[contextly_sidebar id=”iRiTfr0HPUODoRMZL65ANeMQCh91bYV6″]Via crucis, “el camino de la cruz”. Se cuentan 5 años desde el primer Viacrucis migrante, la marcha integrada por personas sin documentos migratorios regulares y defensores de derechos humanos que intenta recorrer los lugares por los que usualmente pasan sus compatriotas y son víctimas de una larga lista de abusos, y es de por sí, un verdadero viacrucis.
Visibilizar las violaciones graves a los derechos humanos de las personas migrantes, exigir castigo a los culpables y la creación de medidas de acción por parte del gobierno mexicano, además de dignificar el paso migratorio, han sido los objetivos constantes de los viacrucis anteriores, sin embargo para este año, se anexa una denuncia más: las consecuencias del Programa Nacional Frontera Sur.
“Sólo soy migrante, no soy delincuente. No me mates” se lee en una de las cartulinas que llevan.
En un comunicado, organizaciones no gubernamentales y activistas en el tema de migración, señalaron que han sido testigos de cómo luego de 9 meses de puesta en marcha del Programa Frontera Sur, la violencia se ha recrudecido en la zona sur del país. Indicaron que el incremento de la vigilancia migratoria y la prohibición de viajar en el tren conocido como La Bestia, son medidas “incongruentes” con el eje central de Frontera Sur, que suponía proteger los derechos de estas personas en su paso por México.
“Al contrario, el incremento de la vigilancia migratoria contribuye a la criminalización de las personas migrantes en territorio mexicano y a la clandestinidad a la que se ven obligados a viajar […] En los últimos meses la frontera sur de México se ha convertido en una de las zonas más peligrosas para las personas migrantes, quienes están en constante riesgo” se enfatiza en el comunicado.
Los riesgos para los migrantes son los asaltos, las extorsiones, los secuestros, las agresiones con puños, machetes o armas de fuego; las agresiones sexuales y el tráfico de personas y las constantes humillaciones.
Además de las aseveraciones por parte de los defensores y activistas en materia de migración, que por su experiencia indican mayor índice de violencia contra esta población en movimiento, el Sistema Nacional de Alerta de Violación a Derechos Humanos, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), registra en los meses enero-febrero de este año, 139 quejas para los programas “Dirección General de Atención a Migrantes” de 16 estados de la República. Las quejas son encabezadas por Chiapas con 34 quejas, seguido Veracruz con 20 y el Distrito Federal con 18.
Foros y denuncias
A diferencia de años anteriores, el Viacrucis migrante del 2015 se desarrolla en dos sedes: el primero concentró sus actividades desde el martes 24 en Chiapas y a partir del 31 en Oaxaca, y concluirá en el Distrito Federal el próximo 7 de abril. El segundo tendrá lugar en Tenosique, Tabasco, en el albergue de la 72, encabezado por Fray Tomás González. Éste inició el 31 de marzo con el Foro “Víctimas Inocentes de una Guerra de exterminio: migrantes en tránsito por México”.
El 25 de marzo, un día después de que inició el primer Viacrucis, los integrantes clausuraron de forma simbólica las instalaciones de la oficina para el Desarrollo Integral de la Frontera, operativa del Plan Frontera Sur de la Secretaría de Gobernación, ubicada en Tapachula, Chiapas.
Ante las constantes problemáticas, el Viacrucis migrante no pierde oportunidad en su paso de “sensibilizar y concientizar a la población mexicana sobre el tema, especialmente ahora con el incremento de las violaciones de los derechos humanos de las y los migrantes”, puntualiza por Armando Mejía, uno de los organizadores y voceros del movimiento.