¿Un aséptico proceso legal por una cuestión de marcas o un caso de discriminación y homofobia por parte de una institución religiosa?
La prelatura del Opus Dei en Chile presentó una demanda para que se revoque el nombre de dominio opusgay.cl del actual titular y se le asigne a la institución perteneciente a la Iglesia católica.
En su argumento, el Opus Dei alega que “el término Opus se encuentra indisolublemente ligado a la prelatura” y agrega que este “juego de palabras” crea confusión por la semejanza de pronunciación entre los términos Opus Dei y Opus Gay.
Por su parte, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual, Movilh, opina que “lo que mueve al Opus Dei es una homofobia tan irracional como totalitaria, pues busca que nadie pueda inscribir nombres con el vocablo ‘Opus'”.
La demanda se interpuso en octubre de 2014 y el pasado 17 de abril el Movilh presentó su respuesta, que ahora debe ser estudiada por un árbitro.
BBC Mundo habló con los representantes de ambas posturas.
Una disputa de años
El desencuentro entre el Opus Dei en Chile y el Movilh -organización activista de los derechos LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales)- se remonta a hace más de 10 años.
En 2001, el Movilh lanzó el primer periódico de circulación nacional en Chile sobre temática de diversidad sexual, con el nombre de Opus Gay.
Según le explica a BBC Mundo el director de la organización, Rolando Jiménez, en ese momento compraron también el dominio de internet.
El Opus Dei pidió en 2002 al Departamento de Propiedad Industrial chileno que prohibiera la inscripción del nombre “Opus Gay” para la publicación impresa.
La organización católica argumentó entonces en su petición que “nadie o casi nadie se siente enaltecido por ser relacionado con la homosexualidad. En general, socialmente constituye una afrenta o, al menos, un motivo de burla, que se cuestione o ponga en duda la feminidad o masculinidad de una persona”.
En un primer fallo en 2004, el tribunal le dio la razón al Movilh al sostener que “no se advierten semejanzas determinantes que pudieran impedir una eventual coexistencia pacífica de ambas (denominaciones) en el mercado”.
El Opus Dei apeló, el Movilh se quedó sin abogados por razones económicas y en 2007 el fallo fue favorable a la institución religiosa, por lo que la asociación no pudo inscribir la marca opusgay en Propiedad Intelectual.
La resolución judicial no afectó a la revista en papel porque ésta ya llevaba tiempo fuera de circulación –duró ocho meses-, pero la asociación asegura que la versión digital siguió viva en internet y que ellos son los propietarios legítimos de ese dominio en la red desde entonces.
Discrepancia de fechas
Desde la prelatura del Opus Dei aseguran, sin embargo, que el Movilh inscribió el dominio opusgay.cl en NIC Chile -el organismo responsable de ello- el 16 de junio de 2014, y no en 2002.
De ahí que la Prelatura presentara la demanda para apropiarse del dominio sólo en octubre del año pasado.
La institución religiosa argumenta que el Movilh no pudo registrar el dominio en 2002 porque el NIC no se creó hasta 2007, pero el Movilh replica que antes de esa fecha, los registros se hacían en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, que tenía competencia para otorgar nombres de dominio.
Lo que, según el Opus Dei, fue la inscripción original del dominio en junio de 2014, el Movilh dice que fue la renovación del mismo.
“Un tema de marcas propiamente legal”
El revuelo que ha originado el caso en los últimos días ha sorprendido a la propia Prelatura, según afirma Ana María Gálmez, del departamento de Comunicaciones de la organización, en conversación con BBC Mundo.
“Esto es la segunda parte de un proceso que se cerró en 2002; es un tema de marcas propiamente legal. Las marcas no se inscribían en portales electrónicos en aquella época”, sostiene.
Lo que sí es curioso es que hay otras 15 figuras que utilizan la denominación ‘Opus’ en Chile y contra ellos no han reaccionado
Gálmez defiende que la Prelatura reaccionó como se hace en estos casos, contratando los servicios de una oficina externa.
“Es un caso de propiedad intelectual, ellos crean confusión en la opinión pública pero es un tema legal, no tiene ninguna otra connotación”, subraya.
El abogado que representa al Movilh, Roberto Jorquera, del Estudio AIJ Abogados, coincide en que se trata de un juicio legítimo por tratarse de un conflicto de marcas.
Pero añade que “lo que sí es curioso es que hay otras 15 figuras que utilizan la denominación ‘Opus’ en Chile y contra ellos no han reaccionado”.
Jorquera insiste en que Opus Dei y Opus Gay tienen públicos y objetivos muy distintos y que nadie se ha confundido al respecto.
Pero la Prelatura argumenta que el nombre Opus Gay “genera confusión en el público consumidor”.
Esa misma razón es la que esgrimió el Opus Dei cuando en 2009 interpuso una demanda contra una empresa de Granada, España, que vendía camisetas y otros productos con el nombre Opus Gay.
Lo que cabe esperar
En el caso de Chile, para iniciar la demanda por el dominio, el Opus Dei tuvo que pagar unos US$1.000 al organismo NIC Chile.
“En estos procesos, por rigurosidad de NIC Chile, quien cuestiona la posesión de una marca es el que tiene que financiar el proceso para llegar a instancias de la mediación”, indica Ana Gálmez, de la prelatura del Opus Dei.
El caso está ahora en manos de un árbitro dependiente del Ministerio de Economía, no en tribunales.
El abogado Jorquera señala que generalmente estos arbitrajes se prolongan durante un promedio de entre 3 y 6 meses, aunque podría haber una resolución en un plazo menor.
El director del Movilh, Rolando Jiménez, precisa que “en función de los méritos de ambas posturas, el árbitro va a dictar una sentencia.
“Si va en contra de nuestros intereses, apelaremos a instancias superiores tribunales de justicia e incluso llegaremos hasta el Tribunal Supremo de ser necesario”, dice.
Mientras tanto, el dominio sigue en poder del Movilh aunque si se tipea opusgay.cl en internet, el usuario es redireccionado a la página institucional del Movilh.