[contextly_sidebar id=”isYX35ZpHIyvmMPIIkrvnUFkQxVi1gzq”]Los alumnos de la Universidad del Valle de México (UVM) campus Nuevo Laredo, en Tamaulipas, no creen que la “inseguridad” llevó al cierre definitivo del plantel a partir de este nueve de febrero. Desconfían de la versión oficial porque apenas han tenido comunicados a través de redes sociales sin que ninguna autoridad se haya presentado para aclarar sus dudas.
Estudiantes consultados por Animal Político, que prefieren el anonimato para evitar algún tipo de represalia por parte de la universidad, coinciden en que si bien Tamaulipas es una zona afectada por la violencia del crimen organizado, en su escuela la vida no se ha modificado por esa causa.
“La ciudad ha estado tranquila, tan tranquila como nunca la hemos tenido”, advierte un joven. Durante el año y medio que lleva estudiando en ese plantel “jamás vi amenazas o he sentido miedo de estar en la escuela”.
Dos jóvenes más aseguran que no ha habido casos de secuestros, extorsiones o amenazas a algún integrante de la comunidad escolar. “Si hubiera esa violencia todas las escuelas estarían cerradas, ¿por qué solo ésta?”, reclama una joven.
Tan no creen que este lunes 9 de febrero se manifestaron en la plaza Esteban Baca Calderón, frente al palacio municipal de Nuevo Laredo, para que “alguien nos escuchara, que atendiera nuestra situación”, dice una estudiante que participó en la protesta. “Si supiéramos que hay inseguridad no hubiéramos tenido el valor de acudir ahí”.
Aunque los recibió el secretario del Ayuntamiento, Ernesto Ferrara, nada les informó sobre las supuestas amenazas. Más tarde, otro grupo de estudiantes se enteró de la reunión que sostendría el rector regional de la zona Noreste de la UVM, Luis Silva, con profesores del plantel, por lo que “lo interceptamos y le pedimos una explicación sobre el cierre definitivo, pero solo nos dio evasivas y siguió diciendo que por inseguridad”.
El 14 de enero, cinco días antes de la fecha de inicio del cuatrimestre, en la página de Facebook del plantel se anunció que: “Por causas de fuerza mayor el campus UVM Nuevo Laredo permanecerá cerrado hasta nuevo aviso”. Ante la insistencia de los alumnos por conocer más detalles, les respondían: “No podemos darles detalles pues ponemos en riesgo la seguridad de la comunidad del campus”.
La vicepresidente de Asuntos Públicos y de Comunicación de la Universidad, Sofía Anaya, confirmó en una entrevista con Denise Maerker el 22 de enero que habían recibido “amenazas del crimen y esto atenta directamente contra la comunidad UVM”, por lo que decidieron cerrarla.
Este lunes 10 de febrero, el secretario de gobierno de Tamaulipas, Herminio Garza Palacios, dijo a Adela Micha, de Grupo Imagen, que “les ofrecimos garantías de seguridad y no aceptaron. Ya habían tomado la decisión”.
Sin embargo, el reclamo de la comunidad estudiantil en el foro de Facebook es el mismo: información, certeza sobre lo que está pasando en el plantel cuya matrícula asciende a 700 alumnos aproximadamente.
Animal Político solicitó una entrevista con el Jorge Luis López Vargas del plantel, pero personal de relaciones públicas del corporativo de UVM advirtió que no se concederían entrevistas “por seguridad” y la única comunicación al respecto era un comunicado.
En el se advierte que “debido a que no existen condiciones de seguridad para nuestra comunidad de estudiantes, docentes y administrativos, la Universidad ha tomado la difícil decisión de cerrar su sede en Nuevo Laredo”.
En el documento de cuatro párrafos explica que la decisión “de ninguna manera beneficia a la UVM, pero no podemos poner en riesgo a ninguno de los miembros de nuestra comunidad, esto es nuestra prioridad al tomar esta decisión”.
Se prevé que este martes 10 de febrero, el presidente municipal de Nuevo Laredo, Carlos Canturosas, emita un posicionamiento para aclarar la situación, y es que según versiones extra oficiales, los directivos de la UVM han tenido contradicciones respecto al caso.
“El plan de emergencia”
La única comunicación que los jóvenes tienen con sus directivos es una línea telefónica en la que el asesor explica que “por motivos de seguridad” la UVM cerrará la sede de Nuevo Laredo y el “plan de emergencia” que les ofrecen incluye cambio de plantel o seguir un plan de estudios en línea.
Ninguna de las opciones es viable para esta joven que incluso pretendía conseguir una beca en el próximo cuatrimestre. Su madre es la cabeza de familia y con mucho esfuerzo puede pagar la colegiatura de cuatro mil pesos mensuales y una inscripción de la misma cantidad. Vivir en otra ciudad significaría un gasto extra que no podría solventar.
“Llegas a pensar que no vas a hacer nada con tu vida por problemas que están fuera de tus manos. Hay una desilusión porque no puedas continuar y no sepas ni por qué. Que no te den la cara”, dice la joven de recién ingreso.
El curso en línea tampoco es una solución pues “estás pagando por una educación real”, asienta otra joven que sí considera la posibilidad de mudarse a Monterrey, pues la carrera de Odontología necesita de práctica y no de clases a distancia.
Aunque la tarde de este lunes circuló la versión en medios de comunicación de que la UVM becaría a los estudiantes que optaran por retomar sus cursos en uno de los 36 planteles de la universidad en todo el país, en la línea de atención advierten que no es así. La única “ayuda” es respetar la colegiatura, que en Nuevo Laredo es el de menor monto (cuatro mil pesos en promedio), para el resto de sedes.
Otro joven advierte que otras universidades en el estado ya iniciaron cursos y en caso de ser aceptados solo les revalidarían la mitad de las materias cursadas.
Quienes han hablado a la línea de atención 01800 0000 886 fueron citados en un hotel de Nuevo Laredo para atender los casos de manera personal, pero nada se habla hasta el momento de una reunión con padres de familia, profesores o directivos para explicar las causas.