[contextly_sidebar id=”HMxZDztgAE5fpCmUCX5oJWc6XAbLIgv3″]Los restos de la joven Brenda Damaris González, desaparecida y asesinada en el año 2011 en Nuevo León, aún no pueden tener sepultura.
Un error en el acta de defunción, que el Registro Civil emitió a la familia, está retrasando la entrega del cuerpo a sus deudos, acusó la organización Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León, que ha acompañado el caso.
“El acta de defunción se la dio el Registro Civil, sin embargo tiene dos errores: uno, dice que Brenda murió en su domicilio, lo cual no es cierto; y otro más grave aún, uno de los supuestos testigos de la muerte es una mujer a quien determinan como ‘padre’ en el parentesco”, relató Leticia Hidalgo, integrante de FundeNL.
Los restos se encuentran en custodia del Servicio Médico Forense de Nuevo León.
Brenda Damaris fue desaparecida en el año 2011 en un evento en el que participaron tránsitos de Santa Catarina, Nuevo León. Al año siguiente, en octubre del 2012, las autoridades encontraron un cuerpo en una fosa clandestina, que entregaron a su familia, pero las irregularidades en el proceso de identificación y entrega, llevaron a los deudos a buscar un peritaje independiente para confirmar que se trataba de ella.
Así, con el apoyo de FundeNL y Gobernanza Forense Ciudadana, contactaron al Equipo Peruano de Antropología Forense que revisó un fragmento de hueso, en septiembre del 2014. Después de casi cinco meses de análisis, el proceso de identificación concluyó en días pasados y este lunes se confirmó que sí corresponden a Brenda Damaris.
Con la certeza de que los restos sí son de su hija, este lunes la familia de Brenda acudió a la Procuraduría General de Justicia del estado para realizar los trámites del entierro, sin embargo un error en el acta de defunción, ha detenido el proceso.
Para la familia y las organizaciones que la acompañan el error de las autoridades del estado es inadmisible, pues está revictimizando a la familia de la joven, víctima de desaparición forzada.
“A pesar de haberse solicitado al agente del ministerio público, de la agencia de homicidios número 1, Rubén Aguilar, el día de ayer (lunes) la entrega inmediata del cuerpo; así como el apoyo de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas CEAV NL, a su titular Aixa Alvarado, para la restitución digna del cuerpo; esto no se puede hacer hasta que el acta de defunción sea corregida según respuesta de esta última, a pesar de que el trámite puede tardar hasta tres meses”, informó FundeNL en un comunicado.
Leticia Hidalgo detalló a Animal Político que el MP a cargo del caso entregó un oficio a la señora Juana Solís en el que se otorgaba una orden de salida del cuerpo, es decir, que éste podía ser entregado. Sin embargo, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del estado, negó continuar con el proceso hasta que se corrija el acta de defunción.
“La CEAV está obligada a apoyar con los gastos funerarios, según el artículo 30 de la Ley General de Víctimas. Por eso fuimos, ayer nos recibió la titular, Aixa Alvarado, le explicamos todo y nos dijo que no había problema, que hoy seguiría el trámite, pero hoy (martes) que fuimos, nos dijo que no sería posible hasta que se corrigiera el error del acta. La CEAV fue la que detuvo el trámite”, acusó Leticia Hidalgo, cuyo hijo Roy también fue desaparecido en Nuevo León, en enero del 2011.
Leticia relató que el proceso de exhumación e identificación de los restos ha sido emocionalmente muy difícil para la familia, pero el obstáculo para poder recuperar su cuerpo y enterrarlo los ha lastimado aún más.
“Además de estar revictimizando a la familia con el retraso de la entrega del cuerpo, está pendiente el tema de justicia. No han hecho nada, ni siquiera hay un indicio, un dato de quién pudo ser el responsable o los responsables de la desaparición y asesinato de Brenda Damaris. Hay una deuda del gobierno con la familia”.