de entender qué motivó y qué pasó durante la noche del 26 de septiembre en Iguala, Guerrero.
El periodista de The Intercept primero siguió la investigación desde Nueva York, ciudad en la que radica, pero al poco tiempo se dio cuenta que era una historia que tenía que descubrir a través de sus personajes.
Así nació Ghosts of Iguala: How 43 Students Disappeared, una investigación publicada este lunes en The Intercept, el medio creado en febrero de 2014 por Glenn Greenwald y Laura Poitras, los periodistas que presentaron al mundo las filtraciones de Edward Snowden y con el que Devereaux colabora desde su arranque.
Esta investigación no sólo mostró a Ryan el sitio en el que 43 estudiantes desaparecen y las autoridades tardan días en reaccionar, en buscar. También encontró cómo en México se acumulan “capas” de impunidad y de injusticia.
“Una de las cosas que más me impactaron es cómo se unen diferentes capas de historia en este caso: además de los 43 hablamos de la Guerra Sucia (ocurrida en la década de 1970) y de la relación que históricamente han tenido las Escuelas Normales con el Estado. Mientras más conozco de Guerrero y de lo que ha vivido su gente más entiendo cómo este caso significa tanto para ellos”, dice el periodista en entrevista.
Su experiencia en temas de seguridad y justicia y su interés en observar cómo se relaciona la fuerza militar con la ciudadanía también lo llevaron a concluir que en Guerrero, una de las entidades más pobres y violentas del país, toda esa historia tiene una consecuencia: su gente vive aterrorizada.
“Lo que encontramos en Iguala, y también en Cocula, es que la gente ha vivido con miedo, le ha temido a las fuerzas de seguridad desde hace años. El nivel de terror que ellos describen es algo impactante y doloroso. Escuchamos historias de mucha gente cuyos padres, hijos, hermanos o hermanas han desaparecido. Este caso no se trata nada más de 43 estudiantes, sino de miles y miles de familias buscando respuestas desde hace mucho”.
Para Ryan es difícil hablar sobre lo que Ayotzinapa significa para México, pero tras conocer a los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos, platicar con otros normalistas que estuvieron la noche del ataque y seguir de cerca cada una de las protestas que exigen encontrarlos con vida a más de siete meses de su desaparición, cree que todo está motivado en una sola cosa: “la gente está cansada de la impunidad, de la corrupción y de ver cómo su gente desaparece”.
“¿Ayotzinapa marca un punto de no retorno? Sólo el tiempo nos lo dirá, pero espero que así sea”.
Para Ghosts of Iguala: How 43 Students Disappeared se realizó una investigación de seis meses en la que se incluyó el reporte oficial de la Procuraduría General de la República (PGR), el cual cuenta con los testimonios de policías e integrantes del crimen organizado que presuntamente participaron en el ataque.
Pero también recolecta testimonios y evidencia de cómo el gobierno federal se enfoca en señalar sólo a autoridades municipales, principalmente al exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, vinculado con la organización criminal Guerreros Unidos; sin considerar las responsabilidades en otros niveles de gobierno.
“Hay tantos agujeros en la versión oficial de los hechos, tantas preguntas sin respuestas. Se responsabiliza a los miembros del crimen y sólo a algunas autoridades municipales y eso es un problema. Una zona como Iguala no se convierte en un problema sin una profunda y bien estructurada corrupción. No existe un esfuerzo real de parte del gobierno para entender qué tan profundas son las raíces de lo que provocó esto”.
Ryan sabe que en México además de estos 43 estudiantes hay más de 25 mil personas desaparecidas y que sus familiares los buscan. Lo que ocurrió en Iguala, dice, sólo es un suspiro de las historias detrás de la crisis de desaparecidos en el país.
“Es gente viviendo una historia verdaderamente horrible, pero también con enorme fortaleza y compromiso. Yo pude ver un dolor y sufrimiento tremendo. Son historias de agonía, pero espero que un día también sean de respuestas y justicia”.
La investigación de Ryan Devereaux en The Intercept la puedes ver completa aquí.