[contextly_sidebar id=”TH0gGRfSiB5yPakavQ9bvP8gpCd1ql66″]Entre los cuestionamientos vertidos contra el movimiento magisterial que, el pasado martes 24 de febrero, fue reprimido por la Policía Federal en Acapulco, está la afirmación de que la dirigencia de los profesores usó como “carne de cañón” a maestros jubilados, que nada tenían que hacer en las protestas, para enfrentarse con los uniformados, y que ésa es la razón de que la única víctima mortal del desalojo fuera, precisamente, el maestro Claudio Castillo, un profesor de 65 años retirado, al que la artritis le dejaba caminar sólo si se apoyaba en un bastón.
Sin embargo, el Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), a través de su dirigente regional en este puerto, aclaró que la manifestación que terminó con el desalojo de manifestantes realizado por la policía el pasado martes había sido motivada, justamente, por la falta de pago de pensiones y la suspensión de los servicios de salud para los 4 mil 500 jubilados de esta agrupación gremial, que aglutina no sólo a trabajadores de la educación, sino también a empleados administrativos del gobierno estatal y de los ayuntamientos guerrerenses.
“Por eso todos los maestros, incluidos los jubilados, estábamos ahí”, advirtió Juan Alberto Rodríguez Rendón, secretario general de la sección 14 del SUSPEG, de Acapulco.
“Hay que hacer la precisión de que nosotros no somos maestros que dependamos del gobierno federal –explicó Rodríguez Rendón–, es decir, nosotros no cotizamos para el ISSSTE, sino que somos maestros estatales, y hacemos nuestras aportaciones al Instituto de Seguridad Social de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero (ISSSPEG), institución pública que por malos manejos de los gobiernos estatales se encuentra actualmente en quiebra. Por esa razón, desde hace tres años comenzaron a suspender los pagos a los maestros que se han jubilado. Por ejemplo, en la actualidad hay maestros que se jubilaron hace tres años, y no han cobrado ni una sola vez su pensión. Dicen las autoridades estatales que no hay dinero, pero eso es imposible, porque la federación cada año asigna presupuesto para cubrir estos servicios, entonces, ¿qué ha pasado con ese dinero?”
En los últimos tres años, aclaró, se han jubilado 750 maestros estatales en Guerrero, de los cuales, hasta la fecha, ninguno ha recibido la pensión que por ley debe pagarles quincenalmente el gobierno local, por todos los años prestados en el servicio magisterial. Y, como consecuencia de esto, el Instituto de Seguridad Social de los Servidores Públicos de Guerrero no los reconoce aún como “jubilados derechohabientes”, y por lo tanto no reciben servicios de salud, ni préstamos, ni asistencia social, a todo lo cual tienen derecho.
“Nuestro movimiento no inició el martes pasado (cuando los maestros fueron reprimidos por la Policía Federal, tras permanecer diez horas en plantón a un costado del Aeropuerto Internacional de Acapulco), nosotros tenemos más de medio año exigiendo a las autoridades que nos den una solución, porque la situación de nuestros jubilados no sólo es grave, sino que ya es urgente su atención, hay maestros que se han muerto sin que el ISSSPEG les brindara atención, aún cuando cada quincena, durante décadas, les descontaron sus aportaciones para seguridad social.”
A la situación de los jubilados del SUSPEG, añadió el profesor Juan Alberto Rodríguez, se suma la problemática que sufren los profesores activos adscritos a la administración estatal, a quienes “nos niegan derechos que como maestros tenemos: por ejemplo, mientras a los maestros federales les pagan puntualmente sus salarios y sus prestaciones, a nosotros nos viene todo con retraso. La segunda quincena de enero, por ejemplo, no nos la pagaron. Las promociones por carrera magisterial ya nos las otorgaron, pero el aumento que venía con ellas nunca llegó. Apenas en febrero nos pagaron la segunda parte del aguinaldo, y todo esto lo justifica el gobierno del estado diciendo que la Federación no les ha entregado recursos, y el gobierno federal, por su parte, nos dice que el dinero ya se liberó, y así nos traen, unos y otros, sin resultados”.
Es por esta razón, explicó el dirigente sindical, que el 11 de febrero se estableció un acuerdo con ambos niveles de gobierno, que marcaba estos temas como de urgente atención, y se fijó el día 24 de febrero como fecha para emprender una ronda de negociaciones, la cual se realizaría en el Foro Mundial Imperial (ubicado a un costado del aeropuerto de Acapulco) en la que los maestros estatales pudieran dialogar de forma simultánea tanto con la administración guerrerense, como con la federal.
“Sin embargo –narró el dirigente sindical– llegó el día 24 de febrero y hasta ese momento el gobierno federal nos anunció que sus representantes no asistirían a la mesa pactada. En su lugar, mandaron al contingente de granaderos federales, ya apertrechados con sus equipos para disolución de multitudes. Es decir, desde un principio el gobierno federal apostó por faltar a su palabra y romper el diálogo con un acto de represión indiscriminada: los policías no respetaron a nadie”.
De hecho, según el movimiento magisterial, el operativo policial del pasado 24 de febrero dejó no sólo un maestro muerto, sino otros 200 con lesiones de consideración.
–Ustedes han denunciado que, luego del operativo, 11 maestros fueron desaparecidos y cuatro maestras fueron violadas sexualmente por agentes de la Policía Federal, ¿qué se sabe de los desaparecidos y qué va a proceder en cuanto a las maestras agredidas? –se le cuestiona.
–Sobre ese tipo de información –respondió el representante sindical– no me gustaría especular, hacerlo sería irresponsable. Sí, sabemos que hay compañeros que asistieron a la concentración del martes y que desde entonces no han llegado a su casa, no están en el movimiento, no están en sus escuelas, ni con sus familias, por eso los consideramos desaparecidos, a partir de la aberrante agresión de la que fuimos objeto en el aeropuerto de Acapulco. Pero aún no contamos con una certeza plena de que fueron raptados por la policía, aunque no veríamos otra explicación. Por el otro lado, sobre las compañeras agredidas, sí puedo decir con toda precisión que hubo muchas compañeras a las que no respetaron. Hubo casos de abusos de índole sexual, muchas compañeras fueron golpeadas, agredidas verbalmente. Y sí, sobre una cuestión de violación sexual tenemos informes, pero no es oficial, aún estamos verificando, y cuando así sea, lo denunciaremos formalmente.
–¿Seguirán las protestas?
–Sí. Hay un acuerdo con las autoridades para establecer una mesa de diálogo la próxima semana, quizás el lunes o el martes, pero las movilizaciones seguirán. Y si la próxima semana no hay una solución a nuestras demandas, las movilizaciones aumentarán –concluyó.